Tecnolog¨ªa 'made in Spain'
En Espa?a a¨²n queda mucho camino por recorrer en investigaci¨®n, pero lo tenemos muy claro como consumidores. 01 Sin embargo, algunos nombres de origen nacional ocupan un merecido lugar en el mercado mundial. 02 Tambi¨¦n nuestra industria del videojuego vuelve a tomar posiciones. 03 Y la invasi¨®n de novedades no deja de alimentar a compradores ansiosos de emociones
Los indicadores mundiales sobre industria y avance tecnol¨®gico no son muy felices para Espa?a. En la cola de los pa¨ªses desarrollados, la necesidad de que las empresas inviertan en I+D+i se ha convertido en un mantra que, ahora s¨ª, se saben todos los pol¨ªticos. Aunque las cifras siguen siendo feas, oteando el mapa industrial espa?ol aparecen nombres que se han ganado el respeto internacional y que est¨¢n en los mercados mundiales con un impensable made in Spain.
Hay ejemplos obvios, como el de Telef¨®nica, y otros nombres que s¨®lo suenan donde deben sonar, como el de Regina Llopis, directora general del grupo AIA, que vende en Estados Unidos y M¨¦xico sus programas de control energ¨¦tico, que detectan blanqueo de capitales, o desarrollan aplicaciones que predicen cu¨¢ndo una canci¨®n se convertir¨¢ en ¨¦xito comercial.
Los fundadores de Next Limit eran, en la principal feria de Estados Unidos, los ¨²nicos espa?oles en un sal¨®n que visitan 50.000 profesionales
"Exportar no es para nosotros una oportunidad epis¨®dica o un complemento al negocio dom¨¦stico. Era estrat¨¦gico (Javier Monzon, de Indra)
"Nuestra sorpresa en Cebit fue que la gente prescind¨ªa de d¨®nde ven¨ªamos. Lo ¨²nico que le interesaba era que el producto respondiera"
En este reportaje se cuentan algunas de esas historias de ¨¦xito. Son empresas grandes o peque?as, pero en todas hay convicci¨®n, empe?o y riesgo.
V¨ªctor Gonz¨¢lez e Ignacio Vargas son dos j¨®venes ingenieros, de 32 y 34 a?os, que en 1998 decidieron crear una empresa en Madrid, Next Limit, dedicada al desarrollo de simuladores de elementos f¨ªsicos, como olas o turbulencias, para el mundo de las tres dimensiones (3D). "Empezamos con algunas ideas y poco dinero, lo justo para crear la empresa. Los ordenadores los trajimos de casa. Era como un hobby y se convirti¨® en una empresa", recuerda V¨ªctor. Durante cuatro a?os estuvieron llamando a todas las puertas para darse a conocer. "Fuimos a ense?arlo donde sab¨ªamos que hac¨ªa falta. Estuvimos en la principal feria en Estados Unidos con un stand de tres por tres y la mochila al hombro. ?ramos los ¨²nicos espa?oles en un sal¨®n que visitan 50.000 profesionales". Pese a ello, reconocen lo importante que fue la difusi¨®n gracias a Internet. Next Limit hab¨ªa encontrado su hueco y no iba mal. "Estuvimos creciendo lentamente hasta 2001, cuando entr¨® un socio inversor. Aport¨® lo justo para pasar de 6 a 16 empleados y afrontar las cosas desde otro nivel. La empresa dej¨® de ser un juguete y pas¨® a ser algo m¨¢s serio. Ahora somos 20 personas", comenta Ignacio.
Pero ?c¨®mo una empresa as¨ª logr¨® hacerse un hueco? "B¨¢sicamente, gracias a dos claves", afirman. "Desarrollamos una herramienta ¨²nica e independiente de otros programas, y la personalizamos para que encajara en el flujo de trabajo de las grandes empresas como Disney, Dreamworks o Bluesky. Por otro lado, nuestra soluci¨®n realiza la simulaci¨®n mediante part¨ªculas, lo que aporta ventajas frente a los modelos tradicionales, dando m¨¢s realismo y facilidad de uso para grafistas".
