La verdad del matrimonio
El pr¨®ximo s¨¢bado d¨ªa 8 de julio, el papa Benedicto XVI viajar¨¢ hasta Valencia para la clausura del V Encuentro Mundial de las Familias (V EMF). M¨¢s de un mill¨®n de personas se encontrar¨¢n con ¨¦l, m¨¢s los otros muchos millones que lo har¨¢n a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n social. Benedicto XVI llega a Espa?a en pleno proceso de consolidaci¨®n de su pontificado y de su figura y en un momento social y cultural bien oportuno. Su primer a?o de ministerio apost¨®lico petrino ha sido calificado, con raz¨®n, como "luminoso y sereno", "apacible y firme". Su buen hacer, su estilo propio y libre, su moderaci¨®n, su sencillez, su lucidez y su bondad han ido desvaneciendo, como si de un castillo de naipes se tratase, todos los t¨®picos, insidias y estereotipos vertidos sobre ¨¦l en los d¨ªas previos y posteriores a su elecci¨®n papal del 19 de abril de 2005 y durante sus a?os como prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe.
S¨®lo la roca del amor irrevocable entre hombre y mujer puede construir una sociedad
La oportunidad -que para los creyentes es providencial- de su visita al V EMF de Valencia viene avalada por la actual situaci¨®n de debilitaci¨®n y fragmentaci¨®n de la verdad del matrimonio y de la familia, que se vive en Espa?a y en otros pa¨ªses de Occidente, ante conocidas legislaciones y climas dominantes de opini¨®n que yuxtaponen y hasta contraponen al aut¨¦ntico modelo matrimonial y familiar con otras formas de uni¨®n y de convivencia.
Los EMF son eclesiales convocados por el Papa cada tres a?os, en los que las familias se encuentran como Iglesia dom¨¦stica y santuario de la vida para orar, dialogar y profundizar en temas de actualidad y para conocer y compartir el papel de la familia cristiana en orden a la nueva evangelizaci¨®n. Los EMF nacen, con Juan Pablo II, en 1994 y han recorrido etapas en Roma -1994 y 2000-, R¨ªo de Janeiro -1997- y Manila -2003- antes de su llegada a Valencia.
Con fecha 17 de mayo de 2005, Benedicto XVI confirmaba la convocatoria de esta magna cita de las familias en Valencia. Lo hac¨ªa con estas palabras: "Todos los pueblos para dar un rostro verdaderamente humano a la sociedad no pueden ignorar el don precioso de la familia, fundada sobre el matrimonio. La alianza matrimonial, por la que el var¨®n y la mujer constituyen entre s¨ª un consorcio para toda la vida, ordenado por su misma ¨ªndole natural al bien de los c¨®nyuges y a la generaci¨®n y educaci¨®n de la prole, es el fundamento de la familia, patrimonio y bien com¨²n de la humanidad. As¨ª pues, la Iglesia no puede dejar de anunciar que, de acuerdo con los planes de Dios (Mt 19,3-9), el matrimonio y la familia son insustituibles y no admiten otras alternativas".
Benedicto XVI, fiel a su lema "Cooperadores de la Verdad", viene, pues, a Valencia a hablar y a celebrar la verdad del matrimonio y la familia. No es una verdad contra nadie. Es una verdad, que, nacida del designo de amor de Dios, se halla inscrita en el coraz¨®n del ser humano y en la misma ley natural. Es una verdad asumida y refrendada por el cristianismo, que la eleva a la categor¨ªa de sacramento a trav¨¦s del matrimonio can¨®nico.
La verdad del matrimonio y de la familia es imagen del Dios que es amor y "se ha hecho realidad en la historia de la salvaci¨®n, en cuyo centro est¨¢n las palabras 'Dios ama a su pueblo". La revelaci¨®n b¨ªblica es "expresi¨®n de una historia de amor, la historia de la alianza de Dios con los hombres; por eso, la historia del amor y de la uni¨®n de un hombre y de una mujer en la alianza del matrimonio pudo ser asumida por Dios como s¨ªmbolo de la historia de la salvaci¨®n".
La hora actual de nuestra sociedad hace m¨¢s necesario que nunca predicar esta verdad del matrimonio y de la familia ante su creciente y legalmente amparado oscurecimiento. Entre sus causas se hallan el agnosticismo, el relativismo, el desarraigo, una concepci¨®n an¨¢rquica de la libertad y, en definitiva, la trivializaci¨®n del ser humano en su totalidad y dignidad. La Iglesia, fiel a su misi¨®n de luz de las gentes y de sal tierra, debe proponer la verdad ante tanta frag
nes ante la debilidad de los hechos y de las modas, que desfiguran y adulteran esta verdad. As¨ª sucede con las falsas concepciones del matrimonio y de la familia que no respetan el proyecto originario de Dios ni la ley natural. Algunas de sus nuevas formas son desconocidas en las culturas e historia de los pueblos y alteran y cercenan su naturaleza espec¨ªfica y exclusiva.
Por ello, la verdad del matrimonio y de la familia, que afecta a creyentes y a no creyentes, obliga a evitar "la confusi¨®n con los dem¨¢s tipos de uniones basadas en el amor d¨¦bil. S¨®lo la roca del amor total e irrevocable entre el hombre y la mujer es capaz de fundamentar la construcci¨®n de una sociedad que se convierta en una casa para todos los hombres". Y es que las diversas y aludidas formas actuales de disoluci¨®n del matrimonio -las uniones libres, el matrimonio a prueba, el seudomatrimonio entre personas del mismo sexo- "son expresiones de una libertad an¨¢rquica, que se quiere presentar err¨®neamente como verdadera liberaci¨®n del hombre".
La verdad del matrimonio y de la familia -sentido de la visita papal a Valencia- necesita tambi¨¦n de las familias cristianas. Su testimonio, su unidad y los reclamos de sus justos derechos ser¨¢n adem¨¢s el mejor argumento y su mayor fuerza ante las autoridades y los legisladores para que preserven y protejan a la familia como patrimonio de la humanidad y como lo que la familia es: la fragua de una sociedad mejor. Y la Iglesia, con su pastor supremo a la cabeza, debe contribuir a ello, tambi¨¦n con acontecimientos como el V EMF de Valencia, que ya ha comenzado y que ya espera anhelante a Benedicto XVI. Necesitamos, pues, esta visita papal. La necesita la verdad de la familia.
Jes¨²s de las Heras Muela es director de la revista Ecclesia.
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