El populismo cambia las reglas

La nacionalizaci¨®n del gas decretada por Evo Morales el pasado 1 de mayo no es sino la primera de una serie de medidas anunciadas -y de otras que no ha anunciado, pero sobre las que trabaja- con las que el presidente boliviano se dispone a modificar las condiciones de la presencia de empresas extranjeras en el pa¨ªs: tierra, ferrocarriles, electricidad y agua est¨¢n entre los primeros objetivos. En Per¨², tanto el nacionalista Ollanta Humala como el socialista Alan Garc¨ªa han anunciado que en el caso de vencer el pr¨®ximo 4 de junio en las elecciones presidenciales potenciar¨¢n el papel del Estado en la econom¨ªa: de nuevo hidrocarburos, miner¨ªa y electricidad est¨¢n los primeros de la lista. Las empresas espa?olas ven c¨®mo el marco legal en el que se produjo su entrada en Latinoam¨¦rica est¨¢ variando bruscamente.

La firmeza del presidente uruguayo frente a Argentina transmite un mensaje firme de seguridad jur¨ªdica a los posibles inversores en su pa¨ªs

Ciertamente, Bolivia y Per¨² no son los primeros casos de este cambio de condiciones. Desde diciembre de 2001 las empresas espa?olas en Argentina est¨¢n inmersas en un proceso negociador -que va de las mesas bilaterales a los tribunales de arbitraje, pasando por las declaraciones a los medios de comunicaci¨®n- para redefinir las condiciones en las que operan en el pa¨ªs. En 2005, Venezuela cambi¨® las condiciones en que operaban las petroleras extranjeras de una manera casi id¨¦ntica a la que ha utilizado ahora Morales. Ch¨¢vez anunci¨® adem¨¢s el pasado domingo un nuevo impuesto a la extracci¨®n de petr¨®leo.

Ambigua respuesta de Europa

Espa?a es el primer inversionista extranjero en Argentina, el segundo en Bolivia y el cuarto en Per¨². Seg¨²n el ¨²ltimo informe de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina de Naciones Unidas (CEPAL), entre las 50 mayores multinacionales no financieras que operan en Latinoam¨¦rica hay cuatro espa?olas: Telef¨®nica, Repsol, Endesa e Iberdrola, y las cuatro operan en uno o varios de los pa¨ªses m¨¢s sometidos a vaivenes y tensiones entre las administraciones y las empresas de capital extranjero. Seg¨²n el mismo informe, el sector bancario de la regi¨®n est¨¢ dominado por Santander Central Hispano (SCH) y el Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA).

"Pienso que el problema est¨¢ en los pol¨ªticos europeos, que est¨¢n dando se?ales ambiguas y eso lo pagan los inversionistas. Kirchner anuncia que no va a ceder y no cede", explica Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayor¨ªa y uno de los analistas pol¨ªticos m¨¢s prestigiosos de Argentina, para quien los gobiernos europeos dan un mensaje err¨®neo ante el populismo en Latinoam¨¦rica y la situaci¨®n se agrava porque en el interior de cada pa¨ªs el populismo a corto plazo da votos y no tiene costos econ¨®micos.

"Evo nacionaliza y la econom¨ªa sigue creciendo. La Bolsa de Caracas ha subido un 54% en 2005 y la de Buenos Aires un 35%. ?Por qu¨¦ no ser populista?", se pregunta Fraga.

"Hay que distinguir la naturaleza de las inversiones extranjeras. Las que son estrat¨¦gicas, por ejemplo en gas, pueden invertir aunque haya una alta incertidumbre", indica Marcela Cristini, economista senior de la Fundaci¨®n de Investigaciones Latinoamericanas. "Pero las inversiones extranjeras corrientes -las que miran la tasa de retorno o aprovechan el bajo coste de la mano de obra en Brasil o la alta cualificaci¨®n y bajo coste en Argentina- ponderan m¨¢s el clima de negocios y ah¨ª ganan Chile, Brasil, Uruguay y Colombia", a?ade.

Esta circunstancia est¨¢ siendo aprovechada por estos pa¨ªses que junto a los buenos indicadores econ¨®micos ofrecen, con palabras y en ocasiones con fuertes gestos simb¨®licos, seguridad a los posibles inversores. Algunas de las fuentes consultadas para este reportaje destacan como ejemplo la postura de firmeza que est¨¢ mostrando el presidente uruguayo, Tabar¨¦ V¨¢zquez, ante su hom¨®logo argentino, N¨¦stor Kirchner, en la crisis entre ambos pa¨ªses por la instalaci¨®n en Uruguay de dos f¨¢bricas de pasta de celulosa a las que se opone Argentina.

"Lo que est¨¢ haciendo V¨¢zquez es transmitir un mensaje muy fuerte de seguridad jur¨ªdica a los posibles inversores en Uruguay", se?alan dichas fuentes.

En el mismo plano se inscriben las declaraciones realizadas el pasado mi¨¦rcoles en Madrid por la ministra chilena de Econom¨ªa, Ingrid Antonijevic, quien, adem¨¢s de reiterar las condiciones de seguridad jur¨ªdica y estabilidad pol¨ªtica que exhibe Chile, mostr¨® las cartas que el Gobierno de la socialista Michelle Bachelet quiere jugar en la atracci¨®n de la inversi¨®n espa?ola en su pa¨ªs: desarrollo del turismo y desembarco de las medianas y peque?as empresas.

Precisamente, el desembarco de las pymes era uno de los objetivos que manejaba la Administraci¨®n de Rodr¨ªguez Zapatero para el caso de Argentina, despu¨¦s de la llegada en los a?os noventa de los grandes inversores en banca, comunicaciones, energ¨ªa y transporte. "Junto a estos inversores han ido llegando otras empresas de servicios de capital espa?ol, como por ejemplo seguridad o mantenimiento, pero estando como est¨¢n las cosas no es probable que lleguen muchos inversores m¨¢s. Tal vez en sectores puntuales como el vino a¨²n se produzca alguna entrada", opina un alto responsable de una empresa espa?ola en Argentina, que estima que esta situaci¨®n es aplicable a los otros pa¨ªses de la zona donde se avecinan dificultades entre las empresas extranjeras y los diversos gobiernos.

Cumplimiento a medias

"Kirchner ha estado destruyendo sistem¨¢ticamente la inversi¨®n extranjera en Argentina, pero desde el Gobierno espa?ol se le dice que lo hace muy bien y eso genera una situaci¨®n extra?a. Los mensajes a los inversores son confusos", asegura Fraga. "El modelo econ¨®mico argentino no est¨¢ definido. Para el inversor no hay transparencia de hacia d¨®nde va la econom¨ªa", matiza Marcela Cristini, para quien "el inversor no s¨®lo mira los hechos, sino tambi¨¦n las se?ales y ¨¦stas son contradictorias".

"La verdad es que lo firmado con el Gobierno argentino se est¨¢ cumpliendo", asegura a su vez un directivo espa?ol, "aunque lo que no se cumplen son los plazos. Eso, ni uno". Cristini destaca que los inversores extranjeros en la regi¨®n est¨¢n cambiando sus preocupaciones. "En los noventa se quejaban de la inestabilidad de las normativas, pero ahora preocupan la vigencia del derecho a la propiedad o la corrupci¨®n".