El Athletic respira tras nueve meses

Nueve meses cargados de sufrimientos y malos presagios se cerraron anoche en Riazor. Al Athletic la jornada le hab¨ªa puesto la salvaci¨®n a tiro de un empate, y Javier Clemente se lo tom¨® al pie de la letra. Fue necesario que el Deportivo se pusiera por delante para que el Athletic abandonase el gesto de pavor con el que apareci¨® en el partido. La reacci¨®n visitante lleg¨® tras el descanso, dej¨® al Depor en evidencia y permiti¨® al Athletic quitarse de encima el peso de una monta?a.

La primera parte diseccion¨® con toda crudeza las penalidades del Athletic, que se mostr¨® exactamente como lo que era: un equipo bajo la amenaza de un cataclismo hist¨®rico, dominado por el miedo y las inseguridades, sin m¨¢s ambici¨®n que aferrarse al poste tambaleante sobre el que llevaba semanas resistiendo. La jornada le hab¨ªa despejado el camino, y la reacci¨®n del Athletic fue acurrucarse en su campo, todos juntos para darse calor, esperando a que en 90 minutos no ocurriese nada y pudiera despertarse de la pesadilla que le ha atormentado todo el a?o.

Enfrente el Athletic no ten¨ªa precisamente al equipo con m¨¢s ideas y recursos para perforar una muralla. Pero el Depor, que no se jugaba la vida, a lo sumo la Intertoto o una remota posibilidad de entrar en la UEFA, se lo tom¨® con tanto inter¨¦s y algo m¨¢s de osad¨ªa que los de Clemente. Y aunque su juego no se movi¨® mucho del tono mustio que le caracteriza, Trist¨¢n ofreci¨® una de esas evocaciones fugaces de sus grandes d¨ªas que a¨²n le sale de tarde en tarde. Recogi¨® un rebote a media altura al borde del ¨¢rea y con un zurdazo formidable lo convirti¨® en un disparo raso y seco, repelido con muchos apuros por Lafuente y finalmente rematado por Arizmendi.

A¨²n faltaba media hora para el descanso, pero el Athletic no se dio por enterado. Si no se desangr¨® en esos momentos fue porque el Depor, tras el zarpazo de Trist¨¢n, volvi¨® a adentrarse en esa zona gris e impenetrable en la que se ha movido en Riazor durante casi toda la temporada. El Athletic necesit¨® la arenga de Clemente en el intermedio y la salida al campo de Etxeberria para percatarse de que el Depor no era un rival que requiriese de tantas precauciones. Bast¨® que los visitantes acelerasen un poco el ritmo y mostrasen al fin la actitud resuelta que exig¨ªa la situaci¨®n para que el Depor quedase a la intemperie. El cuadro de Caparr¨®s regal¨® el empate al consentir que Casas rematase solo un c¨®rner desde el ¨¢rea peque?a. Para el Athletic todo result¨® entonces mucho m¨¢s sencillo de lo que le hab¨ªa hecho creer sus propios miedos. Y hasta acab¨® llev¨¢ndose el partido con un penalti en el tramo final que son¨® como un gran respiro de alivio tras nueve meses de condena.