Cantando sin cantar
Landis va a ganar el Tour, me dicen en ingl¨¦s a eso de las cuatro de la tarde. Lo veo complicado despu¨¦s de la explosi¨®n de ayer, respondo yo -me hubiese gustado decir petardazo, pero eso ya supera mis l¨ªmites en la lengua de los hijos de la Gran Breta?a- pensando que lo que me dicen es una opini¨®n. No, no, que va a ganarlo, que va ahora mismo en solitario, ha dejado a todos en el primer puerto y Pereiro circula a m¨¢s de nueve minutos. Vaya, resulta que es un hecho objetivo, voy a informarme.
Llamo a mis fuentes y me confirman que s¨ª, que Landis est¨¢ haciendo una etapa de antolog¨ªa. Una exhibici¨®n de esas que dicen que se hac¨ªan en el ciclismo de anta?o, en el de la prehistoria. A ese ciclismo nunca est¨¢ de m¨¢s recurrir, pero con m¨¢s raz¨®n cuando sale una carrera tan rara como ¨¦sta, tan intensa y en la que pasan tantas cosas en tan poco tiempo. Hay que buscar antecedentes, que siempre los hay. Hay que pasar de la era actual, la del carbono, a eras anteriores, la del aluminio, o la de las aleaciones, o ya si no propiamente a la del hierro, el origen de todo. Cuando se usaban rastrales, cuando no se sab¨ªa lo que era un pinganillo, o cuando cambiar de desarrollo era una acci¨®n tit¨¢nica que necesitaba ejercitar casi la mitad de los m¨²sculos del cuerpo. Aquello pas¨® a la historia, a una historia en la que yo no estoy muy versado, pero seguro que habr¨¢ por ah¨ª alg¨²n antecedente de Landis. Alguien lo encontrar¨¢.
M¨¢s tarde llego al hotel, enchufo el televisor -s¨ª, me lo encontr¨¦ desenchufado, a m¨ª tambi¨¦n me extra?¨®-, espero un poco a que se caliente el tubo -ni me acordaba de que esto pasaba con las televisiones de antes- y veo a Landis en el ¨²ltimo kil¨®metro de la ¨²ltima ascensi¨®n. Parece que va r¨¢pido. Cambian la toma, y veo a Sastre, a Moreau, al grupo de Pereiro con el que Denis est¨¢ perdiendo contacto, a Cunego... Pues s¨ª, s¨ª que va r¨¢pido; menos Sastre, todos parecen ir m¨¢s lentos.
Corona en solitario y se lanza hacia Morzine arriesgando sin arriesgar, que es un imposible, algo as¨ª como cantar sin cantar, que me lo expliquen. Y no me extra?a, yo tambi¨¦n lo har¨ªa, que se est¨¢ jugando todo un Tour.
Gana, da un pu?etazo al aire con rabia y se baja de la bici en marcha de una manera un tanto curiosa -yo no lo har¨ªa con los pedales autom¨¢ticos-. Llega Sastre, luego Pereiro, miro el tiempo. No, Landis no es el nuevo l¨ªder, ?scar conserva el maillot y Sastre ahora es segundo.
Me dijeron que Landis iba a ganar el Tour, y lo har¨¢, pero a¨²n es demasiado pronto para cantar victoria, aunque sea como he dicho, cantando sin cantar.
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