"El empresario tiene sensaci¨®n de impunidad"
Juan Manuel de O?a (Almer¨ªa, 1944) es desde hace poco m¨¢s de un mes el m¨¢ximo valedor de la justicia en la persecuci¨®n de los accidentes laborales. Tras ejercer durante 19 a?os como fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Almer¨ªa, De O?a se ha convertido en el primer fiscal de sala coordinador en materia de accidentes laborales que existe en Espa?a, un cargo dependiente de la Fiscal¨ªa General del Estado. Desde un despacho sobrio, sin placas ni apenas mobiliario, en el centro de Madrid, el fiscal defiende con ah¨ªnco la necesidad de reducir el n¨²mero de accidentes y, sobre todo, de impedir que queden impunes.
Pregunta. ?Qu¨¦ puede hacer una persona sola frente al mill¨®n de accidentes que se producen cada a?o en Espa?a?
"Ir al trabajo no puede suponer jugarse la vida. Al trabajador hay que protegerlo frente a ¨¦l mismo"
"El empleo precario y los inmigrantes son los colectivos m¨¢s desprotegidos"
"La violaci¨®n de las normas de seguridad ha dejado de ser rentable por las consecuencias penales"
"La prevenci¨®n es cara, pero mucho m¨¢s lo son los resultados lesivos de los accidentes"
Respuesta. Desde luego, no estoy solo. Cuento con una red nacional de fiscales. Yo lo que voy a hacer es coordinar las secciones, crearlas donde no existan y establecer unas pautas de actuaci¨®n uniformes en toda Espa?a. Tambi¨¦n es sumamente importante dotarlas de buenas fuertes de informaci¨®n. Los ¨²ltimos datos, de 2004, indican que se incoaron s¨®lo 143 procedimientos por muertes por accidentes y hubo 955. ?Qu¨¦ pasa con las 812 restantes? ?Es que no se inco¨® procedimiento o no se hizo adecuadamente? ?O no se han registrado bien en los datos estad¨ªsticos?
P. ?A qu¨¦ atribuye ese desfase de cifras? ?No se denuncian todos los casos?
R. Son dificultades de diferente tipo. Todas las lesiones que van a un centro hospitalario se remiten al juzgado de guardia. En el parte se hace constar que es en accidente laboral. Pero si en el juzgado no se tratan como lesiones en accidente laboral, aparecen miles y miles de lesiones que se archivan.
P. ?Por qu¨¦ ocurre eso?
R. Es una de las dificultades que tenemos. Adem¨¢s de no constar que es un accidente de trabajo, hay dispersi¨®n de los procedimientos. Todav¨ªa no podemos contar con un fiscal del caso ni con juzgados especializados, como hay en violencia de g¨¦nero. Y cuando se incoan los procedimientos como accidente, la tramitaci¨®n suele durar excesivamente, a veces de forma interesada. Ah¨ª el fiscal debe actuar como dinamizador. Otra dificultad es que cuando se inicia el procedimiento, la v¨ªctima o los familiares suelen personarse en las actuaciones. Cuando son indemnizados, se apartan del procedimiento y s¨®lo se queda el fiscal.
P. Y ese proceso podr¨ªa seguir.
R. Debe seguir. Si el hecho es delito, por estar indemnizado no tiene que cesar la persecuci¨®n penal. Tiene que llegar a las ¨²ltimas consecuencias. Si no, se piensa que no pasa nada y el sujeto infractor no introduce en su cabeza mecanismos correctores. Hay que dejar claro un mensaje: la violaci¨®n de las normas de seguridad ha dejado de ser rentable por las consecuencias penales.
P. ?Por qu¨¦ existen tantos accidentes laborales en Espa?a?
R. Por falta de cultura de prevenci¨®n. En otros pa¨ªses, esa cultura est¨¢ mucho m¨¢s acusada. Muchas cosas las tenemos en nuestra propia ley. La prevenci¨®n es cara, pero mucho m¨¢s lo son los resultados lesivos de los accidentes. Es necesario imponer esa cultura de prevenci¨®n.
P. ?En qui¨¦n recae la responsabilidad de implantar esa cultura?
R. Es de todos, tambi¨¦n de los medios de comunicaci¨®n. Tenemos que se absolutamente inflexibles en siniestralidad laboral. La prevenci¨®n estricta recae sobre las autoridades laborales, los inspectores de trabajo, los gobiernos auton¨®micos... ?sos son nuestros informadores del quebrantamiento de las normas. Si se persigue, la gente pensar¨¢ que se est¨¢ jugando ir a la c¨¢rcel.
