Las escuelas ensayan la autonom¨ªa

Los expertos dicen que en materia de educaci¨®n se dan pocas ecuaciones. M¨¢s recursos econ¨®micos no garantizan mejores resultados, ni ampliar el horario asegura reducir el fracaso escolar. Tampoco dar m¨¢s autonom¨ªa a los colegios para que se organicen es garant¨ªa de mejoras escolares. Aun as¨ª, los profesores y estudiosos del asunto ven en la autonom¨ªa escolar la condici¨®n necesaria, aunque no suficiente, para mejorar el rendimiento de los alumnos, hoy no demasiado halag¨¹e?o con el 30% de fracaso escolar.

Un total de 74 colegios, escuelas e institutos catalanes est¨¢n aplicando proyectos de autonom¨ªa autorizados por el Departamento de Educaci¨®n de la Generalitat. Hay 28.300 alumnos implicados en ellos, pero hoy por hoy este n¨²mero de alumnos apenas es una gota de agua en un oc¨¦ano: representan el 2,5% del total de los alumnos no universitarios catalanes.

Hay centros que se dedican a potenciar los idiomas, otros se esfuerzan por familiarizar a sus alumnos con las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, pero tambi¨¦n los hay que tienen problemas de entorno, con familias desestructuradas, y otros en los que los profesores buscan reforzar la capacidad de resolver situaciones concretas, como saber circular por la ciudad, destaca Eugeni Garc¨ªa, coordinador del programa de autonom¨ªa de centros del Departamento de Educaci¨®n de la Generalitat.

Ahora Educaci¨®n quiere ahondar en la autonom¨ªa de los centros. Los resultados tardar¨¢n en palparse. El Pacto Nacional por la Educaci¨®n que firmaron en marzo la Generalitat y 20 entidades est¨¢ lleno de buenas intenciones, pero asume el compromiso de introduir la autonom¨ªa en la futura ley catalana de educaci¨®n, que el Gobierno catal¨¢n quiere enviar al Parlament en los pr¨®ximos meses. En la memoria econ¨®mica del pacto educativo figura el compromiso de destinar 80 millones de euros a mejorar la autonom¨ªa de los centros hasta el a?o 2009. A petici¨®n de los sindicatos, el grueso de este dinero se destinar¨¢ a la educaci¨®n secundaria, ya que en ella aparecen los verdaderos problemas que llevan a algunos j¨®venes a perder el ritmo de las clases y los abocan al fracaso escolar. Garc¨ªa asegura que cada escuela o instituto es casi un mundo. "Hay una gran diversidad de situaciones. No se puede tratar por igual a todos los centros, y por eso son ellos los que deben buscar y proponer sus propias soluciones a sus problemas, y eso depende del perfil de sus alumnos y de sus profesores", indica Garc¨ªa.

Pero la autonom¨ªa escolar tambi¨¦n suscita recelos. Los sindicatos de profesores no quieren que acabe introduciendo una competencia entre centros. "La autonom¨ªa escolar, si se entiende como una transferencia del modelo de la empresa privada a la escuela p¨²blica -como est¨¢ sucediendo en Inglaterra-, puede generar una tendencia a que los centros de mayor cualidad mejoren, mientras que los que tienen m¨¢s dificultades vean como ¨¦stas se multiplican, y eso es injusto. La educaci¨®n no es una mercanc¨ªa, sino un derecho de todos los ciudadanos. La escuela no debe ser un supermercado en el que cada cual compra en funci¨®n de sus recursos econ¨®micos", se?ala David Medina, profesor y dirigente de la Federaci¨®n de Ense?anza de UGT.