El desd¨¦n de la justicia
Una dilatada lista de fallos en causas por terrorismo y narcotr¨¢fico deja indiferente a un sistema en el que nunca hay responsables
La excarcelaci¨®n de nueve narcotraficantes condenados a penas de entre 7 y 31 a?os de prisi¨®n por la desaparici¨®n del juzgado del magistrado Juan del Olmo de decenas de cintas con escuchas telef¨®nicas de los cabecillas de la red ha sido el ¨²ltimo episodio entre los abundantes fallos de la Justicia en su combate contra el terrorismo, la corrupci¨®n y el narcotr¨¢fico. Fallos clamorosos que se repiten una y otra vez, que se saldan sin mayores consecuencias y casi siempre sin responsables.
La mayor¨ªa de estos fracasos se concentran en la Audiencia Nacional por razones obvias: es la jurisdicci¨®n especializada en estos delitos. Pero tampoco es infrecuente constatar que en algunas localidades bien significadas como Marbella, algunos jueces han establecido v¨ªnculos con la corrupci¨®n, como Pilar Ram¨ªrez -expulsada de la carrera judicial y readmitida despu¨¦s- o han propiciado episodios como el robo de sumarios de Jes¨²s Gil, caso cerrado tras el suicidio de un agente judicial.
Un error de c¨®mputo dej¨® libre dos a?os antes al jefe de los islamistas del 11-M
La p¨¦rdida de cintas en el juzgado de Del Olmo obliga a excarcelar a nueve narcotraficantes
?Por qu¨¦ se siguen produciendo fugas de presos a punto de ser juzgados o excarcelaciones irremediables por el transcurso de los plazos legales? Las culpas se diluyen entre la diversidad de cuerpos de funcionarios y entre los distintos escalones del procedimiento, pero el nivel de fracasos que se est¨¢ alcanzando en los ¨²ltimos a?os empieza a ser alarmante. ?Por qu¨¦ hasta ahora no ha habido ninguna respuesta institucional a la excarcelaci¨®n de toda una red de narcotraficantes cuya captura cost¨® a?os de trabajo a la polic¨ªa?
Montserrat Comas, presidenta de la Comisi¨®n Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), indica que, en principio, los asuntos que tienen que ver con la custodia o p¨¦rdida de objetos son responsabilidad del secretario judicial, y quien tiene que exigirla es el Ministerio de Justicia, aunque de inmediato precisa que "el responsable ¨²ltimo es el juez". La vocal del Poder Judicial niega que el hecho de que el juez del Olmo haya estado muy ocupado en las ¨²ltimas semanas con el auto de procesamiento del 11-M haya impedido investigar la desaparici¨®n de las cintas. En este caso, agrega, "estamos a la espera de conocer la sentencia del Tribunal Supremo, que ha anulado el juicio para ver si procede abrir una informaci¨®n previa".
Pero a reserva de lo que diga la sentencia del Supremo, el hecho incontestable es un nuevo fracaso judicial que se ha saldado con la excarcelaci¨®n de nueve narcotraficantes con graves condenas. Del Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 6 de la Audiencia Nacional, que dirige Juan del Olmo, desaparecieron decenas de cintas con grabaciones correspondientes a 13 n¨²meros de m¨®viles de los jefes de una red hispano-turca de narcotraficantes. El Tribunal Supremo, muy exigente en la valoraci¨®n de las pruebas hasta que se institucionalice la doble instancia penal, ha ordenado a la Audiencia Nacional repetir el juicio y, entretanto, no ha quedado m¨¢s remedio que excarcelar a cuatro turcos condenados a penas de entre 20 y 31 a?os de c¨¢rcel y cinco espa?oles que ten¨ªan penas de entre 7 y 17 a?os. Entre todos totalizaban condenadas de 175 a?os de c¨¢rcel.
La desaparici¨®n de las grabaciones del juzgado fue reconocida por Del Olmo en enero de 2004, aunque la defensa de los narcos cree que viene de mucho tiempo atr¨¢s. Pero pese a reconocer el juez la p¨¦rdida de las cintas, cerr¨® el sumario sin ellas. En el juicio, la Secci¨®n Cuarta Penal de la Audiencia admiti¨® la validez de las transcripciones y el testimonio de los polic¨ªas que dijeron haberlas o¨ªdo, y con esa prueba conden¨® a 28 acusados.
Al llegar al Tribunal Supremo los recursos de los condenados, la fiscal¨ªa se vio forzada a informar de que la Audiencia hab¨ªa infringido la legalidad, puesto que no estaban las cintas sobre las que se hab¨ªan fundamentado las condenas y de las transcripciones no hab¨ªa dado fe el secretario judicial. Por tanto, tuvo que pedir que se estimaran los recursos de los condenados.
