La feria el¨¦ctrica, segundo acto
El enfrentamiento pol¨ªtico-econ¨®mico por la OPA de Gas Natural entra en una nueva dimensi¨®n tras las exigencias de la CNE
Cada uno cuenta la feria seg¨²n le va. A punto de cerrarse un cap¨ªtulo transcendental del culebr¨®n de la compra de Endesa, todos los protagonistas buscan el lado positivo del desenlace. Existe el convencimiento general de que hay que alcanzar una soluci¨®n satisfactoria para todos, pero todav¨ªan quedan dificultades.
Han sido, hasta ahora, casi 11 meses desde que el 5 de septiembre de 2005 Gas Natural (GN) lanzara la oferta p¨²blica de adquisici¨®n (OPA) sobre Endesa, que para los responsables de esta empresa fue m¨¢s una ofensa que una oferta. A sus tesis, muy te?idas del antinacionalismo catal¨¢n que en esos momentos imperaba por el proyecto de Estatut, se sum¨® inmediatamente el PP, mientras el Gobierno no ocult¨® su apoyo a la operaci¨®n aludiendo al encomiable af¨¢n de crear "campeones nacionales". Y es que detr¨¢s de GN estaba (y est¨¢) La Caixa, la primera caja de ahorros de Espa?a. Para colmo, la segunda, Caja Madrid, era (y es) el principal accionista, con un 10%, del capital de la empresa opada, donde hay varios consejeros muy cercanos al PP. Surgi¨® un pulso pol¨ªtico-econ¨®mico (o econ¨®mico-pol¨ªtico) de imprevisible desenlace. Una marabunta. ?Qui¨¦n daba m¨¢s?
En seguida se supo la respuesta. Manuel Pizarro, presidente de Endesa, y los suyos se parapetaron en su fortaleza e iniciaron una defensa en toda regla, sin reparar en gastos (despachos de abogados, asesores de todo tipo, gabinetes de comunicaci¨®n...), mucho m¨¢s potente que la de su atacante. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, acus¨® a La Caixa de quererse llevar la sede de Endesa a Catalu?a (fuera de "territorio nacional", dijo en un lapso muy recordado) y alg¨²n dirigente del PP lleg¨® a sugerir que prefer¨ªa que la primera el¨¦ctrica espa?ola cayera en manos de un grupo extranjero que en las de un catal¨¢n. M¨¢s all¨¢ de las bravuconadas, los contactos pol¨ªticos no prosperaban, quedando todo pendiente de los organismos reguladores y de la justicia, ante la que las empresas se cruzaron varias demandas.
Para entonces, Endesa hab¨ªa buscado pactos en Europa, que cristalizaron en un acuerdo con la alemana E.ON, el primer grupo energ¨¦tico del mundo. Lo que en principio fue un ofrecimiento para que se quedase con el 24,9%, se convirti¨® en una oferta por el 100% mucho mejor que la de GN (25,40 euros por acci¨®n, y todo en dinero, frente a los 19,30 euros de GN, de los que dos tercios son en acciones). Para el accionista de Endesa no hab¨ªa color. Otra cosa era lo que se dirim¨ªa en terreno pol¨ªtico.
Que no era poco. La irrupci¨®n de E.ON en la batalla pill¨® desprevenidos a todos, incluso a los iniciados, a pesar de algunas filtraciones que hicieron subir el valor de Endesa un 2%. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, lo supo de boca de la canciller alemana, Angela Merkel, entrada la noche del 20 de febrero. Era lunes y los responsables de E.ON, con su presidente, Wulf Bernotat, a la cabeza, estaban en Madrid. Zapatero les convoc¨® a La Moncloa para conocer sus intenciones y leerles la cartilla. La intenci¨®n del gigante alem¨¢n iban mucho m¨¢s all¨¢ de lo que se pod¨ªa esperar de un caballero blanco (inversor que acude en defensa de una empresa que ha recibido una oferta hostil).
La tormenta arreciaba y el problema para GN y el Gobierno es que apuntaba mal. La ley no escrita del mercado, en la que gana el mejor postor, no les ayudaba ante la opini¨®n p¨²blica.
