EE UU afirma que la carta del l¨ªder iran¨ª no ofrece ninguna salida a la crisis nuclear
Bush considera que la diplomacia es la primera opci¨®n para frenar los planes de Teher¨¢n
El Gobierno de Estados Unidos cree que la larga carta que el presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad, ha dirigido a su hom¨®logo norteamericano, George W. Bush, no aporta nada al esfuerzo diplom¨¢tico para resolver la crisis nuclear de Ir¨¢n. "Nadie podr¨ªa encontrar en esa carta la oportunidad de negociar sobre el asunto", asegur¨® la secretaria de Estado, Condoleezza Rice. Bush, por su parte, dijo que la diplomacia "sigue siendo la primera y m¨¢s importante opci¨®n de Estados Unidos" para alcanzar el objetivo de que "los iran¨ªes no tengan armas nucleares ni capacidad para fabricarlas".
La carta, una larga disquisici¨®n pol¨ªtica, religiosa e hist¨®rica de 18 folios de extensi¨®n, "no es la carta", "no es, desde luego, una propuesta", se lament¨® Rice, que el lunes por la noche cen¨® con los responsables de la diplomacia de los pa¨ªses del Consejo de Seguridad para intentar trazar una estrategia com¨²n en la presi¨®n sobre Teher¨¢n. En el documento, explic¨® la secretaria de Estado a la agencia Associated Press, "no hay referencias espec¨ªficas a los asuntos sobre los que estamos tratando".
Lo que el portavoz del presidente Ahmadineyad, al anunciar que Bush ten¨ªa correo de Teher¨¢n, plante¨® como "nuevas soluciones" no entra en la pol¨¦mica del enriquecimiento de uranio, que la comunidad internacional sospecha que se utilizar¨¢ para desarrollar un programa de armas nucleares. El l¨ªder iran¨ª se limita a relacionar el asunto con uno de sus argumentos preferidos y protesta en la carta de que "cualquier logro cient¨ªfico y tecnol¨®gico en Oriente Pr¨®ximo es presentado como una amenaza al r¨¦gimen sionista", refiri¨¦ndose a Israel, pa¨ªs al que ha amenazado en repetidas ocasiones con "borrar del mapa".
Por lo dem¨¢s, Ahmadineyad sugiere que Bush ha ocultado datos sobre los atentados terroristas del 11-S y critica a Estados Unidos por apoyar a Israel, y a los medios de comunicaci¨®n por "contar mentiras sobre Irak". "?Le parece que pueden mantenerse las pol¨ªticas actuales?", le reprocha. Y aunque, seg¨²n el ¨²ltimo informe de Human Rights Watch, el Gobierno iran¨ª "practica la tortura de manera sistem¨¢tica" y otros abusos "en una atm¨®sfera de impunidad" que hace que "la situaci¨®n de los derechos humanos b¨¢sicos se haya deteriorado considerablemente en 2005", Ahmadineyad lamenta que las democracias occidentales "no hayan sido capaces de contribuir a que triunfen los ideales de la humanidad".
Bush no mencion¨® directamente la carta de Ahmadineyad cuando le preguntaron, en un acto en Florida, qu¨¦ es lo que har¨ªa EE UU si Ir¨¢n lograra tener una bomba nuclear. "La primera y m¨¢s importante opci¨®n es la diplomacia, y creo que podemos resolver esto diplom¨¢ticamente", dijo el presidente. "Nuestro objetivo es que no tengan la bomba", a?adi¨®, reiterando que Estados Unidos va a utilizar todos los medios a su alcance para conseguirlo. Lo m¨¢s lejos que Bush lleg¨® para responder la pregunta fue decir: "Un presidente tiene que ser capaz de decir a los estadounidenses, antes de adoptar otras medidas, que la diplomacia no funcion¨®".
Consciente de las resistencias de China y Rusia -por razones pol¨ªticas y energ¨¦ticas- para presionar a Ir¨¢n con sanciones significativas, Bush a?adi¨®: "A corto plazo, vamos a mantener el esfuerzo diplom¨¢tico, respaldado por tantos pa¨ªses como sea posible". La fase diplom¨¢tica est¨¢ en un momento "t¨¢ctico" en el que se trata de ver "c¨®mo convencemos a los iran¨ªes". La comunidad internacional "tiene el inter¨¦s com¨²n de evitar que tengan esas armas; todo el mundo comprende las consecuencias que tendr¨ªa un Ir¨¢n nuclear". El presidente prefiri¨® no responder a una pregunta relacionada con posibles sanciones econ¨®micas, si es que en alg¨²n momento se llega a un consenso en el Consejo de Seguridad de la ONU: "Creo que es muy importante, para negociar bien, no ense?ar las cartas y exponer con claridad nuestras intenciones cuando sea el momento adecuado". EE UU, alineado estrechamente con la Uni¨®n Europea en esta fase diplom¨¢tica, trata de poner en pie una pol¨ªtica de palo y zanahoria, es decir, un conjunto de medidas en las que queden claros los beneficios que Ir¨¢n obtendr¨ªa si renunciara al enriquecimiento de uranio y las sanciones que, en caso contrario, sufrir¨ªa.
Medidas de presi¨®n
Entre estas medidas de presi¨®n se han mencionado, en una primera fase, las restricciones de viajes y la congelaci¨®n de cuentas en el exterior, sanciones que afectar¨ªan a los dirigentes de la teocracia sin perjudicar a los iran¨ªes. Posteriormente, las sanciones afectar¨ªan eventualmente a las muy necesarias inversiones financieras que el pa¨ªs necesita, y que, en la estrategia de palo y zanahoria, se les brindar¨¢n a los iran¨ªes en caso de que acepten volver a la congelaci¨®n de su programa nuclear de posible uso b¨¦lico.
Mientras tanto, la carta, a pesar de la reacci¨®n oficial, ha relanzado el debate sobre la posibilidad de que haya conversaciones directas entre Estados Unidos e Ir¨¢n, una idea que recibe el respaldo de algunos destacados republicanos y de numerosos dem¨®cratas. El Gobierno no se pronuncia, pero est¨¢ cada vez m¨¢s inclinado hacia una pol¨ªtica contradictoria, con la opci¨®n abierta de las negociaciones directas que convive con la del cambio de r¨¦gimen. El Gobierno ha pedido incluso financiaci¨®n al Congreso para ayudar a los grupos democr¨¢ticos iran¨ªes y para multiplicar la cobertura de radio, televisi¨®n e Internet destinada a Ir¨¢n.
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