"Si fuera verdad lo que dicen, no estar¨ªamos en este proyecto"

Juan Miguel Hern¨¢ndez de Le¨®n (M¨¢laga, 1945), arquitecto, portavoz del grupo que dirige el portugu¨¦s ?lvaro Siza y que ha dise?ado el plan de remodelaci¨®n del eje Prado-Recoletos, est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n. Ayer, ante el Museo Thyssen-Bornemisza, respondi¨® a las preguntas de EL PA?S.

Pregunta. ?Jura decir toda la verdad?

Respuesta. Lo prometo.

P. ?Tiene sentido el enfado de la baronesa?

R. En el ¨¢mbito del Museo Thyssen, todo es cuesti¨®n de 29 ¨¢rboles, de los cuales tan s¨®lo sobre diez se puede tomar la decisi¨®n de extraerlos. Las condiciones del Museo Thyssen van a mejorar respecto a las que tiene en este momento.

P. ?De veras?

R. De veras. En la tan cacareada autopista se produce en realidad una reducci¨®n importante del tr¨¢fico y del impacto que ¨¦ste tiene sobre el museo. En este momento existen cuatro carriles en una sola direcci¨®n, lo cual supone una carga de tr¨¢fico en hora punta de unos 3.500 veh¨ªculos, con los atascos y la contaminaci¨®n que ¨¦stos llevan consigo. Nuestra soluci¨®n ampl¨ªa de 1,90 metros a 7,90 metros la acera del Thyssen; adem¨¢s, se planta una hilera de pl¨¢tanos que forma bulevar con los actualmente existentes, lo cual supondr¨¢ una barrera natural a efectos de contaminaci¨®n. Adem¨¢s, dise?amos dos carriles al lado de la mediana en sentido sur-norte y dos carriles en sentido norte-sur, m¨¢s una plataforma exclusiva para transporte p¨²blico.

"?Esto no es una destrucci¨®n! Tendremos 4.700 ¨¢rboles, 200 m¨¢s que ahora"

P. ?Y eso qu¨¦ implica?

R. La reducci¨®n de un 60% del tr¨¢fico actual frente al museo, m¨¢s una reducci¨®n de la velocidad actual de los coches.

P. ?Por qu¨¦ no le creen?

R. Quiz¨¢ porque lo que se est¨¢ discutiendo no es el proyecto en s¨ª. Las cosas que se est¨¢n jugando detr¨¢s de esta pol¨¦mica son de otro ¨¢mbito y no del estrictamente urban¨ªstico.

P. ?Pol¨ªtico?

R. Podr¨ªa ser.

P. Pero la viuda de Thyssen no es pol¨ªtica...

R. Quiz¨¢ ha visto la posibilidad de negociar la colecci¨®n; aunque a m¨ª estos problemas no me interesan. En los cuatro a?os pasados no present¨® ni una alegaci¨®n.

P. Pero, ?se tirar¨¢n o no 691 ¨¢rboles, como dicen los ecologistas?

R. Ese es otro debate, m¨¢s de fondo. Los datos que utilizan est¨¢n tomados del plan especial tal como se present¨® a la informaci¨®n p¨²blica; se refieren al tramo que va desde la plaza de Col¨®n al Pante¨®n de los Hombres Ilustres, en el paseo de la Reina Cristina, unos siete kil¨®metros. La actual documentaci¨®n del plan especial, rectificada tras el periodo de alegaciones, ha sufrido bastantes modificaciones. Se han cambiado trazados en otros ¨¢mbitos o se ha renunciado a intervenir en tramos que no ten¨ªan f¨¢cil soluci¨®n.

P. Pero hay al menos 691 ¨¢rboles...

R. En eso conviene precisar que esos ¨¢rboles que podr¨ªan estar afectados pertenecen a varias categor¨ªas: una parte importante se corresponde con aquellos que se hallan pendientes de los estudios fitosanitarios; pedir¨ªa que se esperara a la documentaci¨®n definitiva y a los informes para formarse un juicio m¨¢s exacto.

