Jaque al palmeral de Elche

El primer dato estad¨ªstico que acumula la memoria de los ni?os de Elche es que por cada habitante en la ciudad (225.000) hay tres palmeras. La cifra es exagerada, porque el n¨²mero de ¨¢rboles no supera los 200.000, pero s¨ª refleja la importancia de las palmeras en el acervo ilicitano. El mimo y esmero de los agricultores a la hora de cuidar los huertos han desembocado en su declaraci¨®n como patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco hace seis a?os. No obstante, pese al celo de los propietarios, las palmeras ilicitanas no est¨¢n a salvo del ataque de plagas. La ¨²ltima, liderada por el temible picudo rojo, ha puesto en jaque la supervivencia de las plantaciones.

El palmeral ha tenido al hombre como su enemigo hist¨®rico y tuvo que sobreponerse al urbanismo depredador de los ochenta, que engull¨® una parte importante de huertos. Pero el peligro que lo azota ahora es casi indestructible. Se trata de un insecto, el Rhynchophorus ferrugineus, conocido como picudo rojo, que se detect¨® hace menos de un a?o en Elche y que ha causado ya la destrucci¨®n de m¨¢s de 3.300 ejemplares. Ninguno de los ejemplares abatidos por el insecto pertenece al buque insignia de las plantaciones, el palmeral hist¨®rico, que ha conseguido la distinci¨®n de la Unesco.

El picudo rojo es un insecto del tama?o de un escarabajo con un pico muy caracter¨ªstico del que recibe el nombre. Su comportamiento es muy agresivo: acaba con cada palmera en la que anida y se propaga con facilidad.

Los t¨¦cnicos aseguran que el origen de esta plaga es la introdcuci¨®n en Espa?a de ejemplares infectados procedentes de Egipto, a trav¨¦s del comercio ilegal. Normalmente cada palmera que llega a la Uni¨®n Europea procedente de un pa¨ªs donde existen plagas, debe reunir una serie de requisitos y pasar un periodo de cuarentena. Sin embargo, el comercio clandestino de palmeras con fines ornamentales en plazas y urbanizaciones burla la normativa. Los municipios afectados, entre ellos Elche, han solicitado que se proh¨ªba la importaci¨®n de palmeras de este pa¨ªs. La propuesta del Ministerio de Agricultura se limita a no permitir la entrada de ejemplares adultos en un radio de cinco kil¨®metros alrededor de los palmerales hist¨®ricos.

Los m¨¢s perjudicados por la plaga son los viveristas -en Elche hay m¨¢s de 500.000 ejemplares de palmera s¨®lo en viveros-, que ven c¨®mo peligra su negocio. ?stos est¨¢n obligados a extremar las medidas de protecci¨®n de sus palmeras y superar los minuciosos controles de sanidad vegetal.

El plan puesto en marcha por el Patronato del Palmeral, ente creado para proteger el palmeral, para contrarrestar la plaga (tratamientos preventivos y fumigaciones) ha logrado evitar que el picudo rojo invada el territorio del palmeral hist¨®rico, de origen cartagin¨¦s. El ataque del agresivo escarabajo est¨¢ controlado, pero los expertos dudan de su erradicaci¨®n total: s¨®lo se elimina el insecto quemando o enterrando el ejemplar afectado.