Un parque controlado por personas de confianza del ex presidente

Eduardo Zaplana fue el impulsor del parque tem¨¢tico Terra M¨ªtica, un proyecto "emblem¨¢tico" para la ciudad de Benidorm -de la que hab¨ªa sido alcalde- que puso en marcha poco despu¨¦s de acceder al poder en la Generalitat, en 1995. El actual portavoz del PP en el Congreso mantuvo en todo momento el control del proyecto, que puso en manos de personas de su absoluta confianza, tanto en el ¨¢mbito pol¨ªtico como en el t¨¦cnico. Empez¨® por delegar en el actual presidente de Bancaixa, Jos¨¦ Luis Olivas, que fue el primer consejero de Econom¨ªa y Hacienda del Consell del PP y que en 1999 se convirti¨® en vicepresidente del Gobierno, antes de sustituir en el cargo de presidente de la Generalitat al propio Zaplana, cuando este fue nombrado ministro en 2002.

Zaplana eligi¨® a su amigo Luis Esteban, por entonces presidente de la C¨¢mara de Comercio de Alicante, para presidir la sociedad an¨®nima creada para poner en marcha el parque. Olivas tambi¨¦n ech¨® mano de personas de su confianza para poner en funcionamiento Terra M¨ªtica. Es el caso de Miguel Navarro, al que en 1996 hab¨ªa encomendado su proyecto alternativo a la Ciudad de las Ciencias de Valencia ideada por los socialistas y al que en 1999 encarg¨® el control de las obras de Terra M¨ªtica. Poco antes, en una remodelaci¨®n del segundo escal¨®n del Consell, Zaplana hab¨ªa colocado a la m¨¦dico Amparo Flores -que hasta entonces hab¨ªa desempe?ado un alto cargo en la Consejer¨ªa de Sanidad-, al frente de la nueva Direcci¨®n General de Grandes Proyectos. Tambi¨¦n en el ¨¢mbito pol¨ªtico, Zaplana situ¨® a Gema Amor -actual consejera de Cooperaci¨®n- como directora de la Sociedad Parque Tem¨¢tico de Alicante (SPTA), creada para impulsar la urbanizaci¨®n del entorno de Terra M¨ªtica.

En el ¨¢mbito t¨¦cnico, Navarro, antiguo corredor de seguros, fue elevado a la responsabilidad de director general del futuro parque de ocio, entonces todav¨ªa en construcci¨®n. Previamente Zaplana ya hab¨ªa colocado, a trav¨¦s de su amigo Luis Esteban, a otros dos peones: Justo Valverde, entonces casado con una hermana del presidente de la Generalitat, teniente coronel del Ej¨¦rcito del Aire retirado, recibi¨® el encargo de gestionar, personalmente, la adquisici¨®n de las atracciones del parque, en las que inicialmente se iban a invertir 15.000 millones de las antiguas pesetas. Por su parte, Antonio Rinc¨®n fue situado al frente de la direcci¨®n t¨¦cnica del parque tem¨¢tico. Terra M¨ªtica, que seg¨²n las primeras estimaciones tendr¨ªa que haber abierto sus puertas al p¨²blico en septiembre de 1999 -as¨ª lo aseguraba Luis Esteban a mediados de noviembre de 1998 en una entrevista en EL PA?S- no pudo empezar a funcionar hasta el verano del a?o 2000. A finales de ese a?o un grupo de socios privados de Terra M¨ªtica rechazaba aportar m¨¢s capital a la sociedad y mostraba su disconformidad con la gesti¨®n del parque. Y en el verano de 2001 la sociedad reconoc¨ªa 500 millones de pesetas de p¨¦rdidas.

As¨ª, entre los a?os 1999 y 2001, periodo al que se refieren los dos empresarios imputados en el caso Terra M¨ªtica que han denunciado el cobro de comisiones ilegales en la construcci¨®n del parque, y en el que el proyecto pas¨® de ser emblem¨¢tico a ruinoso, Zaplana lo controlaba plenamente.

En octubre de 2001, cuando los problemas financieros de su m¨¢s ambicioso proyecto ya eran evidentes, el presidente hizo una remodelaci¨®n del Consell. Sac¨® a Miguel Navarro de Terra M¨ªtica y lo coloc¨® como n¨²mero dos de la nueva Consejer¨ªa de Innovaci¨®n y Tecnolog¨ªa -desde donde iba a controlar la adjudicaci¨®n del Plan E¨®lico- al tiempo que relevaba a Amparo Flores como responsable de Grandes Proyectos. Al frente de esa direcci¨®n general Zaplana situ¨® entonces a Gema Amor. Posteriormente, el ex presidente coloc¨® en la SPTA a otras dos personas de su confianza: Jos¨¦ Emilio Cervera Llavador y Gonzalo Morell.

Al acceder al cargo de presidente de la Generalitat Francisco Camps mantuvo en Terra M¨ªtica, pr¨¢cticamente sin modificar, la estructura que hab¨ªa heredado de Zaplana. Solo poco a poco el nuevo presidente empez¨® a cambiar las cosas, eso s¨ª, siempre pendiente de no levantar ampollas; as¨ª, por ejemplo, Gema Amor fue nombrada consejera, mientras que a Miguel Navarro le encomend¨® la supervisi¨®n del proyecto del Palau de les Arts.