P. ?Por qu¨¦ hay tanta sensibilidad con la siniestralidad en carretera y tan poca con los accidentes laborales?
R. Efectivamente es as¨ª. No podemos quedarnos tranquilos y aceptar pac¨ªficamente la actitud fatalista que considera la siniestralidad laboral como un precio que hay que pagar por el progreso o por el aumento de la riqueza. Ir al trabajo no puede suponer jugarse la vida. La persecuci¨®n de los delitos es cada vez m¨¢s complicada, por eso la especializaci¨®n se impone. Nos encontramos con problemas de escasez de plantilla y de falta de exclusividad. La dedicaci¨®n ¨ªntegra de los fiscales ser¨ªa una de las v¨ªas de soluci¨®n.
P. ?Se va a crear una polic¨ªa espec¨ªfica para siniestralidad?
R. Ya ha habido conversaciones con Interior, con el Consejo General del Poder Judicial, con la Inspecci¨®n de Trabajo... La polic¨ªa es fundamental, pues es quien llega primero al lugar del accidente. Esa primera inspecci¨®n ocular es fundamental para el tratamiento jur¨ªdico-penal del proceso.
P. ?Cu¨¢ndo podr¨ªa empezar a funcionar?
R. Es un problema de plantilla. A lo mejor tendr¨ªa que empezar llevando simult¨¢neamente otros asuntos. Por ejemplo, la Guardia Civil, que act¨²a en incendios, pues tambi¨¦n podr¨ªa ocuparse de eso... pero depende de Interior y de la disponibilidad.
P. ?Cree que existe sensaci¨®n de impunidad en el empresario?
R. Desde luego, la respuesta penal no est¨¢ a la altura de los resultados lesivos. Si se producen 1.000 muertes al a?o y escasas sentencias condenatorias por delitos graves, la respuesta penal no es lo en¨¦rgica que deber¨ªa. Entonces se crea esa sensaci¨®n de "aqu¨ª no pasa nada", de impunidad. Todo se resuelve por la v¨ªa de la indemnizaci¨®n. Si atendemos al n¨²mero de sentencias, la respuesta penal no es adecuada. Y as¨ª, debe existir un mayor sentimiento de impunidad.
P. ?Se observa negligencia o actitudes descuidadas entre los trabajadores?
R. S¨ª, pero es que hay jurisprudencia constante del Supremo de que al trabajador hay que protegerlo frente a ¨¦l mismo. No vale como excusa: "Es que en Andaluc¨ªa hace mucho calor y no se pone el casco". Pues c¨®mprele usted uno ligero, uno de muchos m¨¢s euros, de forma que usted pueda exig¨ªrselo. La actitud del lesionado puede concurrir con la imprudencia del empleador, incluso reducir algo su responsabilidad, pero ¨¦sa no es la idea, al trabajador hay que protegerlo frente a su propia imprudencia. Hay que hacer labor de inspecci¨®n. Los inspectores ahora han aumentado, pero son pocos.
P. ?Cree que puede haber mucha siniestralidad enmascarada?
R. Puede haberla, pero cuando la consecuencia es grave es m¨¢s dif¨ªcil porque se ven implicados los centros hospitalarios. Puede que en lesiones leves esa cifra negra sea m¨¢s elevada.
P. S¨®lo el 4% de las empresas que han tenido siniestros cumpl¨ªan con todos los requisitos. ?No es escalofriante?
R. A m¨ª no me sorprende. Basta ir por la calle para comprobar c¨®mo en alguna obra no est¨¢n las barandillas ni las redes, no est¨¢ anclado el trabajador, no lleva el casco... El cumplimiento de las normas preventivas evitar¨ªa gran parte de los accidentes.
P. ?Cu¨¢les son los colectivos m¨¢s desprotegidos?
R. El empleo precario y los inmigrantes. El precario por elementales razones: el profesional formado elimina muchas situaciones de riesgo. Y entre los inmigrantes, hay que distinguir los regularizados de los que no lo est¨¢n. Como sujeto pasivo, el no regularizado es el que puede ser v¨ªctima de abusos, de explotaci¨®n... Ah¨ª tambi¨¦n tenemos que actuar intensamente, lo que pasa es que es dif¨ªcil porque no se cuenta con la colaboraci¨®n del trabajador.
P. ?Existe entre las autoridades una actitud decidida a acabar con esto?
R. Existe, sin duda alguna. Es posible que falten medios. Ah¨ª es donde tenemos que marcar el inter¨¦s, en la consecuci¨®n de estos medios.
P. De la ingente labor que tiene por delante, ?qu¨¦ le gustar¨ªa conseguir de forma inmediata?
R. Una reducci¨®n del n¨²mero de accidentes laborales, aunque la estad¨ªstica no va por ah¨ª, desgraciadamente. Y que bajaran los procedimientos penales porque han bajado los accidentes. Como trabajo inmediato, lograr que las secciones de la fiscal¨ªa funcionen. Eso se traducir¨¢ en una respuesta penal m¨¢s intensa y el ciudadano sabr¨¢ que si no act¨²a como la ley exige puede ser condenado. Y cuanto antes se consiga, mejor para el empresario, para el trabajador y para la sociedad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.