El Supremo se vio as¨ª ante la disyuntiva de ordenar la repetici¨®n del juicio o absolver libremente a los principales acusados. Pero entretanto, despu¨¦s de que este peri¨®dico revelase la desaparici¨®n de las cintas y las previsibles excarcelaciones, Del Olmo hab¨ªa notificado la aparici¨®n de algunas grabaciones de ese sumario. Aunque Antidroga ya ha comprobado que esas cintas seguramente no sirven para nada -ninguna de ellas contiene grabaciones de los 13 n¨²meros de m¨®viles de los principales sospechosos turcos- el hallazgo ha procurado al Supremo una salida airosa: ordenar la repetici¨®n de la vista en vez de tener que pechar con la absoluci¨®n de los principales condenados por falta de pruebas.
Pero lo que no ha podido evitarse han sido las excarcelaciones. Los condenados de nacionalidad turca llevaban cinco a?os en la c¨¢rcel y al decidirse la anulaci¨®n del juicio las condenas impuestas dejaban de tener validez, operando de nuevo el l¨ªmite m¨¢ximo de cuatro a?os en prisi¨®n preventiva. Su libertad fue decretada de inmediato.
El pasado d¨ªa 3 salieron de prisi¨®n los turcos Rahmi Bayrak, condenado a 31 a?os; Erdem Coskun, a 29; Haribey Yilmaz, a 27 y Cevat Ertugrul, a 20, por delitos continuados de narcotr¨¢fico, blanqueo y falsificaci¨®n. En los d¨ªas posteriores les siguieron otros cinco integrantes de la misma red, de nacionalidad espa?ola, algunos con condenas de hasta 17 a?os de c¨¢rcel. Los excarcelados hasta el momento deben realizar comparecencias diarias en el juzgado para evitar su fuga mientras esperan el nuevo juicio. En ambientes judiciales, tanto la medida cautelar como el nuevo proceso se ven con escepticismo.
Aunque en menor medida que con el narcotr¨¢fico, los esc¨¢ndalos tampoco han sido infrecuentes en asuntos relacionados con el terrorismo, desde que en 1978 el juez G¨®mez Chaparro dio un permiso de vacaciones de Semana Santa a Fernando Lerdo de Tejada, uno de los presuntos autores de la matanza de los abogados laboralistas del despacho de Atocha 55, con el previsible resultado de que nunca regres¨®.
El ¨²ltimo se conoci¨® por casualidad, al ser identificado el terrorista argelino Allekema Lamari, jefe de la c¨¦lula que cometi¨® los atentados del 11-M, entre los terroristas que se suicidaron en el piso de Legan¨¦s. Fue entonces cuando se desvel¨® que la Audiencia Nacional le hab¨ªa dejado en libertad dos a?os antes de lo que le correspond¨ªa para llegar al l¨ªmite de tiempo en prisi¨®n preventiva. Lamari sali¨® cuando llevaba en prisi¨®n cinco a?os, y deber¨ªa haber cumplido al menos siete antes de poder hacerlo.
Al hacer el c¨®mputo de tiempo que le restaba de prisi¨®n, la Audiencia cometi¨® un error en un documento: un magistrado escribi¨® que Lamari hab¨ªa sido condenado a "10 a?os de prisi¨®n", cuando en realidad hab¨ªa sido condenado a 14 a?os: 10 por pertenencia a banda armada, dos por tenencia il¨ªcita de armas y otros dos por tenencia de ¨²tiles para cometer falsedades. Dado que el l¨ªmite de estancia en prisi¨®n mientras el Supremo resuelve los recursos de casaci¨®n es de la mitad de la condena impuesta, Lamari tendr¨ªa que haber salido cuando al menos hubiera cumplido siete a?os. Pero la Audiencia, llevada de su error, fij¨® su salida para el 29 de junio del a?o 2002.
Entretanto, el Tribunal Supremo celebr¨® la vista del recurso de Lamari el 29 de mayo de 2002, y dict¨® sentencia el 7 de junio siguiente. Pero como no hab¨ªa tenido conocimiento de que Lamari iba a salir el 29 de junio, porque la Audiencia no se lo comunic¨®, no se activaron los mecanismos de urgencia para notificar la sentencia firme. Cuando se dieron cuenta del error, Lamari llevaba ya nueve d¨ªas fuera de la c¨¢rcel. De haber cumplido el tiempo que le restaba, el 11 de marzo de 2004 habr¨ªa estado en prisi¨®n.
El error recay¨® sobre el presidente de la Secci¨®n Tercera Penal ya que fue ¨¦l quien hizo el c¨®mputo de la prisi¨®n de Lamari. Sin embargo, al haber transcurrido m¨¢s de dos a?os, plazo de prescripci¨®n para las faltas muy graves, el expediente fue archivado.
