La muerte del jefe de Al Qaeda en Irak da un respiro a Bush
Dos 'cazas' de EE UU matan a Abu Musab al Zarqaui
Dos bombas de 250 kilos lanzadas desde sendos cazabombarderos F-16 estadounidenses acabaron con la vida de Abu Musab al Zarqaui, jefe de Al Qaeda en Irak, en una aldea cercana a Baquba, al norte de Bagdad. George W. Bush celebr¨® como una victoria la ca¨ªda de Al Zarqaui, de 39 a?os, a quien se responsabiliza de centenares de v¨ªctimas en atentados terroristas. "Se ha hecho justicia", dijo un Bush, aliviado tras meses de malas noticias para las fuerzas de ocupaci¨®n.
La ca¨ªda del terrorista jordano fue anunciada por el primer ministro iraqu¨ª, Nuri al Maliki, en Bagdad. "Al Zarqaui ha sido eliminado", dijo. Horas despu¨¦s, una p¨¢gina web islamista utilizada habitualmente por los partidarios del jordano confirm¨® la muerte de su l¨ªder.
El general George Casey, comandante en jefe de las fuerzas de EE UU, explic¨® que el cerco al hombre m¨¢s buscado de Irak duraba ya dos semanas. Su localizaci¨®n, seg¨²n Casey, fue posible gracias a informaci¨®n procedente del entorno del l¨ªder de Al Qaeda, de iraqu¨ªes residentes en la zona y de los servicios secretos jordanos. Fue a media tarde del mi¨¦rcoles cuando los dos F-16 lanzaron sendas bombas de precisi¨®n sobre la casa donde Al Zarqaui estaba reunido con otras seis personas, entre ellas su gu¨ªa espiritual. La casa qued¨® completamente destruida.
En Washington, Bush afirm¨® que la muerte de Al Zarqaui puede "dar la vuelta a la situaci¨®n" en Irak, aunque puntualiz¨® que quedan muchas dificultades por delante y de nuevo pidi¨® paciencia a los estadounidenses. "Es un duro golpe para Al Qaeda y una significativa victoria en la guerra contra el terror", dijo el presidente de EE UU cuya popularidad se encuentra en el nivel m¨¢s bajo desde su primera elecci¨®n. El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, calific¨® el suceso como "una buena noticia".
Al Zarqaui era el rostro m¨¢s sanguinario de la insurgencia iraqu¨ª. Utiliz¨® Internet como arma propagand¨ªstica, al difundir v¨ªdeos en los que sus partidarios -y a veces ¨¦l mismo- decapitaban a sus v¨ªctimas.
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