Cecilia Gonz¨¢lez: "Me tratan como a una igual"

La canaria Cecilia Gonz¨¢lez, junto con Mar¨ªa Soler, ha ganado una de las seis becas de la fundaci¨®n Gnome. A sus 22 a?os, acaba de aprobar en Barcelona el cuarto curso de Ingenier¨ªa Inform¨¢tica.

Cecilia Gonz¨¢lez es de Santa Cruz de Tenerife y tiene las ideas muy claras: "Desde bachillerato quer¨ªa dedicarme a una carrera t¨¦cnica, que tuviese un enfoque eminentemente pr¨¢ctico y orientado al servicio de la ciencia y la sociedad. La inform¨¢tica re¨²ne todas estas caracter¨ªsticas". As¨ª que se traslad¨® a Barcelona a estudiar la carrera.

El primer a?o de universidad descubri¨® el software libre: "Para m¨ª es una gran herramienta de trabajo y aprendizaje. Poder ver el c¨®digo que otras personas han programado te ense?a mucho cuando no tienes ni idea de c¨®mo aplicar los conceptos te¨®ricos que aprendes en clase".

Su proyecto ganador se basa en el programa libre Evolution, que gestiona el correo electr¨®nico, el calendario, las tareas y los contactos: "Cada uno de estos componentes tiene diversas funcionalidades, que se integran en la aplicaci¨®n cuando el usuario hace clic en el bot¨®n de cada uno. Sin embargo, este cambio es muy lento. Mi tarea es hacer que sea m¨¢s r¨¢pido".

Como sus compa?eras, niega que la programaci¨®n tenga algo que ver con el sexo de quien se dedica a ella: "El primer programador de la historia fue Ada Byron, una mujer. Cualquier mujer con ganas de programar puede hacerlo, aunque socialmente el perfil del inform¨¢tico es el de un hombre. Supongo que las causas radican en la educaci¨®n que recibimos: ?se regalan juegos de electr¨®nica a las ni?as?".

Seg¨²n la Universidad de Cambridge, un gran escollo para el acceso de la mujer es, precisamente, el software libre, y "su car¨¢cter eminentemente t¨¦cnico, hasta el purismo". Esta actitud se capta al observar el funcionamiento de los proyectos de software libre donde, seg¨²n Cambridge, "se da por supuesto el clich¨¦ de que las mujeres son m¨¢s h¨¢biles para organizar, comunicar y negociar, y se les asignan estos roles, con lo que se convierten en operadoras de la sociabilidad, mientras que los hombres hacen las tareas t¨¦cnicas, m¨¢s prestigiosas".

De todas formas, Cecilia Gonz¨¢lez no se arredra: "Hay m¨¢s hombres que mujeres, pero no significa que seamos poqu¨ªsimas, y ¨²ltimamente va creciendo el n¨²mero de programadoras. Yo nunca me he sentido discriminada ni perseguida, sino tratada como una igual".