La prensa norteamericana y la brit¨¢nica detectaron la estafa
Los medios de comunicaci¨®n espa?oles siguieron apostando porla "econom¨ªa feliz", sin indagar en las bases de la especulaci¨®n
En mayo de 2005, hace exactamente un a?o, Neil A. Martin, periodista del prestigioso semanario financiero norteamericano Barron?s, entraba en la flamante sede de Afinsa, en la madrile?a calle de G¨¦nova. Desde hac¨ªa tres a?os, Afinsa era propietaria (67%) de la empresa Escala, l¨ªder de colecci¨®n y subasta de sellos, una sociedad que cotiza en el mercado burs¨¢til Nasdaq. El enviado especial ten¨ªa frente a s¨ª, ahora, en Madrid, a Vicente Mart¨ªn Pe?a, subdirector de contratos de inversi¨®n de Afinsa Bienes Tangibles. El periodista le extendi¨® dos juegos de sellos. Uno de ellos hab¨ªa sido emitido en 1980 por Bulgaria, y otro en 1920 por Ingermanland, una provincia de lengua finlandesa perteneciente a la corona de Suecia anexionada por la dinast¨ªa de los Romanov.
"El gran retraso en intervenir es una responsabilidad que tiene que ser compartida por todos"
"El gran problema aqu¨ª es la mal¨ªsima calidad profesional de los que pod¨ªan actuar", afirma una fuente bancaria
- ?Cu¨¢l puede ser el valor de estos sellos?- pregunt¨® el periodista, y extendi¨® fotocopias de ambos sellos.
- Su origen es demasiado reciente para ser considerado valores de inversi¨®n. Yo no los comprar¨ªa- apunt¨® Mart¨ªn Pe?a. ?De d¨®nde salen estos sellos?- pregunt¨® a su vez el ejecutivo, sin reprimir su curiosidad.
- Vienen de usted, se?or- aclar¨® el periodista, y sac¨® dos contratos de Afinsa, uno por cada juego de sellos.
El precio estipulado para uno y otro era de 600 euros. El contrato estaba firmado por Vicente Mart¨ªn Pe?a.
-Me ha pillado usted- exclam¨® Mart¨ªn Pe?a al observar los contratos. -Ha sido una muy buena trampa, pero ahora tengo ver por qu¨¦ pusimos este precio en los sellos- a?adi¨®.
En el reportaje, publicado por Barron's el 23 de mayo de 2005, se apuntaba que fuentes del mercado cifraban el verdadero valor de cada juego de sellos en 200 euros, la tercera parte del precio fijado por Mart¨ªn Pe?a.
"El tema no es acad¨¦mico. Afinsa ha despertado controversia con un programa inusual de inversiones en sellos. Los consumidores compran sellos de Afinsa y la firma garantiza rendimientos anuales del 6% al 10%. Promete recomprar los sellos, al precio de compra, al final del contrato". Y advert¨ªa: "El problema es que, como m¨ªnimo, algunos sellos, como los presentados ante Mart¨ªn Pe?a, parecen tener un valor mucho menor al que Afinsa los vende. De modo que si Afinsa pasa alguna vez por dificultades financieras y tiene problemas para honrar sus garant¨ªas, los inversores no podr¨ªan recuperar sus fondos en el mercado. Y como Afinsa no est¨¢ clasificada como instituti¨®n financiera, es objeto de una min¨ªma supervisi¨®n por parte de las autoridades".
En la informaci¨®n, Ken Lawrence, vicepresidente de la Sociedad Filat¨¦lica Americana, se?alaba que Afinsa y la sociedad Escala, controlada por la espa?ola, hab¨ªan desarrollado tal poder en el mercado que pod¨ªan ejercer presi¨®n sobre los editores de cat¨¢logos a fin de mantener precios elevados. "?Puede cualquier coleccionista o inversor guiarse en base a precios de cat¨¢logo que han sido dictados por el principal operador del mercado de sellos?", se preguntaba Lawrence. A su vez, Bob Prager, de la firma Posner Stamps de Nueva York, sosten¨ªa: "Si alguien te garantiza un rendimiento de tu inversi¨®n, te recomiendo que salgas corriendo, no caminando, hacia la salida m¨¢s pr¨®xima".
El reportaje se hac¨ªa eco, adem¨¢s, de una informaci¨®n que tuvo escaso eco en Espa?a: la denuncia p¨²blica de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (ver p¨¢gina 8) del 27 de febrero de 2004. Mira por d¨®nde, la OCU hab¨ªa hecho tres meses antes que Barron's una consulta en el mercado sobre los precios de sellos fijados por Afinsa y el resultado subrayaba que los valores estaban inflados.
