Trampas de lo real
Conviene aclararlo de entrada, para no llamarse a enga?o: contra toda l¨®gica, el personaje de Timothy Treadwell, militante ecologista, amante de los osos y literalmente merendado por uno, un aciago d¨ªa de octubre de 2003 en el parque nacional de Katmai, en Alaska, existi¨®. Y conviene hacerlo porque, tra¨ªdo a las pantallas por ese maestro del exceso que es Werner Herzog, se dir¨ªa que es ante todo una criatura de ficci¨®n, uno m¨¢s de los pobladores de esa nebulosa, fant¨¢stica, apasionante galer¨ªa de locos geniales y personajes inclasificables, de Lope de Aguirre a Fitzcarraldo, del escalador Reinhold Messner al mism¨ªsimo Dalai Lama, que el alem¨¢n ha ido construyendo, contra viento y marea, a lo largo de cuarenta a?os de carrera.
GRIZZLY MAN
Direcci¨®n: Werner Herzog. Int¨¦rpretes: Timothy Treadwell, Annie Huguenard, Marnie Gaede, David Letterman, Kathleen Parker. G¨¦nero: documental, EE UU, 2005. Duraci¨®n: 103 minutos.
Treadwell como criatura herzogiana: ?c¨®mo no ver en el un tanto disparatado (con perd¨®n) naturalista, en su obsesi¨®n por los grandes osos marrones de Alaska, y en su muerte, acompa?ado por su novia, Annie Huguenard, la impronta de un gui¨®n del alem¨¢n? Hombre inc¨®modo en el mundo de los otros hombres, perseguidor de un sue?o casi imposible, la comuni¨®n con los osos en medio de una naturaleza no agredida a¨²n por la voracidad capitalista, Treadwell es abordado con una intenci¨®n que abona la sospecha: son demasiado buenas las im¨¢genes captadas por la c¨¢mara del naturalista, vienen demasiado bien a la construcci¨®n dramat¨²rgica de su peripecia personajes como la ex novia, con esos pendientes de ositos; o esos padres que mantienen la colecci¨®n de osos de peluche del muerto; hasta esa performance en el late show de David Letterman.
Pero tal vez sean ¨¦sas las benditas circunstancias en que se gesta todo buen documental, y no hay que hacer ascos a los hallazgos m¨¢s o menos fortuitos de un cineasta como Herzog. Por encima de las im¨¢genes de este filme inteligente y agudo campan la sospecha: ?realmente ese tipo era un visionario, o simplemente un orate? Herzog no responde: hace tiempo que el buen cine nos deja solos ante las trampas de lo real.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.