Un nacionalismo vasco difuso e integrador
Destaca la autora las aportaciones del anteproyecto de Estatuto de la Sociedad de Estudios Vascos de 1931 y el esp¨ªritu
Hace 75 a?os de que un pu?ado de personalidades de los territorios vascos de Espa?a redactara, por primera vez en su historia, un Estatuto -Estatuto General del Estado Vasco- susceptible de reconstruir la autonom¨ªa perdida en el siglo XIX, y ello mediante la constituci¨®n de un ente denominado Estado Vasco. El ambiente de la ¨¦poca no era, ni con mucho, menos interesante y acalorado que el actual (cese del fuego de ETA, pol¨¦mica sobre el Estatuto catal¨¢n, efecto mancha de aceite en el resto de las regiones espa?olas, esperp¨¦nticas alharacas identitarias desde lo alto de cada campanario). S¨®lo que, en aquel mes de mayo de 1931, primaba la discusi¨®n sobre las prerrogativas ilimitadas de la Iglesia y en torno a la urgente reforma social sobre muchas otras.
La sociedad vasca de entonces y sus elites mayoritarias no estaban preparadas para grandes cambios
Los 'estellistas' suprimieron el car¨¢cter liberal del anteproyecto de Estatuto y los socialistas lo 'bilbainizaron'
Al filo de los a?os 70 me interes¨® esta asociaci¨®n cultural, la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza (SEV-EI) y publiqu¨¦ mi primer trabajo sobre ella. Hab¨ªa o¨ªdo hablar a mi padre sobre su vertiente pol¨ªtica; ¨¦l conoc¨ªa arcanos que ya nadie m¨¢s recordaba; para ¨¦l (un nacionalista vasco ferviente), el Estatuto de Estella hab¨ªa sido el producto, corregido y aumentado, del de la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza. Comet¨ª un pecado de juventud: asum¨ª sin pensarlo esta interpretaci¨®n. Menos mal que un sexto sentido me hizo incluir, en pruebas y en nota de pie de p¨¢gina, un cauteloso anuncio sobre el "estudio de este per¨ªodo en mi siguiente trabajo sobre la Sociedad", ya que, en 1981, fue encontrado su riqu¨ªsimo Archivo hist¨®rico que, recogido por Fausto Arocena en 1936, fue guardado de tapadillo en la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa.
Durante cinco a?os m¨¢s, el an¨¢lisis de todo este acervo -m¨¢s el procedente de Salamanca, Gobiernos civiles, Diputaciones, Cortes, Presidencia del Gobierno, Consulados, archivos privados, etc., reci¨¦n abiertos entonces- me fue recolocando en el campo de batalla ideol¨®gico de la II Rep¨²blica. Sus datos me permitieron ajustar el enfoque sobre figuras y hechos pret¨¦ritos que se recib¨ªan como productos ya concluidos, cuando, en realidad, apenas comenzaban a poder ser vistos con la perspectiva que s¨®lo el contraste de diversas fuentes puede proporcionar.
Naci¨® as¨ª mi segundo estudio sobre la SEV (La construcci¨®n de una nacionalidad vasca. El autonomismo de Eusko-Ikaskuntza (1918-1931), San Sebasti¨¢n, 1990), esta vez en torno a su papel pol¨ªtico. Hab¨ªa descubierto las visiones de Manuel de Irujo y de Indalecio Prieto sobre la aspiraci¨®n autonomista vasca, la injusta demonizaci¨®n de las Gestoras republicanas de las Diputaciones vascas, la existencia de un nacionalismo vasco difuso e integrador no s¨®lo bajo la forma de partido pol¨ªtico no confesional (Acci¨®n Nacionalista Vasca), sino como patrimonio ideol¨®gico de una amplia capa de la clase pol¨ªtica vasco-navarra de esos a?os: mayor¨ªa carlo-integrista, la flor y nata de los republicanos, ciertos socialistas, lo que entonces se denominaba "vasquismo". La SEV de la preguerra hab¨ªa tenido la habilidad de poner en contacto a personalidades de la vida cultural y pol¨ªtica vasca para que idearan un anteproyecto de Estatuto que respondiera a las aspiraciones de ese nacionalismo vasco difuso e integrador:
a) Nacionalismo vasco porque concibe a parte importante de la vieja Vasconia (las Vascongadas y Navarra) como una entidad diferenciada forjada por la historia, constructo abierto pero constructo al fin.
