Premio gordo a la inspiraci¨®n

El anuario de la Copa del Rey empieza a convertir lo excepcional en t¨®pico. El Zaragoza y el Espanyol, un equipo que navega en aguas de nadie y otro que corre el peligro de hundirse en la zona del descenso, se han ganado a pulso el derecho a disputarse hoy el t¨ªtulo en el estadio Bernab¨¦u. El torneo cada vez resulta m¨¢s esquivo a los grandes -el Barcelona no lo gana desde 1998 y el Madrid desde 1993- e incluso a los que tienen m¨¢s pedigr¨ª, como el Athletic, que sum¨® su 23? t¨ªtulo hace la friolera de 22 a?os. As¨ª, la Copa se ha convertido en la competici¨®n id¨®nea para que brillen equipos que antes s¨®lo con cuentagotas eran capaces de romper el monopolio. Es el caso del Zaragoza, que ha ganado dos t¨ªtulos en los ¨²ltimos cinco a?os, y del Espanyol, que aspira al segundo en seis temporadas.

Ambos finalistas han demostrado ser capaces de desplegar, aunque sea puntualmente, un espl¨¦ndido f¨²tbol. Adem¨¢s, la final estar¨¢ aderezada por la fiesta de la hinchada, que se toma la ocasi¨®n con un saludable entusiasmo que muchas veces se echa de menos en la Liga. En el estadio madridista van a congregarse m¨¢s de 70.000 espectadores. Al menos, 34.000 se desplazar¨¢n desde Zaragoza y 28.000 lo har¨¢n desde Barcelona, es decir m¨¢s de los que habitualmente acuden a La Romareda y a Montju?c. No es de extra?ar. Aparte de que en juego est¨¢ un t¨ªtulo que no se gana cada d¨ªa -seis lleva el Zaragoza y tres el Espanyol-, los contendientes han brillado a lo largo de las eliminatorias previas.

Especialmente, el Zaragoza. Ha sido un vendaval en los encuentros m¨¢s exigentes: un memorable 6-1 al Madrid en la ida de las semifinales y un 4-2 al Bar?a en la de los cuartos de final. Parad¨®jicamente, le cost¨® m¨¢s pasar las primeras rondas frente al Alicante o el Xerez -los elimin¨® en las tandas de penaltis- o ante el Atl¨¦tico de Madrid. Fue en los partidos contra el Bar?a y el Madrid en los que pudieron observarse las mejores virtudes del equipo de V¨ªctor Mu?oz. La velocidad, la capacidad para buscar el desmarque y la pegada de dos puntas letales: Ewerthon y Diego Milito. Y tambi¨¦n, la visi¨®n de juego de Cani, que se ha ganado los galones para entrar en la ¨®rbita de la selecci¨®n espa?ola. Cuenta asimismo con la experiencia y el orden que aporta Celades en el centro del campo y la solidez defensiva de sus centrales, ?lvaro y Milito.

Frente a un equipo letal cuando act¨²a al contragolpe, en velocidad, el Espanyol opone un juego subordinado a la inspiraci¨®n de De la Pe?a y a la pegada de Tamudo. Miguel ?ngel Lotina ha variado este curso de esquema y de alineaci¨®n un sinf¨ªn de ocasiones. A veces ha recurrido a una defensa de cinco, con tres centrales, que es la que probablemente act¨²e hoy con un doble pivote muy f¨ªsico: Costa y Fredson. De sus cambios no se ha librado ni la porter¨ªa. Hasta que no lo confirm¨®, no se sab¨ªa si Kameni ser¨ªa titular esta noche.

A la final no le faltar¨¢ ni el picante con que a ¨²ltima hora la sazonaron los entrenadores. Lotina se quej¨® de que la federaci¨®n no permiti¨® al Espanyol adelantar su partido contra el Atl¨¦tico. V¨ªctor le acus¨®: "Est¨¢ llorando siempre y va un poco de v¨ªctima. Es su forma de ser". Lotina contest¨®: "No tengo ninguna guerra con V¨ªctor ni con el Zaragoza. No pienso replicarle ni en broma". Los nervios de una cita apasionante.