China: de socio a competidor estrat¨¦gico

En el reciente viaje del presidente chino a EEUU, Bush declar¨®: "EEUU y China son dos naciones divididas por un vasto oc¨¦ano, pero conectadas por una econom¨ªa global que ha creado oportunidades para los dos pueblos". Tres d¨¦cadas y media despu¨¦s del restablecimiento de relaciones entre Mao y Nixon, las cosas son muy diferentes en ambos pa¨ªses, pero mucho m¨¢s en China que en EEUU. En el ¨²ltimo cuarto de siglo China ha experimentado una revoluci¨®n econ¨®mica, con un crecimiento anual medio cercano al 10%. Lo que entonces era una relaci¨®n muy desigual hoy contin¨²a si¨¦ndolo, pero el horizonte es distinto: el gigante asi¨¢tico parece llamado a sustituir a EEUU como principal motor de la econom¨ªa mundial.

Tiene mucha representatividad que Hu Jintao haya visitado en su periplo estadounidense a las empresas Microsoft, Boeing y Starbucks, tan presentes en el desarrollo chino. Cuando Bill Gates, presidente de Microsoft, fue a Pek¨ªn recibi¨® honores de jefe de Estado, reconoci¨¦ndose as¨ª el valor del lenguaje inform¨¢tico Windows en la vida de centenares de millones de ciudadanos chinos. China acaba de comprar 80 aviones a Boeing y la cadena Starbucks tiene muchos locales en las principales ciudades chinas. No s¨®lo eso: el comercio bilateral es tremendamente deficitario para los norteamericanos: 200.000 millones de d¨®lares, un cuarto de su desequilibrio exterior total. Adem¨¢s, China posee un cuarto del total de los bonos estadounidenses, por valor de 250.000 millones de d¨®lares; si de repente decidiera desprenderse de ellos -por ejemplo por una ca¨ªda del valor del d¨®lar- se producir¨ªa un terremoto no s¨®lo en las finanzas de la superpotencia, sino en las de todo el mundo.

Conviene poner en valor la importancia de la econom¨ªa china ( hoy la cuarta del mundo por su tama?o) no s¨®lo en sus aspectos cuantitativos, sino tambi¨¦n en los cualitativos: habiendo crecido su PIB un 10,2% en tasa internanual, su contribuci¨®n al incremento del PIB mundial desde comienzos de siglo ha sido equivalente al doble de lo que lo han hecho conjuntamente las otras tres grandes econom¨ªas emergentes (Brasil, India y Rusia). Pero no s¨®lo eso: China es una de las econom¨ªas m¨¢s abiertas del mundo, tanto en t¨¦rminos de comercio exterior como de inversi¨®n extranjera directa, lo que no deja de ser parad¨®jico teniendo en cuenta su r¨¦gimen pol¨ªtico: el conjunto de las exportaciones de bienes y servicios equivale aproximadamente al 75% del PIB chino; esa proporci¨®n es en Jap¨®n, India o Brasil no superior al 30%. Y disputa con EEUU la primera de las posiciones en la recepci¨®n de flujos de inversi¨®n extranjera directa.

Y no es s¨®lo un gran vendedor: en la ¨²ltima d¨¦cada las compras al exterior han crecido al mismo ritmo que las ventas. En 2005, China sustituy¨® a EEUU como principal exportador mundial de tecnolog¨ªa, contribuyendo a que casi una tercera parte de sus exportaciones pertenezca al cap¨ªtulo de la microelectr¨®nica. Por lo tanto, en su interior conviven rasgos de una econom¨ªa agraria con otros m¨¢s caracter¨ªsticos de la Sociedad de la Informaci¨®n.

En el libro reci¨¦n editado China. Nuevos retos para el siglo XXI (elaborado por Analistas Financieros Internacionales para la Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo), se concluye que una buena parte del crecimiento y la estabilidad de la econom¨ªa mundial dependen del comportamiento chino. Persisten los factores que hasta ahora han alentado su espectacular crecimiento: introducci¨®n de fuerzas de mercado; alto nivel de inversi¨®n sustentado en una elevada tasa de ahorro y en las inversiones extranjeras; orientaci¨®n exportadora y paulatina incorporaci¨®n a la disciplina de la competencia internacional. Pero tambi¨¦n hay factores de riesgo: el desarrollo econ¨®mico no va acompasado del mismo nivel de desarrollo social y las desigualdades se constituyen en el primer factor de incertidumbre del "comunismo de mercado"; hay que acelerar el proceso de reformas de las empresas p¨²blicas y sanear el sector bancario, profundamente lastrado por la morosidad. El informe cita en ¨²ltimo lugar la flexibilizaci¨®n del tipo de cambio del yuan, tras el gesto del pasado mes de julio cuando el Gobierno chino lo revalu¨® un 2,1% e hizo depender su moneda de una cesta de monedas internacionales, desvincul¨¢ndola del monocultivo del d¨®lar.