P. ?Cu¨¢ndo estar¨¢ ese informe?

R. En un mes como m¨¢ximo. Hay una Ley de Protecci¨®n del Arbolado Urbano, de la Comunidad de Madrid, del 31 de diciembre de 2005, que exige una serie de precauciones, que hay que cumplir. Y lo que hemos querido hacer no es ni m¨¢s ni menos que recuperar para el ciudadano y para la historia un ¨¢mbito de enorme importancia hist¨®rica, que hab¨ªa sufrido agresiones a lo largo de los ¨²ltimos sesenta a?os.

P. Se dice que ustedes van a afectar ¨¢rboles de la ¨¦poca de Carlos III...

R. No hay ni un ¨¢rbol en el ¨¢mbito del Sal¨®n del Prado que se plantara en la ¨¦poca de Carlos III. Pienso que se simplifican los mensajes. Hay ¨¢rboles centenarios que se van a respetar.

P. ?Y no hay ninguno entre esos 29 de la zona del Thyssen?

R. El m¨¢s viejo tiene unos 60 a?os y no es precisamente de los que no se pueden trasplantar. Al menos 10 de ellos habr¨ªa que eliminarlos aunque no se hiciera el plan especial, por la propia seguridad de los transe¨²ntes, como se ha venido haciendo de manera sistem¨¢tica en el propio Sal¨®n del Prado todos estos a?os sin protesta alguna. Habr¨ªa que fijar las cosas en su verdadera magnitud; incluso aceptando esa cifra que se maneja s¨®lo supondr¨ªa el 4% del arbolado actual, y no precisamente del arbolado que pudiera llamarse singular.

P. Pero es el 4%.

R. Pero la cosa cambia si usted a?ade que la recuperaci¨®n de nuevas zonas peatonales va a suponer el 20% m¨¢s del arbolado existente. ?Esto se puede denominar de muchas formas, pero no es una destrucci¨®n! Tendr¨ªamos 4.700 ¨¢rboles, 200 m¨¢s que hoy.

P. La presidenta Aguirre ha dicho que se atar¨ªa a un ¨¢rbol, como la baronesa, si el proyecto toca los ¨¢rboles...

R. Tambi¨¦n me ha dicho esta ma?ana [por ayer] que el proyecto le parec¨ªa magn¨ªfico, pero que tuviera cuidado con los ¨¢rboles.

P. ?Y qu¨¦ le dice?

R. Que ni uno de los ¨¢rboles originales o de valor medio se va a tocar.

P. ?Teme usted que tanta controversia acabe con el proyecto?

R. No ser¨ªa el primer caso, y ser¨ªa una l¨¢stima.

P. ?Qu¨¦ dice el alcalde?

R. Por ahora, que lo lleva adelante si gana las elecciones.

P. Habr¨¢ visto el poder que tiene la baronesa...

R. S¨ª, y me parecer¨ªa triste que un proyecto para la ciudad y para la ciudadan¨ªa dependiera del capricho de una persona individual... Me gustar¨ªa que el debate sobre el plan especial se realice en un contexto t¨¦cnico y no se utilice como herramienta para otros objetivos...

P. ?Qu¨¦ dice Siza?

R. Se siente con la tranquilidad que da haber actuado y seguir actuando con toda honestidad y con la voluntad de mejorar un espacio que es fundamental en la historia de Madrid.

P. ?Se amarrar¨ªa usted a uno de los ¨¢rboles, como la presidenta y como la baronesa?

R. ?Procurar¨ªa no equivocarme de ¨¢rbol! Desde luego, si fuera verdad lo que dicen que estamos haciendo en este importante paseo, nosotros no estar¨ªamos en absoluto implicados en este proyecto. Y, desde luego, sobre el proyecto se pueden discutir muchas cosas, pero nadie nos puede negar que el objetivo es mejorar ese Sal¨®n del Prado y esa arboleda, y todos debi¨¦ramos coincidir en ello.