El mejor campo, el peor enemigo
Alemania aspira a ganar a Italia por vez primera en un Mundial en su estadio talism¨¢n de Dortmund
Alemania ha pasado del escepticismo al optimismo en su Copa del Mundo. Tres de cada cuatro aficionados apoyan hoy a J¨¹rgen Klinsmann cuando hace un mes eran menos de la mitad y un portavoz de la federaci¨®n ya ha anunciado la intenci¨®n de renovar el contrato al seleccionador.
Tambi¨¦n el equipo se ha mostrado fiable. Tras un c¨®modo trayecto, el partido de cuartos ante Argentina fue una prueba dur¨ªsima. Aunque no jug¨® bien, forz¨® la tanda de penaltis y alcanz¨® las semifinales despu¨¦s de un excelente ejercicio de precisi¨®n para un plantel muy renovado, tierno y poco acostumbrado a los grandes retos. La opini¨®n generalizada es que los jugadores sabr¨¢n asumir la responsabilidad y responder a unas expectativas tan grandes que hasta los 34 monjes capuchinos de M¨¹nster se re¨²nen los d¨ªas de partido con los vecinos alrededor de una pantalla gigante para disfrutar con el f¨²tbol de sus h¨¦roes.
Y, por lo dem¨¢s, la selecci¨®n juega hoy en su escenario favorito, el Westfalenstadion, campo del Borussia Dortmund, en la cuenca del Ruhr, s¨ªmbolo del esp¨ªritu trabajador y de superaci¨®n alemanes. Nunca perdi¨® en un estadio talism¨¢n (13 victorias y un empate contra Gales en 1977) por la comuni¨®n entre la hinchada y el equipo. Futbolistas y seguidores se sienten muy cercanos y el campo es una caja de resonancia tremenda: la ciudad aguarda para hoy a m¨¢s de 200.000 fan¨¢ticos cuando el aforo del recinto es de 63.000. Aunque no juega W?rns, la afici¨®n del Borussia se siente especialmente representada por Metzelder, Odonkor y Kehl, sustituto natural de Frings, sancionado con un partido despu¨¦s de agredir a Julio Cruz en la tangana final contra Argentina.
Ya se sabe incluso que los futbolistas se han asegurado una prima de 150.000 euros por alcanzar las semifinales, premio que se doblar¨¢ si el domingo ganan el cuarto t¨ªtulo despu¨¦s de los ¨¦xitos en Suiza 54, Alemania 74 e Italia 90. El problema es justamente Italia. No hay peor enemigo que la squadra azzurra. Alemania nunca ha ganado a Italia en una Copa del Mundo: empataron a cero en Chile 62 y Argentina 78 y se impusieron los italianos en la final de 1982 en Madrid y en la semifinal de 1970. El recuerdo del Mundial de M¨¦xico es imperecedero porque ambos equipos disputaron un encuentro legendario por el marcador (4-3), el juego, la categor¨ªa de los futbolistas y por la ¨¦pica de la jornada. El equipo de Riva y Rivera dobleg¨® en la pr¨®rroga al de M¨¹ller y Beckenbauer, que disput¨® los ¨²ltimos minutos con el brazo en cabestrillo por una clav¨ªcula rota.
"Los alemanes nos tienen miedo", anuncia Toni despu¨¦s de recordar que en el ¨²ltimo amistoso jugado en marzo entre ambos su equipo gan¨® por 4-1. "Es maravilloso que los pron¨®sticos se?alen a Italia como favorita", responde Ballack; "nos veremos en el campo".
Ning¨²n equipo se siente m¨¢s a gusto con su manera de entender el juego que Italia, encantada de que la suerte del partido se dispute m¨¢s en las dos ¨¢reas que en el medio campo. M¨¢s que en el duelo Ballack-Totti, las c¨¢maras est¨¢n pendientes de los emparejamientos entre Buffon y Klose (el portero s¨®lo ha recibido un gol y, adem¨¢s, en propia puerta y el ariete es el m¨¢ximo goleador del torneo con cinco tantos) y Lehmann y Toni (el delantero es el pichichi europeo con 31 goles y el guardameta fue la figura contra Argentina). A los alemanes, Klose les recuerda a M¨¹ller mientras que los italianos dicen que Toni sigue la senda de Rossi, el artillero de 1982. ?1982? Un excelente recuerdo para Italia, a la que cuadran todos los n¨²meros porque ¨²ltimamente disputa la final cada 12 a?os: 1970, 1982, 1994 y... 2006.
Marcello Lippi, 23 partidos sin perder, recupera a Materazzi, est¨¢ pendiente de Camoranesi y aguarda a Nesta para la final. Los italianos se exigen lo que hacen en cada partido. Alemania acepta el reto: no hay mejor lugar para tomarse cumplida revancha de los azzurri que su casa de Dortmund. La semifinal tiene sello de final.
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