Otegi y la legalidad
Arnaldo Otegi tuvo que dar explicaciones ayer ante un tribunal de justicia sobre su intervenci¨®n, en 2003, con su partido ya ilegalizado, en un homenaje a un antiguo dirigente de ETA. Se trata de una de las cinco causas abiertas contra ¨¦l, una de las cuales le llev¨® hace unos d¨ªas a prisi¨®n, de la que pudo salir tras pagar una fianza de 650.000 euros. Lo primero que hizo al abandonar la c¨¢rcel fue participar en una manifestaci¨®n en protesta por la prohibici¨®n judicial de un acto convocado por Batasuna. Hubo miles de manifestantes pero no pancartas de la organizaci¨®n ilegal, y tanto Otegi como los dem¨¢s dirigentes de Batasuna se abstuvieron de dirigir la palabra a los asistentes y rehusaron hacer declaraciones.
Son episodios del pulso que se est¨¢ desarrollando desde el inicio del alto el fuego. La izquierda abertzale, con el apoyo de una parte del nacionalismo institucional, considera que la tregua deja sin sentido los procesos en curso contra miembros de Batasuna o su entorno, y que tampoco hay motivo para mantener la ilegalizaci¨®n de ese partido. E incluso se pide, por in¨²til, la derogaci¨®n de la Ley de Partidos. Sin embargo, no hay forma de revocar la sentencia del Tribunal Supremo que sac¨® a Batasuna de la legalidad. Y para que sus miembros pudieran formar un partido nuevo, con otro nombre, tendr¨ªan que presentar unos Estatutos que incluyeran claramente el compromiso de no vinculaci¨®n con la violencia y de acatamiento de la ley.
Batasuna no ser¨¢ legal si opta por saltarse sistem¨¢ticamente la ley y desobedecer las resoluciones judiciales. Del mismo modo que el alto el fuego est¨¢ en fase de verificaci¨®n, tambi¨¦n Batasuna est¨¢ a prueba. Sus dirigentes lo saben, como demuestra el hecho de que expresamente declarasen que acataban la prohibici¨®n del acto previsto para el s¨¢bado pasado, a diferencia con otras muchas ocasiones. Que no se impidiera la manifestaci¨®n convocada contra esa prohibici¨®n por unos particulares entra dentro del margen de lo que la ley permite. Y siendo legal la convocatoria, nada imped¨ªa la asistencia de Otegi, que no tiene restringido ese derecho.
Lo significativo de la manifestaci¨®n no fue la participaci¨®n de dirigentes del partido ilegalizado, sino su manifiesta voluntad de evitar cualquier comportamiento que pudiera considerarse ilegal. Algunos de esos dirigentes comprendieron con su ilegalizaci¨®n los efectos ineludibles de su sometimiento a ETA; ahora est¨¢n haciendo la experiencia de la necesidad de respetar los l¨ªmites de la ley. Es torpe reaccionar igual cuando acatan que cuando desaf¨ªan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.