Su producto estrella se llama Real Flow. "Es un programa de simulaci¨®n de l¨ªquidos. Ha sido utilizado para crear los mares de lava de El se?or de los anillos o las escenas de deshielo de Ice Age 2, adem¨¢s de otras secuencias en Harry Potter, Chicken Little o la inminente Poseidon. All¨ª donde hay agua estamos nosotros", afirma V¨ªctor con cierto humor. Ahora contin¨²an desarrollando otras herramientas. "Tenemos un simulador de luz, y trabajamos en otros conceptos de simulaci¨®n, como roturas y explosiones, que son muy dif¨ªciles de recrear por ordenador". "Nuestras ventas en el extranjero significan un 90%, y nos sentimos orgullosos de haber ganado recientemente dos premios IST [Information Society of Technology], que son como los Oscar europeos a la innovaci¨®n".
Otro nombre desconocido en el planeta medi¨¢tico de las grandes marcas es DS2. Su fundador, el ingeniero de telecomunicaciones Jorge Blasco, disfrutaba en 1998 de un c¨®modo trabajo en Bruselas para la Uni¨®n Europea tras una brillante vida laboral que le hab¨ªa llevado a empresas como Telef¨®nica, ITT, Alcatel o IBM. Pero le rondaba una idea: utilizar las l¨ªneas el¨¦ctricas para transmitir informaci¨®n, y dise?ar y producir los microchips necesarios para ello. Un par de grupos industriales de la provincia de Castell¨®n creyeron en su proyecto y naci¨® Dise?o de Sistemas de Silicio (DS2), con sede en Paterna (Valencia).
En el a?o 2000, Endesa entra a formar parte de la sociedad con la compra del 15% de DS2, y en septiembre de 2003 la empresa japonesa Itochu compr¨® un 2%. En la valoraci¨®n que se hizo posteriormente se estim¨® el valor de la compa?¨ªa en 255 millones de euros. ?C¨®mo se ha recorrido este camino? Con tenacidad y un producto que les ha convertido en l¨ªderes mundiales en su sector: chips de acceso a Internet que alcanzan los 200 megabytes por segundo y que han sido premiados en las mayores ferias de consumo electr¨®nico.
Ahora han ampliado su l¨ªnea de producci¨®n con procesadores destinados a convertir las redes dom¨¦sticas en redes de transmisi¨®n de informaci¨®n. A principios de este a?o, la organizaci¨®n Opera, que marca las caracter¨ªsticas que deben tener en Europa los equipos dedicados a este tipo de conexiones, ha elegido los dise?os de DS2 como base para la expansi¨®n de estas tecnolog¨ªas. Esta organizaci¨®n est¨¢ integrada en la Universal Powerline Asociation (UPA), que tambi¨¦n ha adoptado los chips de DS2 como est¨¢ndar. "Espa?a es un pa¨ªs con un potencial tremendo para formar investigadores capaces de producir innovaciones, pero le falta la infraestructura adecuada para dar salida a este talento", comenta Blasco. El triunfo les ha llevado a abrir oficinas en Tokio y Santa Clara; su facturaci¨®n ha alcanzado los 100 millones de d¨®lares, y en su sede de Paterna son ya m¨¢s de 130 empleados. La luz se extiende por el mundo.
En apenas un mes, Indra ha sido noticia porque se ha adjudicado, como explicaba la prensa local, "el boletaje del tren suburbano" de M¨¦xico, dos centros de simulaci¨®n para pilotos de helic¨®pteros del ej¨¦rcito turco o la puesta en marcha de un centro de emergencias en Madrid para agilizar los tiempos de respuesta. Pero tambi¨¦n se puede encontrar Indra en la vanguardia de la implantaci¨®n del voto electr¨®nico y recuentos electorales, en la tecnolog¨ªa de control del tr¨¢fico a¨¦reo y en el creciente universo de la administraci¨®n electr¨®nica. Naci¨® en 1993 de una fusi¨®n de empresas espa?olas, tanto p¨²blicas como privadas. Javier Monz¨®n, su presidente, recuerda que Indra recogi¨® la herencia de algunas empresas que ya estaban en el empe?o de salir al mercado internacional. Tras una fase de acomodo interno, la compa?¨ªa renueva su esfuerzo por estar en el mercado exterior. "Quer¨ªamos una empresa internacional porque era una manera de contrastar la calidad de nuestra oferta y para diversificarla. Exportar no era para nosotros una oportunidad epis¨®dica o un complemento al negocio dom¨¦stico. Era estrat¨¦gico".
