"Necesito la mano que sostiene el vaso"
El pentapl¨¦jico que muri¨® en Valladolid describi¨® en Internet sus "indeseables padecimientos"
"Necesito la mano que sostiene el vaso, la mano h¨¢bil que supla mi mano in¨²til, una mano que act¨²e seg¨²n mi voluntad a¨²n libre: tengo todo preparado para que quien me ayude quede inc¨®gnito". Es la llamada de Jorge Le¨®n Escudero para que alguien le ayudara a morir. Era pentapl¨¦jico, sin movilidad y con respiraci¨®n asistida; fue hallado cad¨¢ver el pasado jueves en su casa de Valladolid. La polic¨ªa sospecha que, en efecto, recibi¨® asistencia. Al encontrar su cuerpo ten¨ªa cerca un vaso. Su hermano Carlos, seg¨²n ha explicado a la agencia Efe, sospecha que pod¨ªa contener alg¨²n producto que le causara la muerte o alg¨²n sedante que le ahorrara sufrimientos al desconectarse del respirador que le manten¨ªa. "Estaba preparando su marcha", asegura. Sin embargo, despu¨¦s declar¨® a la misma agencia que desconoc¨ªa "por completo" las circunstancias del fallecimiento. "Desde que me avisaron -explic¨®- tard¨¦ una hora y pico en llegar a Valladolid y cuando lo hice me encontr¨¦ con que el cad¨¢ver ya no estaba all¨ª, y la casa llena de polic¨ªas".
"No deber¨ªa estar aqu¨ª. Una nueva contingencia humana ha vuelto a frustrar poner fin a esto"
En agosto del a?o pasado Jorge Le¨®n abri¨® un blog en Internet, un diario personal en el que escrib¨ªa con frecuencia y lucidez "reflexiones descarnadas sin esperanzas". Un dispositivo acoplado a su cabeza le permit¨ªa manejar el ordenador a pesar de no poder mover m¨¢s que los labios.
Sus ¨²ltimos escritos son del d¨ªa 2 de mayo, dos antes de su muerte. Al parecer un intento reciente de eutanasia hab¨ªa salido mal. "No deber¨ªa estar aqu¨ª; una nueva, digamos, contingencia humana ha vuelto a frustrar el poner fin a esto, justo cuando el resto de circunstancias eran id¨®neas y mi predisposici¨®n fuerte", escrib¨ªa. "A¨²n me queda alguna maniobra delicada y soy responsable de no perjudicar a nadie".
En esa misma anotaci¨®n expresa su temor a una muerte dolorosa. "Se hace muy dif¨ªcil con estas limitaciones acabar sin garant¨ªas de no pasar por momentos angustiosos". Y conclu¨ªa esta reflexi¨®n con la petici¨®n de un cambio legal que d¨¦ salida a casos como el suyo: "Quede en la conciencia de quienes impiden legalizar la eutanasia la carga de los sufrimientos innecesarios".
El deseo de morir de Jorge, (Lucas, en su sobrenombre en Internet), se hace m¨¢s intenso seg¨²n se complicaba su situaci¨®n m¨¦dica. "He entrado en una fase que considero terminal porque a la pentaplejia irreversible se ha a?adido la cronicidad de las infecciones frente a una tolerancia cada vez menor a los antibi¨®ticos, lo que me provoca indeseables sufrimientos f¨ªsicos y ps¨ªquicos". Lo escrib¨ªa el 21 de marzo pasado bajo el t¨ªtulo Me escribe Jorge Le¨®n. Ese d¨ªa formalizaba su llamada de auxilio. "Ante la perspectiva de acabar en breve en una residencia abandon¨¢ndome a una muerte miserable lanzo el siguiente mensaje por si el azar por una vez se torna generoso". Solicitaba "ayuda directa, indirecta, contactos...". La mano que sostiene el vaso.
Pidi¨® que le llamaran desde una cabina p¨²blica o mediante una carta enviada a su piso de Valladolid. Tal vez obtuvo respuesta: su hermano Carlos, su ¨²nico pariente, ha dicho a Efe que quiere "dar las gracias a quienes le han ayudado" y "se han jugado algo para ayudar a que una persona deje de sufrir y tenga una muerte decente". Aunque reitera que desconoce qui¨¦n pudo hacerlo y que tanto ¨¦l como Ana, la cuidadora con la que manten¨ªa "lazos de afecto y complicidad", han estado al margen de su plan.
En el blog queda patente que no se trataba de una decisi¨®n desesperada sino fruto de una reflexi¨®n profunda, casi filos¨®fica. Su mayor preocupaci¨®n era morir l¨²cido: "En mi caso prefiero acabar de morir, mientras tenga control sobre mi cabeza". Jorge lamentaba que le administraran antidepresivos. "?Qui¨¦n cree que pueden suplirme aquellos intensos placeres y vivencias que no olvido y las carencias de este mal vivir, seroxates [antidepresivos] tramposos, torpes, insuficientes -por qu¨¦ no con c¨®cteles placenteros? ?Qu¨¦ libertad y ¨¦tica hay en ello? ?Prohibido estar triste! ?Prohibido pensar en que esta vida es para uno un absurdo doloroso!".
Esa vida tan poco estimulante es minuciosamente descrita en otra anotaci¨®n. "Cuando aparece un d¨ªa sin contratiempos, ni sudores, ni ahogos y con buena tensi¨®n, vuelve la necesidad de vivir, de aprovechar la pausa y disfrutar con algo, cuanto menos, ponerte al d¨ªa, comunicarte y crear". Pero tambi¨¦n dec¨ªa: "Yo no encuentro sentido, aun estando sin complicaciones, a quedarme un d¨ªa y otro leyendo por encima el peri¨®dico y mirando por la ventana". Tampoco bast¨® el amor de su mujer, con la que se cas¨® despu¨¦s de haber quedado pentapl¨¦jico. "En este estado desvalido, los amores o cari?os que s¨®lo crean fuertes interdependencias est¨¦riles no hacen m¨¢s que prolongar el conflicto".
Por ¨²ltimo, una reflexi¨®n legal: "Las leyes hacen que esa peque?a diferencia entre mover o no mover un brazo supongan que pueda salir de esta estupidez por m¨ª mismo, que tenga que poner en peligro de c¨¢rcel a quien me haga de brazo o que acabe en una residencia esperando una cacotanasia".
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