Otros periodistas financieros y publicaciones secundaron en EE UU a Neil A. Martin. Uno de ellos fue Rich Duprey, de The Motley Fool, o El Estupido Variopinto, quien se preguntaba el 22 de noviembre de 2005: "?Qu¨¦ pasa cuando un esquema de pir¨¢mides se va hacia el sur?", en referencia a Espa?a. Seg¨²n Duprey, invertir en Afinsa "no es una estrategia inteligente para los consumidores... Yo vender¨ªa mis acciones (en Escala) porque Escala es demasiado dependiente de Afinsa para sostenerse y porque cualquier cambio en Afinsa ser¨¢ un bumer¨¢n que volver¨¢ a Escala".
Al recordar su vaticinio, Duprey escribi¨® el pasado 10 de mayo, tras el estallido del caso Afinsa, que la sociedad norteamericana entraba en problemas serios. "Escala ha quedado estampada", titul¨® su informaci¨®n.
En Europa, Financial Times incluy¨® un amplio reportaje de su corresponsal en Madrid, Leslie Crawford. "Los expertos en filatelia del Reino Unido dicen que los precios de los cat¨¢logos son s¨®lo una referencia y que es una norma en el negocio de sellos ofrecer fuertes descuentos sobre las valoraciones de los cat¨¢logos", se?alaba. Como ya lo hab¨ªa anticipado meses antes, en el reportaje de mayo, Barron's, tambi¨¦n el Financial Times advert¨ªa ahora, en septiembre de 2005, que los aseguradores de Lloyd's en Londres estaban cuestionando ante Forum Filat¨¦lico y Afinsa el valor de los sellos, que supon¨ªan 1.200 millones de euros para cada una de las compa?¨ªas.
Algunas repercusiones tuvieron estos art¨ªculos. En particular,despu¨¦s del reportaje de Barron's,Hiscox,compa?¨ªa aseguradora brit¨¢nica l¨ªder de Lloyd's cancel¨® su el contrato de seguros de la cartera de sellos de Afinsa contra incendios y robos.
El pasado 24 de abril de 2006, Neil A. Mart¨ªn volv¨ªa en Barron's sobre el caso Afinsa. "Los aseguradores del sindicato londinense de Lloyd's pueden estar a punto de retirar su apoyo a un importante negocio de colecci¨®n de sellos. Los aseguradores se enfrentan con un emplazamiento hasta el 1 de mayo para renovar sus p¨®lizas por robo y da?os en el negocio de Afinsa Bienes Tangibles", apuntaba. "Una retirada del los prestigiosos aseguradores ser¨ªa una p¨¦sima se?al para Afinsa y puede plantear problemas para la sociedad Escala cotizada en el mercado Nasdaq", agreg¨®.
La prensa financiera norteamericana y brit¨¢nica, pues, cumpli¨® con sus deberes en el seguimiento de los problemas que se incubaban en Afinsa, mientras que la prensa especializada y generalista espa?ola brill¨® por su desaparici¨®n y mantuvo, seg¨²n expertos financieros, su versi¨®n de la "econom¨ªa feliz", donde el negocio de los sellos era una gran oportunidad para hacer fuertes beneficiios.
El caso m¨¢s flagrante, seg¨²n fuentes de la OCU, fue la escasa importancia atribu¨ªda a la denuncia realizada por esta entidad en febrero de 2004. "La prensa extranjera se hizo m¨¢s eco de esa denuncia que los medios de comunicaci¨®n nacionales", dijo una fuente consultada. "Las llamadas telef¨®nicas que recibimos del exterior fueron numerosas. En Espa?a, las agencias de noticias transmitieron la denuncia, pero los grandes medios de comunicaci¨®n apenas reflejaron la noticia o directamente la ignoraron", a?adi¨®.
Fuentes bancarias han apuntado que la responsabilidad por el gran retraso experimentado en una intervenci¨®n como la que finalmente tuvo lugar es compartida. "El Gobierno de Aznar, el Gobierno de Zapatero, el Ministerio de Hacienda de Rodrigo Rato y el de Pedro Solbes, el Parlamento, vamos, todos tienen que asumir una responsabilidad. Aqu¨ª todos se han quedado cruzado de brazos anrte el hundimiento anunciado de Afinsa", se?al¨® la fuente. "Si los pr¨¦stamos con garant¨ªa hipotecaria est¨¢n regulados, por ejemplo, ?cu¨¢l es la raz¨®n por la cual pr¨¦stamos con garant¨ªa de sellos no?", se pregunt¨® la misma fuente. "El gran problema aqu¨ª es la mal¨ªsima calidad profesional de todos los responsables".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.