b) Difuso porque, dentro del m¨¢s puro esp¨ªritu pimargalliano, alude a un Estado Vasco en absoluto incompatible con la unidad y bienquerencia de una patria com¨²n espa?ola; porque difumina la idea misma de fronteras f¨ªsicas o morales con ella. El Estatuto de Estado Vasco quedaba subordinado, en ¨²ltima instancia, a lo que las Cortes espa?olas y la Constituci¨®n de la Rep¨²blica acordaran.
c) Integrador debido a que, no s¨®lo no desea fronteras externas, sino tambi¨¦n porque tampoco las quiere en el interior de ese Estado Vasco, entre sus diversos componentes territoriales, en especial con Navarra, dotada de un r¨¦gimen jur¨ªdico (el de 1841) mucho m¨¢s fuerte y estable que los "vascongados". Se trata, pues, de un autonomismo nacionalitario y, adem¨¢s, laico ( fue lo m¨¢s dif¨ªcil de conseguir).
Pero, la sociedad vasca en su conjunto -y sus elites pol¨ªticas mayoritarias- no estaban a¨²n preparadas para grandes cambios y r¨¢pidos giros de volante en aquella ¨¦poca. El dif¨ªcil equilibrio de este texto se disloc¨® en pocos d¨ªas. Tal es as¨ª que, ya antes de convocarse las nuevas Cortes salidas de las primeras elecciones generales tras la Dictadura de Primo de Rivera, el Estatuto de Estudios Vascos ten¨ªa ya un abanico de reescrituras. Algunas, fieles algunas al original; no as¨ª otras que introduc¨ªan el germen de la discordia, tanto en el seno de la sociedad vasca como en la relaci¨®n con las nuevas autoridades republicanas.
El Estatuto de la SEV se convirti¨® en bandera de combate y engendr¨® siete hijos, entre los cuales:
1.- 14 de junio de 1931. El Estatuto de Estella, lectura entusiasta -confesional, municipalista y etnocentrista- del Estatuto General del Estado Vasco de la SEV que, con una sola conjunci¨®n "ya", opon¨ªa un valladar frente a la futura legislaci¨®n social de la muy social Rep¨²blica de 1931. Fue aprobado por 419 ayuntamientos vasconavarros (de un total de 552) liderados por el Movimiento de Alcaldes nacionalistas jelkides ( confesionales) encabezado por Jos¨¦ Antonio de Agirre), el 14 de junio.
2.- 15 de junio de 1931. El Estatuto General de Estado Vasco-Navarro refrendado por la ponencia de la Comisi¨®n Gestora republicana de la Diputaci¨®n de Navarra el 15 de junio, es decir, un d¨ªa despu¨¦s. Acentuaba la cosoberan¨ªa interior paritaria del Estado Vasco-Navarro y aceptaba el laicismo del mismo. Fue aprobado por 229 ayuntamientos navarros (de 267, el 88,84% de la poblaci¨®n navarra) ya entrado el verano.
3.- 21 de junio de 1931. El Estatuto General de Estado Vasco-Navarro de las Comisiones Gestoras de las Provincias de Vizcaya, Guip¨²zcoa, ?lava y Navarra. Result¨® ser el m¨¢s cercano a la fuente de todos los textos reelaborados hasta la fecha (21 de junio).
Los estellistas suprimieron car¨¢cter liberal y laico del Estatuto de la SEV, los socialistas lo bilbainizaron al romper su esquema paritario y primar el factor demogr¨¢fico. Puede decirse, pues, que, pese a los esfuerzos que, para conseguir su viabilidad, desarroll¨® ANV -gestion¨® la adhesi¨®n de la izquierda; varios de sus afiliados, junto al republicano Ram¨®n de Madariaga, fueron redactores del mismo-, la polarizaci¨®n del electorado y la radicalizaci¨®n de los partidarios del Estatuto de Estella inutilizaron el mismo y paralizaron el proceso estatutario vasco que, hasta la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n en diciembre de 1931, qued¨® de hecho en v¨ªa muerta, donde permanecer¨¢ pr¨¢cticamente hasta la guerra.
Idoia Estorn¨¦s Zubizarreta es historiadora y directora de redacci¨®n de la Enciclopedia Au?amendi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.