Con el lema de ser capaces de competir en cualquier lugar del mundo, Indra est¨¢ ahora en m¨¢s de 50 pa¨ªses. Y est¨¢ en entornos exigentes. Tanto porque lo son sus clientes -"somos la ¨²nica compa?¨ªa no estadounidense que es contratista de simulaci¨®n para su Armada"- como porque trabajan con sistemas cr¨ªticos, de fallo cero. Como l¨ªder mundial en control de tr¨¢fico a¨¦reo, por ejemplo, no se puede permitir el m¨¢s insignificante error. Por otra parte, cuando se trabaja en la innovaci¨®n tecnol¨®gica no basta con implantar la m¨¢quina o el programa, tambi¨¦n se han de definir nuevos procesos de trabajo para sacar el m¨¢ximo rendimiento. De ah¨ª que entre la oferta de la compa?¨ªa tambi¨¦n figura la consultor¨ªa para acompa?ar al cliente en el aprovechamiento de tecnolog¨ªa.
Con sede en Madrid y m¨¢s de 10.000 empleados, su volumen de negocio internacional ronda el 40% de la facturaci¨®n -con un 70% de la misma en Europa-, pero apenas un 13% de la plantilla est¨¢ fuera de Espa?a. Es el dibujo de una empresa exportadora. "Ahora, el reto fundamental, adem¨¢s de seguir desarrollando nueva oferta, es mantenerse como empresa global, pero localiz¨¢ndonos en los mercados. Aumentar las distintas identidades locales de las compa?¨ªas para beneficiarnos de una mayor cercan¨ªa al mercado". Indra ya cuenta con presencia local permanente en Estados Unidos (Orlando, Florida), Alemania, Polonia, China, Chile, Brasil, Argentina y M¨¦xico.
En el terreno de la democracia elec-tr¨®nica, Indra no est¨¢ sola. Los ciudadanos de Neuchatel (Suiza) votan por Internet con tecnolog¨ªa espa?ola. En los Estados de Mendoza (Argentina) y Victoria (Australia), los votantes tambi¨¦n eligen a sus candidatos desde ordenadores conectados a la Red. El software de Scytl les proporciona la seguridad que los procedimientos electorales precisan hasta el final del escrutinio. Scytl es una empresa salida de un grupo universitario de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona en 2001 que investigaba c¨®mo dar seguridad a los sistemas de votaci¨®n electr¨®nicos mediante t¨¦cnicas de cifrado. Tras las controvertidas elecciones en Florida que dieron el triunfo a George Bush en las presidenciales de Estados Unidos vieron la oportunidad de dar "salida comercial a las investigaciones de laboratorio", explica Pere Vall¨¨s, su consejero delegado. Al frente del equipo de seis personas se puso Andreu Riera, autor de una de las dos ¨²nicas tesis doctorales sobre seguridad en el voto electr¨®nico en Europa.
Ten¨ªan un doble objetivo: buscar financiaci¨®n y poner en pr¨¢ctica, creando software, lo que hab¨ªan dibujado en la pizarra desde 1994. El resultado es Pnyx, una familia de aplicaciones inform¨¢ticas que permite realizar por medios electr¨®nicos todo tipo de elecciones con las mismas garant¨ªas que se dan en los procesos electorales tradicionales, basados en papel. Adem¨¢s, a?ade Vall¨¨s, "nuestro sistema ofrece la posibilidad de que el votante pueda verificar que su voto ha sido tenido en cuenta durante el recuento mediante un recibo". La compa?¨ªa ostenta cinco patentes que cubren unos cien pa¨ªses del mundo, con las que abarcan tanto el voto electr¨®nico presencial como el telem¨¢tico, por Internet o a trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil.
