?D¨®nde est¨¢ la autov¨ªa de Barcelona?

Una buena idea, un trayecto accidentado y un final feliz. Fernando Garc¨ªa y Mar¨ªa Escobar regresaban el jueves de Extremadura, de celebrar con un viaje en coche sus 40 a?os de matrimonio. Pero de vuelta a casa, a Villafranca del Pened¨¨s, en Barcelona, el maestro jubilado, de 64 a?os, y su esposa, de 62, ama de casa, se enredaron en las se?ales amarillas de la M-30 levantada sin encontrar la indicaci¨®n de la autov¨ªa de Barcelona. Hasta que una pareja de madrile?os tom¨® su propio coche y les gui¨® hasta su destino.

El jueves Fernando y Mar¨ªa, tras 20 minutos de dar vueltas, detuvieron su coche en un parque. Mar¨ªa estaba tan agobiada que ni se baj¨®. Despu¨¦s de un rato, pas¨® una pareja con una ni?a de la mano, a la que le pregunt¨® Fernando, tambi¨¦n concejal de Villafranca por CiU. Ven¨ªan del pediatra. "La mujer le reprochaba a ¨¦l que nos iba a mandar para otro sitio", recuerda el hombre, por tel¨¦fono, "¨¦l la tranquilizaba, pero al final nos dijeron: '?Sabe qu¨¦?, v¨¦ngase detr¨¢s de nuestro coche y les sacaremos de Madrid. Y no se asusten cuando entremos en la M-30, que pasar¨¢n los camiones casi roz¨¢ndoles". As¨ª fue. Los catalanes siguieron el coche gris de los madrile?os entre el polvo y los tr¨¢ileres, hasta que ¨¦stos, 10 minutos despu¨¦s, se?alaron el desv¨ªo. Mar¨ªa les mand¨® un beso. Fernando se qued¨® con la pena de no tener su tel¨¦fono.

Ayer, desde Barcelona, Mar¨ªa llam¨® a la alcald¨ªa de Madrid. Les pidi¨® que, por favor, se?alizaran mejor la M-30.