Ignorados por los compa?eros de colegio

El 6,6% de los alumnos reconoce haber sido rechazado o ignorado por sus compa?eros, seg¨²n una encuesta encargada por el Defensor del Menor. Es decir, dos estudiantes de cada aula -tomando una media de 28 alumnos por clase- sufren que sus compa?eros les hagan el vac¨ªo. ?sta es una de las conclusiones del estudio

Convivencia, conflictos y educaci¨®n en los centros escolares de la Comunidad de Madrid

que present¨® ayer el Defensor del Menor, Pedro N¨²?ez Morgades,

Otro de los hallazgos es que el 9,1% de los escolares admite que someti¨® a este tipo de vejaci¨®n a sus compa?eros de pupitre. "Los propios alumnos se reconocen maltratadores ps¨ªquicos", destac¨® ?lvaro Marchesi, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Evolutiva de la Universidad Complutense y autor del estudio, que aclar¨® que, al admitirlo, los j¨®venes hablan de un comportamiento habitual.

M¨¢s v¨ªctimas a los 10 a?os

Los resultados de esta encuesta, realizada a 4.460 alumnos de entre 10 y 16 a?os y 1.356 profesores, dibujan una situaci¨®n preocupante sobre las relaciones entre los escolares: los chicos admiten que insultar y hacer el vac¨ªo son las principales formas de maltrato. Marchesi destaca tambi¨¦n que, frente a otros estudios, la encuesta muestra que la mayor¨ªa de los casos de maltrato entre alumnos se da entre los de quinto y sexto curso de primaria (10 y 11 a?os). "Los alumnos mayores tienen mayor capacidad de enfrentarse con a sus agresores, mientras que los peque?os son m¨¢s vulnerables y no cuentan con estructuras de apoyo como los amigos", explica.

Tambi¨¦n apunta una diferencia significativa entre sexos: "Los hombres manifiestan un comportamiento m¨¢s agresivo en todas las formas de maltrato que las mujeres", indica el estudio.

Mientras el 8,8% de las chicas reconoce que insulta, la cifra asciende al 12,2% entre los muchachos. En cuanto a la violencia f¨ªsica, el 6,1% de ellos reconoce cometerla, frente al 2% de las j¨®venes.

"La mera existencia de alg¨²n tipo de maltrato debe movernos a la reflexi¨®n, porque tenemos una responsabilidad con los maltratados", puntualiz¨® Marchesi, que record¨® que, en t¨¦rminos generales, el acoso sexual es residual, pues s¨®lo reconoce haberlo sufrido el 2%. Las amenazas llegan al 4,6%.

En cambio, el catedr¨¢tico subraya las cifras tan altas de alumnos que reconocen haber insultado o hablado mal de sus camaradas. Un 13% afirma que ha sufrido este tipo de conducta, mientras que un 10,7% la ha cometido. "La convivencia no es un problema estrictamente escolar, sino social y educativo y debe ser un valor asociado a la buena escuela", consider¨® Marchesi. Seg¨²n el catedr¨¢tico, hasta ahora los informes sobre el funcionamiento de la educaci¨®n, entre los que cit¨® el Informe Pisa, tienen en cuenta ¨²nicamente factores como el conocimiento en lengua y matem¨¢ticas y, en su opini¨®n, a ellos debe a?adirse la convivencia.

Tambi¨¦n record¨® que los problemas graves en los centros los achacan, tanto profesores como alumnos, a la presencia de menores conflictivos. "Provocan una situaci¨®n muy dif¨ªcil para los profesores, pero tambi¨¦n pueden llegar a maltratar a sus compa?eros. Lo normal es que su comportamiento impida dar clase", consider¨®.

"Quiero enviar un mensaje tranquilizador a la sociedad", manifest¨® N¨²?ez Morgades, que recalc¨® que la convivencia es satisfactoria en la mayor¨ªa de los centros escolares de la regi¨®n, pues el 80% de los alumnos asegura que los profesores mantienen el orden en sus aulas.

A la luz de este estudio, el defensor del Menor enviar¨¢ una lista de recomendaciones a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n. De lo que avanz¨® N¨²?ez Morgades -fomentar la mejora de la convivencia, abordar la realidad de los menores conflictivos, pedir un refuerzo en la labor del profesor, etc¨¦tera- se deduce que se trata de propuestas muy generales y no de actuaciones concretas.