Grietas en el sue?o europeo de la aeron¨¢utica

"Si No?l Forgeard es obligado a salir por la puerta, no nos vamos a echar a llorar. Tantas veces hab¨ªa reclamado la confianza de los trabajadores para los retos de Airbus y ha aprovechado esos retos para llenarse el bolsillo". El centro de Toulouse, coraz¨®n aeron¨¢utico de Francia y sede de Airbus, est¨¢ abarrotado de j¨®venes dispuestos a bailotear con las bandas que asoman cada a?o en la calle con motivo de la Fiesta de la M¨²sica. Pero George Daout, responsable del sindicato CGT en Airbus Francia, no parece de humor. Menos a¨²n Julien Talavan, secretario general de la central con mayor peso en la empresa, Force Ouvri¨¨re (FO). "Si quiere dramatizar, si quiere hundir a la compa?¨ªa, no hace falta ni que hablemos", espeta.

La plantilla de Airbus, la mayor divisi¨®n de negocio de European Aeronautic Defence and Space Company (EADS), que entre empleos directos e indirectos da trabajo a 50.000 personas en la regi¨®n, lleva dos semanas esperando un golpe de tim¨®n en el gobierno de la empresa, al igual que las compa?¨ªas a¨¦reas clientes y que los inversores, todav¨ªa at¨®nitos por la pulverizaci¨®n de 6.000 millones de euros en una sola jornada burs¨¢til. Fue la del fat¨ªdico 13 de junio, fecha en que EADS anunci¨® el retraso en las entregas de su mayor aparato y apuesta de futuro, el A-380.

Una breve vuelta por Toulouse permite apreciar hasta qu¨¦ punto la plantilla, a distintos niveles jer¨¢rquicos, tiene interiorizada la dimensi¨®n de sue?o europeo que representa la creaci¨®n de EADS, jur¨ªdicamente una sociedad holandesa, pero constituida por alemanes (a trav¨¦s de DaimlerChrysler), franceses (con el grupo Lagard¨¨re y el Estado franc¨¦s en el capital) y espa?oles (a trav¨¦s de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, SEPI). Un sue?o en el que el Reino Unido tambi¨¦n participa -BAE Systems controla un 20% de Airbus, hoy en proceso de venta, frente al 80% restante, en manos de EADS- y que ha sido cocinado con ingredientes tan comunitarios como el reparto entre pa¨ªses de sedes, puestos directivos y cargas del trabajo. La actual crisis corre el riesgo de desbaratarlo.

EADS, un coloso de 34.000 millones de euros de ingresos anuales que dependen en un 80% de Airbus, rechaza que esta crisis haga tambalearse una de las m¨¢s vistosas concreciones de la cooperaci¨®n europea. "Si el t¨¢ndem francoalem¨¢n no hubiera funcionado, no hubi¨¦ramos llegado tan lejos", subrayan fuentes oficiales del grupo desde Alemania. Llegar tan lejos significa que, bajo la batuta del hoy cuestionado No?l Forgeard, Airbus ha golpeado el orgullo del gigante americano Boeing y ha llegado a controlar un 52% del mercado de grandes aviones comerciales, tras superarlo tres a?os consecutivos en sus contratos con clientes. Las turbulencias son "pasajeras y en la industria aeron¨¢utica hay que pensar a largo plazo, no a cuatro a?os vista", corroboran fuentes pr¨®ximas al accionariado.

Sin embargo, EADS lidia con al menos tres desaf¨ªos. El primero, un problema de reputaci¨®n. Y no s¨®lo porque parte de su c¨²pula est¨¦ siendo investigada por un delito de presunta informaci¨®n privilegiada. El vicepresidente de la compa?¨ªa hasta hace poco m¨¢s de un mes, Jean Louis Gergorin, fue apartado tras confesar su implicaci¨®n en el caso Clearstream, la supuesta cruzada del presidente franc¨¦s, Jacques Chirac (amigo personal de Forgeard) y su primer ministro, Dominique de Villepin, para truncar la trayectoria pol¨ªtica del ambicioso ministro del Interior, Nicolas Sarkozy. "Es una mancha en el expediente que una empresa tan emblem¨¢tica tiene que borrar", opina un ingeniero espa?ol residente en Toulouse que lleva dos d¨¦cadas trabajando para Airbus y que pide no ser identificado.

El segundo frente es el repliegue de los principales accionistas privados. Lagard¨¨re y Daimler anunciaron en abril la venta de un 7,5% del capital cada uno, con la cotizaci¨®n por las nubes, sobre los 32 euros por acci¨®n. Unido esto a la salida de la brit¨¢nica BAE Systems de Airbus, en curso. Es cierto que sus intenciones eran conocidas, y que los gobiernos est¨¢n ah¨ª para garantizar negocio y respaldar un sector estrat¨¦gico. "Pero estos movimientos desestabilizan la situaci¨®n", apunta Pierre-Henri Coat, delegado del sindicato CFDT Airbus, para quien el equilibrio en EADS ha sido siempre "inestable y con atascos como la propia construcci¨®n europea" y marcado por las luchas de poder. Forgeard intent¨® desbancar como copresidente ejecutivo franc¨¦s de EADS a Philippe Camus, un eterno rival. Forgeard lo logr¨® el a?o pasado, aunque no rompi¨® entonces la bicefalia franco-alemana.

Y luego est¨¢, claro, Boeing. No compiten en el segmento del avi¨®n gigante A-380, pero los pedidos de Airbus siguen concentrados en su familia de aviones best seller, la del A-320, mientras el arma europea contra el prometedor Boeing 787 Dreamliner, el A-350, est¨¢ en fase de redefinici¨®n por las quejas de los clientes. Y eso despu¨¦s de que el A-340 no haya despegado. Los pedidos de Boeing hasta mayo de este a?o triplicaban los de Airbus.