Los esc¨¦pticos aliados de Rusia

Pobre Rusia rica en petr¨®leo. ?Se est¨¢ esforzando tanto para que se tome en serio su presidencia de turno del Grupo de los Ocho...! El presidente Vlad¨ªmir Putin, que quiz¨¢ espere elevar las conversaciones de la cumbre presidencial que se celebrar¨¢ en San Petersburgo los pr¨®ximos 15 y 16, ha presentado un ambicioso programa. Planea dirigir a sus hom¨®logos en eruditas conversaciones sobre educaci¨®n, enfermedades infecciosas y "seguridad energ¨¦tica".

?Y qu¨¦ ha conseguido Putin a cambio de sus esfuerzos? Poca cosa. El Gobierno de Bush, dirigido por el vicepresidente Dick Cheney (pero con la aprobaci¨®n expl¨ªcita de su jefe), ha acusado recientemente a Rusia de volver a sus antiguas formas de "imperio del mal". Putin contraatac¨®, calificando a Estados Unidos de "Camarada Lobo", dispuesto a abalanzarse sobre cualquier pa¨ªs que se permita ser vulnerable. Parece crecer el suspense respecto a c¨®mo se saludar¨¢n Bush y Putin cuando se encuentren en San Petersburgo.

El presidente Putin aplic¨® hace unos a?os la pol¨ªtica de un impuesto de tipo ¨²nico y los resultados han sido casi milagrosos

Los europeos, por su parte, siguen hist¨¦ricos por haberse visto atrapados en la disputa por el gas entre Rusia y Ucrania, la cual dej¨® sus gasoductos secos unos cuantos d¨ªas a principios de a?o. El hablar de la "seguridad energ¨¦tica" con Rusia les parece como charlar sobre seguridad acu¨¢tica con el Camarada Cocodrilo.

Por supuesto, quienes desean ser verdaderamente desconsiderados se?alan lo absurdo que es que Rusia pertenezca a un club que incluye a las econom¨ªas gigantes de Estados Unidos, Alemania, Jap¨®n, Reino Unido, Francia, Italia y (en menor medida) Canad¨¢. ?Por qu¨¦ no se le da un puesto en la mesa al presidente chino Hu Jintao, cuyo pa¨ªs es econ¨®micamente el segundo m¨¢s importante del mundo (medido en precios mundiales), en lugar de a Putin? Al fin y al cabo, incluso con todos sus recursos energ¨¦ticos, y con los actuales precios del petr¨®leo y el gas por las nubes, la renta nacional de Rusia es casi igual a la de la zona metropolitana de Los ?ngeles.

Quiz¨¢ lo que Putin debe hacer es dejar de sufrir todas las cr¨ªticas y pasar a la ofensiva. Podr¨ªa empezar se?alando a sus engre¨ªdos hom¨®logos democr¨¢ticos que probablemente ¨¦l sea m¨¢s popular en Rusia que cualquiera de ellos en sus propios pa¨ªses. De hecho, podr¨ªa ganar unas elecciones justas ma?ana (aunque no se arriesgue a probarlo). No muchos podr¨ªan hacer esa afirmaci¨®n con seriedad.

Putin tambi¨¦n podr¨ªa sostener que la situaci¨®n presupuestaria de Rusia es mucho mejor que la de los dem¨¢s miembros del G-8. S¨ª, ciertamente ayuda que Siberia haya resultado ser un pozo de petr¨®leo gigantesco, y que el Estado sea el que se est¨¢ quedando con buena parte del dinero. Por ahora, el presidente de Venezuela, Hugo Ch¨¢vez, tambi¨¦n est¨¢ equilibrando los libros contables de su pa¨ªs.

Pero, para ser justos, el petr¨®leo no lo es todo. La mayor¨ªa de los economistas aconsejan a los pa¨ªses ricos que sustituyan sus c¨®digos fiscales complejos y anticuados por un solo impuesto de tipo ¨²nico, y lamentan que tan pocos pa¨ªses lo hayan intentado. No obstante, Putin aplic¨® esa pol¨ªtica hace unos a?os, y los resultados han sido casi milagrosos.

Por supuesto, a los dem¨¢s l¨ªderes del G-8 tal vez les entusiasmen menos algunos de los otros m¨¦todos utilizados por Rusia para solucionar los problemas presupuestarios. La mayor¨ªa de los miembros del G-8 parecen incapaces de conseguir el consenso pol¨ªtico requerido para adoptar medidas necesarias como aumentar la edad de jubilaci¨®n o recortar significativamente la vinculaci¨®n de las pensiones a la inflaci¨®n. Rusia, por el contrario, ha abandonado pr¨¢cticamente a sus pensionistas al dejar que sus ingresos se deval¨²en por la inflaci¨®n.

?Deber¨ªa Putin decir a sus hom¨®logos que tambi¨¦n ellos podr¨ªan equilibrar las cuentas intergeneracionales de su pa¨ªs matando de hambre a los ancianos?

Por tanto, Putin tal vez no deber¨ªa presumir demasiado de los logros de su pa¨ªs. Quiz¨¢ el mejor plan sea sencillamente dejar que corra el vodka y esperar una ronda de sonrisas en las sesiones fotogr¨¢ficas. En cualquier caso, cuando Putin diga a sus invitados que lo que pueden hacer para mejorar su "seguridad energ¨¦tica" es pagar m¨¢s a Rusia, tal vez consiga por fin el respeto que ans¨ªa.