Tras un periodo de pruebas se lanzaron a la conquista del mercado internacional de la mano de Hewlett Packard, entre otros socios comerciales como la consultora Accenture, en Espa?a; Oracle, en la Uni¨®n Europea, o Telef¨®nica, en Am¨¦rica Latina. Al mismo tiempo recib¨ªan el reconocimiento por su labor innovadora con el primer premio del ICT Prize que otorga la Comisi¨®n Europea "entre 400 candidatos", mientras sus est¨¢ndares de seguridad se han convertido en el mantra que se aplican las autoridades europeas y norteamericanas para votaciones electr¨®nicas.
Cinco a?os despu¨¦s de su lanzamiento, Scytl sigue siendo una compa?¨ªa independiente. El 80% de sus 32 trabajadores son ingenieros de telecomunicaciones, programadores, desarrolladores de software y expertos en criptograf¨ªa que se dedican a la "innovaci¨®n constante", una manera permanente de rendir homenaje a su fundador, Andreu Riera, que muri¨® en accidente de tr¨¢fico el pasado marzo a los 35 a?os. Su legado permanece.
Con 17 a?os, Xavi M¨¢rquez desarroll¨® su primer programa inform¨¢tico. Corr¨ªa 1989. "Era un sistema de gesti¨®n para granjas de conejos que funcion¨® bastante bien". Tanto que le permiti¨® ganarse un dinero para sacarse la carrera de ingeniero industrial. Diez a?os despu¨¦s, en plena crisis tecnol¨®gica, decidi¨® montar su propia puntocom y transformar un sencillo programa en una potente base de datos capaz de gestionar miles de variables diferentes. "Se controla todo, desde la inseminaci¨®n hasta la muerte del animal. Incluso el estr¨¦s. La herramienta no s¨®lo permite planificar las tareas diarias, sino que facilita el m¨¢ximo rendimiento de la granja".
Agritec Software exporta, a trav¨¦s de Internet, sus programas especializados en explotaciones ganaderas de cerdos, vacas, ovejas o conejos. Desde su creaci¨®n, en 2000, ha vendido unas 2.500 licencias comerciales, especialmente en Estados Unidos y Canad¨¢. Hace a?o y medio, la norteamericana Smithfield Foods, que produce m¨¢s de un mill¨®n de cerdos anuales para consumo humano, eligi¨® su aplicaci¨®n Porcitec para instalarla en la m¨¢s innovadora de sus divisiones. El programa gestiona para cada hembra un historial con m¨¢s de 300 variables, como ecograf¨ªas, partos, inseminaciones, alimentaci¨®n, n¨²mero de jaula, etc¨¦tera.
Agritec Software es una peque?a empresa totalmente virtual. No tiene ni oficina. Sus nueve colaboradores, dispersos por el globo, se relacionan a trav¨¦s de la telefon¨ªa IP. Entre India y Espa?a se reparten los programadores. En Argentina dise?an la p¨¢gina; en Estados Unidos viven los consultores del cerdo y del ganado ovino, y en Espa?a, los consultores del vacuno. "Lo m¨¢s interesante de esta estructura es trabajar con gente con talento, con independencia de su ubicaci¨®n. Y la ubicuidad: puedo estar de vacaciones en Australia y nadie se da cuenta". Los cuatro programas, que cuestan entre 300 y 3.000 euros seg¨²n el tama?o de la granja, est¨¢n en catal¨¢n, castellano, ingl¨¦s, ¨¢rabe, malayo, let¨®n, italiano, hebreo, polaco, rumano y ambas versiones del chino (tradicional y simplificado).
De momento, M¨¢rquez, de 34 a?os y padre de tres ni?os, no tiene intenci¨®n de ampliar el negocio, a pesar de "las presiones que recibo para ir a m¨¢s. Tengo muy claras las prioridades en mi vida, que no pasan por vivir para trabajar. El modelo actual me permite conciliar perfectamente la vida familiar y la profesional, y hasta tengo tiempo para m¨ª. Quiz¨¢ en el futuro vender¨¦ la empresa, pero de momento me divierte mi trabajo. ?Qu¨¦ m¨¢s puedo desear?".
