Sin reconocimiento oficial

Los nietos de los perdedores quieren recuperar la memoria de sus abuelos. En un movimiento que se reaviv¨® alrededor del a?o 2000, bajo la mayor¨ªa absoluta del PP, centenares de j¨®venes, en su mayor¨ªa nietos de vencidos y represaliados, han querido conocer y rehabilitar las historias tr¨¢gicas de la guerra y la represi¨®n franquista. Han reabierto fosas comunes y han presionado en sus pueblos para que retiren las calles, los monumentos y las placas franquistas. La Asociaci¨®n por la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica calcula que hay m¨¢s de 30.000 personas enterradas en las cunetas y fosas comunes de los cementerios. Dos mil familiares les han escrito para encontrar los restos de sus abuelos. Doscientos cincuenta de ellos ya han sido recuperados, lentamente, con tes¨®n.

Este movimiento ha conseguido una adhesi¨®n inesperada sobre todo entre los j¨®venes. Miles de ellos se han acercado a distintos homenajes en universidades, ayuntamientos y distintos foros.

Despu¨¦s de muchos a?os en los que los asuntos de la memoria hist¨®rica quedaron en un segundo plano, en 2002, la presi¨®n de las asociaciones lleg¨® al Congreso. Por primera vez, el PP acept¨® condenar el golpe de Estado franquista. Todos los partidos apoyaron por unanimidad, precisamente un 20 de noviembre, conmemoraci¨®n de la muerte de Franco y de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, una proposici¨®n no de ley en la Comisi¨®n Constitucional en la que se condenaba el alzamiento militar del 18 de julio de 1936.

Las asociaciones pensaron que hab¨ªa llegado el momento. Que por fin tendr¨ªan apoyo para reivindicar la memoria de los vencidos, para reabrir las fosas y, sobre todo, para acabar con los s¨ªmbolos franquistas que a¨²n perviven, el m¨¢s simb¨®lico de ellos, el Valle de los Ca¨ªdos, convertido en el gran mausoleo del dictador. Pero no fue as¨ª.

El PSOE se comprometi¨® entonces a trabajar en la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica si llegaba al Gobierno. Lo logr¨®, y en junio de 2004, s¨®lo un par de meses despu¨¦s de tomar posesi¨®n, la vicepresidenta primera, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, se comprometi¨® a realizar un informe sobre la memoria. Se cre¨® una comisi¨®n interministerial expresamente con este objetivo.

El nombre de este ¨®rgano ya demostraba el inter¨¦s del Gobierno por no reabrir viejas heridas. Comisi¨®n Interministerial para el Estudio de la Situaci¨®n de las V¨ªctimas de la Guerra Civil y del Franquismo, se llama. El Ejecutivo pretend¨ªa con ello dejar claro algo que siempre reclama el mundo conservador: en los dos bandos se cometieron atrocidades durante la guerra. A partir de esa realidad, sin embargo, el informe y la ley que prepara el Gobierno, y que dar¨¢ a conocer antes de que concluya el mes de julio, se centra en la represi¨®n franquista, cuyas v¨ªctimas no han tenido nunca un reconocimiento oficial al margen de las peque?as compensaciones econ¨®micas recibidas en los ochenta.

El Gobierno ha querido desvincular por completo la Ley de la Memoria Hist¨®rica de cualquier tipo de fecha simb¨®lica. No quiso sacarla en el entorno del 20 de noviembre de 2005, cuando se cumpl¨ªan 30 a?os de la muerte de Franco. Tampoco acept¨® presentarla, como ped¨ªan IU-ICV y ERC, alrededor del 14 de abril, 75 a?os despu¨¦s de la instauraci¨®n de la II Rep¨²blica. Y ahora tambi¨¦n ha querido que llegara el 18 de julio, 70? aniversario del golpe de Estado, sin que la ley estuviera aprobada.

El 18 de julio ser¨¢ condenado hoy de manera puntual por algunas asociaciones de republicanos y tambi¨¦n ser¨¢ conmemorado por grupos minoritarios de nost¨¢lgicos. En Segovia habr¨¢ un acto de condena oficial con la presencia de Gaspar Llamazares (IU) y de Ram¨®n J¨¢uregui (PSOE). Pero no se celebrar¨¢ ning¨²n acto oficial con la presencia del Gobierno. A pesar de que el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo han declarado esta fecha como d¨ªa internacional de condena, una iniciativa similar tuvo en el Congreso espa?ol el veto del PP. Por tanto, oficialmente se conmemorar¨¢ en toda Europa menos en Espa?a.