Terapias

De mezclar sentimientos, sexo y un div¨¢n puede resultar un tocho de Freud o, como en este caso, una comedia deudora de los grandes t¨ªtulos cinematogr¨¢ficos del g¨¦nero, por supuesto americanos. Porque americano es el autor (Christopher Durang), para empezar, as¨ª que sus referentes deben andar cabalgando entre Billy Wilder y Woody Allen. A eso se le pone una pizca de siglo xxi y ya tenemos una excusa original para volver sobre el siempre recurrente chica conoce chico o viceversa. Me explico. Chico conoce chica, pero a trav¨¦s de un chat. !Qu¨¦ solos estamos en la aldea global, Dios m¨ªo!. Total que, cansados del teclado, deciden pasar al carne y hueso, a la posibilidad del roce. Y quedan en un bar. Y empiezan las sorpresas. Y hasta aqu¨ª puedo leer; perd¨®n, escribir. En un din¨¢mico y bien armado ir y venir de escenas y espacios, encontrar¨¢ el espectador razones para re¨ªr y razones para pensar en lo que somos y todo eso. El montaje viene de llevarse varios galardones en los premios esc¨¦nicos que se entregan en la Comunidad Valenciana y de arrasar en taquilla.

A ver qu¨¦ pasa en Madrid, que tiene un p¨²blico tan imprevisible. Lo cierto es que La Pavana, compa?¨ªa responsable de estas Terapias, tiene una s¨®lida y coherente trayectoria, ya que hace poner confianza en el asunto. Al frente del reparto sobresale Marta Belenguer, que muchos reconocer¨¢n como uno de los personajes del programa que lleva temporadas arrasando en la peque?a pantalla, C¨¢mera Caf¨¦, de Tele 5. Parece ser, a juzgar por algunas cr¨ªticas, que, como todos los compa?eros de reparto, la mujer est¨¢ que se sale. Lo dicho: alta comedia y enredo. El amor y la felicidad est¨¢n ah¨ª afuera, acechando. Y ojo con los psicoanalistas, que a veces despistan.