El invento, una antena fractal, recibi¨® en 1998 el Gran Premio del Consejo Europeo para las Ciencias Aplicadas. Fue creado por el grupo de investigaci¨®n de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a que dirig¨ªa Carlos Puente.
"Un objeto fractal no var¨ªa de forma sea cual sea la escala a la que se observa. Su aplicaci¨®n permite desarrollar antenas multibanda cada vez m¨¢s peque?as sin perder prestaciones y a bajo coste de producci¨®n para el fabricante", asegura Rub¨¦n Bonet, consejero delegado de Fractus, empresa salida de ese grupo en 1999 con el objetivo de convertir la investigaci¨®n en tecnolog¨ªa aplicada para telefon¨ªa m¨®vil, electr¨®nica y automoci¨®n. En menos de diez a?os, Fractus se ha especializado en el sector de la telefon¨ªa m¨®vil y tiene hasta filial en Corea del Sur. La empresa es titular de 42 familias de patentes que cubren la pr¨¢ctica totalidad del globo.
Al principio, en Fractus eran "cuatro trabajadores, pero siempre con una clara vocaci¨®n internacional. Hoy somos 40 s¨®lo en la sede central de Sant Cugat del Vall¨¨s, y m¨¢s del 50% se dedica al I+D. Para ser puntero en la innovaci¨®n, nunca puedes parar". Mientras los popes del Foro Econ¨®mico de Davos reconoc¨ªan en 2005 su tecnolog¨ªa, ellos segu¨ªan investigando c¨®mo integrar la antena en el chip. Ya lo han conseguido. "La antena es tan y tan peque?a, tan microsc¨®pica, que desaparece como componente para integrarse en el semiconductor". Una soluci¨®n que permite adem¨¢s que cualquier aparato -"desde una nevera hasta el televisor con chip integrado"- se convierta en inal¨¢mbrico, sin cables.
Por el camino ha quedado el sector del autom¨®vil. La automoci¨®n est¨¢ en manos de la multinacional Ficosa, que compr¨® el 50% de su participaci¨®n en Advanced Automotive Antennas (A3), empresa que ambas crearon en 2002 y que comercializa antenas que se pueden integrar en los espejos retrovisores o el sensor de lluvia.
Cuando Panda Software, desde Bilbao, cre¨® su primer antivirus a finales de 1990 detectaba 62 pat¨®genos; ahora hay m¨¢s de 120.000. Mikel Urizarbarrena, su fundador, ingeniero t¨¦cnico mec¨¢nico, hab¨ªa empezado tres a?os antes una empresa, la segunda en su joven historial, de software para autoescuelas. Ten¨ªa 26 trabajadores. "Un programador me ense?¨® un virus, el ping-pong, y no hab¨ªa nada para combatirlo". Entre su esposa, Berta, y ¨¦l pusieron los 5.000 euros fundacionales de Panda. Ahora la compa?¨ªa tiene 700 trabajadores en Espa?a y otros 800 en m¨¢s de 50 pa¨ªses.
En los a?os noventa, los virus eran un mal local. Internet era desconocido y viajaban lentamente en los disquetes sobre programas ejecutables. Las compa?¨ªas de antivirus eran tambi¨¦n locales. El gran cambio se produce a partir de 1995, con la popularizaci¨®n de Internet, el correo electr¨®nico y maliciosas mejoras t¨¦cnicas de los virus. "Es el momento de la globalizaci¨®n. Ya no tiene l¨®gica el antivirus local, y vimos que iba a ser complicado subsistir con las compa?¨ªas norteamericanas dando r¨¦plica global al peligro, tambi¨¦n global, de los virus. La respuesta fue la internacionalizaci¨®n. Si no sal¨ªamos fuera ¨¦ramos vulnerables". Trabajaron d¨ªa y noche hasta catalogar 6.000 virus y su ant¨ªdoto, adem¨¢s de conseguir las certificaciones de calidad internacionales que acreditaran el producto.