El repaso a los ¨²ltimos a?os de actividad judicial arroja algunos de los casos m¨¢s sonrojantes de fallos en el sistema judicial:
- Islamistas del 11-S. Entre noviembre y febrero pasados, cuatro islamistas de la c¨¦lula espa?ola de Al Qaeda salieron de prisi¨®n por cumplimiento del l¨ªmite de la mitad de sus penas sin que el Tribunal Supremo hubiese dictado sentencia firme.
Najib Chaib Mohamed, Mohamed Needl Acaid, Mohamed Zaher Asade y Said Chedadi hab¨ªan sido condenados por la Audiencia Nacional a ocho a?os de c¨¢rcel por pertenencia a organizaci¨®n terrorista en relaci¨®n con los atentados del 11-S en Estados Unidos. Pero dejaron la prisi¨®n tras haber pasado en ella cuatro a?os, al llegar al l¨ªmite de la mitad de sus condenas. La Audiencia Nacional dict¨® sentencia en septiembre de 2005, pero como los condenados recurrieron al Tribunal Supremo, la sentencia no era firme.
- Jarrai. En marzo de 2005, seis integrantes de Jarrai, la organizaci¨®n juvenil del entorno de ETA, que estaban siendo juzgados en la Audiencia Nacional, quedaron en libertad tras haber agotado el plazo m¨¢ximo de cuatro a?os de prisi¨®n preventiva previsto en la ley. El fiscal ped¨ªa 14 a?os de prisi¨®n para cada uno por pertenencia a organizaci¨®n terrorista. Finalmente, la Audiencia Nacional dict¨® condenas inferiores al tiempo que pasaron en prisi¨®n.
- Fuga de El Negro. Carlos Ruiz Santamar¨ªa, El Negro, comisionado de los carteles de Bogot¨¢ y de la Costa para el desembarco de coca¨ªna en Europa, fue excarcelado por la Secci¨®n Cuarta Penal de la Audiencia en diciembre de 2001 con una fianza de cinco millones de pesetas (30.000 euros) 20 d¨ªas antes de su juicio. La Fiscal¨ªa Antidroga reclamaba para ¨¦l 60 a?os de c¨¢rcel y 69.000 millones de pesetas (414 millones de euros) de multa por introducir en Espa?a m¨¢s de 10 toneladas de coca¨ªna El tribunal le excarcel¨® atendiendo un informe psiqui¨¢trico sobre un "trastorno bipolar con tendencias suicidas". El esc¨¢ndalo fue may¨²sculo y la investigaci¨®n exhaustiva. Los tres magistrados que decidieron su libertad fueron sancionados, con seis y siete meses de suspensi¨®n. Dos de ellos pidieron su traslado fuera de la Audiencia. Tiempo despu¨¦s, la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo anul¨® las sanciones.
- 'Comando Matalaz' de ETA. El fiscal solicitaba penas de 74 a?os para Jon Mirena San Pedro Blanco, 54 a?os para Ra¨²l ?ngel Fuentes Villota y 46 a?os para Asier Quintana Zorrozua, integrantes del comando Matalaz, de ETA, que colocaron una bomba en el coche de un polic¨ªa. Cuatro a?os no bastaron para instruir la causa y juzgarles, pero al llegar al l¨ªmite de prisi¨®n preventiva sin juicio tuvieron que salir en libertad. Se instruy¨® un expediente a dos magistrados que acab¨® sobrese¨ªdo.
- Fugas de 'narcos'. En octubre de 2003, otros siete presuntos narcotraficantes de una red que hab¨ªa introducido en Espa?a m¨¢s de 800 kilos de hero¨ªna, no se presentaron a la primera sesi¨®n del juicio. Estaban en libertad tras cumplir cuatro a?os en prisi¨®n preventiva, y, hasta la misma ma?ana del juicio, hab¨ªan pasado todos los controles. El cabecilla de la red, Jos¨¦ Gomes Pires, alias El Enano, portugu¨¦s de 55 a?os y para el que el fiscal ped¨ªa un total de 32 a?os de prisi¨®n, estaba en paradero desconocido desde que fue entregado temporalmente a Portugal para ser juzgado all¨ª.
En junio de 2003, la Audiencia Nacional dict¨® orden de detenci¨®n internacional para los narcotraficantes Manuel Carballo, condenado a 17 a?os de prisi¨®n y Luis Jueguen y Jos¨¦ Antonio Pad¨ªn Vieites, condenados a 15 y 10 a?os. Los tres se fugaron antes de que se les notificase su la sentencia.
En octubre de 2002, Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Sanisidro, procesado de la Operaci¨®n Temple, se dio a la fuga eludiendo as¨ª la petici¨®n fiscal de 34 a?os de c¨¢rcel.
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