Paisaje juvenil con marca
Llama la atenci¨®n, acerca del paisaje juvenil de este festival, Cultura Urbana 06, la profusi¨®n de marcas comerciales presentes en casi todas las personas, manifestaciones art¨ªsticas y actividades de este encuentro multidisciplinar. No se trata de que sean marcas caras o de pijos, sino m¨¢s bien que todo lleva una etiqueta pegada: mochilas, zapatillas, gorras, camisetas...
Cada pabell¨®n cuenta con su patrocinador espec¨ªfico, cuya marca siempre est¨¢ en sitio muy visible, y en el pabell¨®n dedicado a los stands de los patrocinadores resulta interesante comprobar c¨®mo el p¨²blico m¨¢s joven se ha convertido en objeto del deseo para marcas de todo tipo: consolas de videojuegos, revistas, coches, proveedores de Internet o de telefon¨ªa m¨®vil, marcas de tel¨¦fonos o de refrescos...
Las hay que patrocinan masajes, trenzas hechas en el momento y hasta un circuito acrob¨¢tico para patinadores. Tambi¨¦n, entre las calles que rodean el viejo matadero de Legazpi, se ha montado un t¨ªpico callej¨®n neoyorquino con graffiti, un coche de polic¨ªa y hasta falsos agentes de la polic¨ªa de Nueva York.
Quiz¨¢ por ser directa oposici¨®n a modas juveniles anteriores -como el rock, cuyos seguidores y artistas tanto repel¨²s sent¨ªan ante el hecho de ver asociado su nombre u obra art¨ªstica a cualquier objeto de consumo-, los j¨®venes urbanitas de hoy no parecen verse afectados por escr¨²pulos de este tipo. Sin preocuparse lo m¨¢s m¨ªnimo, viven su excitante presente en un paisaje urbano que bien parece una trama de logotipos y marcas comerciales.
Es motivo de regocijo, para todos aquellos a los que les interesen las manifestaciones culturales urbanas y no elitistas, el comprobar c¨®mo las empresas, aunque s¨®lo sea con el objetivo de multiplicar sus dividendos, contemplan realizar alg¨²n tipo de inversi¨®n en un ocio para los m¨¢s j¨®venes y que a ¨¦stos realmente les interese. Ojal¨¢ generaciones anteriores lo hubieran tenido, a este respecto, "m¨¢s f¨¢cil". Aunque, como dice el refr¨¢n, m¨¢s vale tarde que nunca, y que el ejemplo cunda en otros estilos musicales.
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