En el a?o 1996, Panda acudi¨® a la feria alemana de Cebit. "?bamos acomplejados. Pens¨¢bamos que presentarnos como espa?oles nos perjudicaba. La sorpresa fue que la gente prescind¨ªa de d¨®nde ven¨ªamos; lo ¨²nico que les interesaba era el producto, que ¨¦ste respondiera". Al a?o siguiente regresaron. "No hab¨ªamos progresado en el mercado internacional. Ven¨ªamos de crear un producto s¨®lido, con mucha investigaci¨®n detr¨¢s, pero la expansi¨®n era cero. La respuesta fue crear una franquicia en cada pa¨ªs. Ellos crean la franquicia y nosotros ponemos la marca y la tecnolog¨ªa. Sin ser conscientes de ello est¨¢bamos acudiendo a la f¨®rmula de pensar en local y actuar en global".
En estos 15 a?os han cambiado los virus y la cultura sobre ellos. "Hasta mediados de los a?os noventa, ni la gente, ni las empresas eran conscientes de que necesitaban un antivirus". Pero en 2000 comienzan las grandes epidemias, y ya nadie lo discute. Igualmente, los autores de virus cambian de estrategia. "Antes buscaban la notoriedad con infecciones masivas. Los virus ten¨ªan nombres que terminaban siendo populares". Ahora, los autores de virus buscan el negocio. "Crean bichos con tecnolog¨ªas combinadas, muy insidiosas, que entran en el ordenador calladamente, y ah¨ª roban claves, secuestran archivos, etc¨¦tera".
A los nuevos virus hay que hacerlos frente con nuevos conceptos. Son las suites de seguridad, que no s¨®lo reaccionan ante un nuevo virus, sino que han de anticiparse y detectar la amenaza -"frenar lo desconocido"-. Su tecnolog¨ªa TruPrevent trabaja con ingenios que manejan conceptos gen¨¦ticos y heur¨ªsticos.
Mikel Urizarbarrena no cree que la historia haya terminado. "El 80% de los productos que vamos a consumir dentro de 10 a?os todav¨ªa no est¨¢n inventados". Sigue siendo imprescindible investigar e innovar. Cree que en Espa?a hay gente preparada para estos retos, pero le preocupa que haya poca cultura empresarial y de riesgo.
Espa?a, centro de ensamblaje y dise?o
Aunque existe la imagen de que todo el hierro inform¨¢tico llega de f¨¢bricas asi¨¢ticas, en Espa?a hay importantes centros de ensamblaje y dise?o. Son apellidos como Beep, Investr¨®nica, Supratech, Cofiman (UPI), ADL o Infinity System. Unos se dedican m¨¢s al mercado corporativo; otros, al cliente final. Unos tienen red de tiendas; otros, no. En cualquier caso -como comenta Fernando Molera, uno de los hermanos fundadores de Infinity-, tambi¨¦n Dell es un ensamblador.
"A nadie se le ocurre dise?ar el procesador o la tarjeta de memoria". Los Molera ten¨ªan una tienda en Guadalajara, luego abrieron dos m¨¢s y decidieron dar el salto a la producci¨®n. Ahora, Infinity es una f¨¢brica con m¨¢s de 500 trabajadores en Guadalajara y, curiosamente, es una marca que no tiene sus propias tiendas. "Sab¨ªamos lo que necesitaban las tiendas. Empezamos como mayoristas y en 2001 abrimos la f¨¢brica". Cinco a?os despu¨¦s, la marca Airis est¨¢ en port¨¢tiles, MP3, pantallas planas? "Diversificamos porque el mercado de las telecomunicaciones y la inform¨¢tica es muy duro".
?D¨®nde est¨¢ el I+D si los componentes son de terceros? "Por un lado, hay tecnolog¨ªa a la hora de fijar las configuraciones que m¨¢s convienen al cliente; en nuestro modelo de entrega bajo demanda, y dise?o en lo est¨¦tico". Que Airis se ha consolidado lo demuestra que ha suministrado para Angola m¨¢s de 3.000 m¨¢quinas con lector de huella dactilar, para evitar intrusiones en ellas, y que tiene abierto un litigio en China porque alguien ha pirateado en aquel pa¨ªs la marca.
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