El Gobierno no tard¨® en descubrir que el Ejecutivo alem¨¢n hab¨ªa dise?ado una normativa ad hoccuando autoriz¨® la adquisici¨®n de Ruhrgas por parte de E.ON en 2002. Impuso que, en caso de que esta empresa fuera comprada por otra, el Gobierno podr¨ªa obligar a vender los activos de gas "si lo consideraba perjudicial para los intereses estrat¨¦gicos del pa¨ªs". Cuando Zapatero manifest¨® en el Senado, el mismo d¨ªa que se conoc¨ªa la OPA de E.ON, que "Espa?a quiere tener un grupo energ¨¦tico fuerte igual que Alemania", estaba apelando a ese esp¨ªritu estrat¨¦gico.
No es de extra?ar, por tanto, que el Gobierno aprobara un real-decreto en el que daba a la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) potestad para vetar la OPA de E.ON y para poner condiciones si lo cree necesario para el inter¨¦s nacional. No hay que olvidar que el el¨¦ctrico es un sector estrat¨¦gico y en ese contexto hay que enmarcar la actuaci¨®n del Ejecutivo.
Ahora bien, las exigencias de la CNE pueden encontrar serios obst¨¢culos en Bruselas al considerar que vulneran la libre competencia, en l¨ªnea con el recurso de inconstitucionalidad que present¨® el PP contra el citado real-decreto. El partido de la oposici¨®n, que hasta cierto punto ve satisfechos sus objetivos, califica de "disparate" la venta de activos propuesta por la CNE. En cualquier caso, este asunto ha puesto sobre la mesa el debate sobre la independencia que se atribuye a los organismos reguladores, como la CNE, donde, seg¨²n fuentes pol¨ªticas, se ha demostrado que se puede ser m¨¢s o menos flexible dependiendo de los intereses.
El Gobierno pretend¨ªa que la CNE allanara el camino al grupo alem¨¢n, del que se espera que ahora recurra la decisi¨®n para que se rebajen las exigencias a una cifra que considere razonable, m¨¢s acorde con el acuerdo pactado con el Gobierno a trav¨¦s del ex ministro Carlos Solchaga, que actu¨® de intermediario. Fuentes del Gobierno subrayan que la apuesta firme por un pa¨ªs abierto, como refleja la evoluci¨®n econ¨®mica y la inversi¨®n privada, en particular en el sector energ¨¦tico, donde precisamente es, junto al Reino Unido, el pa¨ªs m¨¢s liberalizado.
A E.ON le interesa sobremanera Endesa, no s¨®lo por el mercado espa?ol, tambi¨¦n porque entra en Francia, Italia y en Latinoam¨¦rica. Y si iene un final feliz, podr¨ªa deparar el cambio en la c¨²pula de Endesa con hombres de confianza del Gobierno al frente. Si sigue adelante, GN tendr¨¢ que decidir si mejora la oferta alemana, se bate en retirada o compra activos de Endesa que se pongan en venta. Es una decisi¨®n que deber¨¢ tomar La Caixa, en cuyo seno no deja de verse como un alivio que el alboroto toque a su fin. Otra cosa es lo que piense Iberdrola, que se meti¨® en el l¨ªo con el compromiso de comprar activos.Ahora, la soluci¨®n pasa por adquirir lo que Endesa debe vender.
La posibilidad que se abre para E.ON, sirve tambi¨¦n para que el sector se preste a toda suerte de alianzas. Fenosa, controlada por ACS; la italiana Enel (propietaria de Viesgo); la portuguesa EdP (de Hidrocant¨¢brico), o la francesa EDF, est¨¢n a la expectativa. El caso es, como refer¨ªa ayer una fuente del sector, que puede acabar dominado por capital extranjero y que de "campeones nacionales pasemos a campeones dependientes".
LAS CLAVES DE LA BATALLA POR ENDESA
Las exigencias de la CNE pueden encontrar serios obst¨¢culos en Bruselas
Endesa busc¨® pactos en Europa que critalizaron en la OPA de E.ON
El el¨¦ctrico es un sector estrat¨¦gico, y ello explica la actuaci¨®n del Ejecutivo
Es posible que de "campeones nacionales" pasemos a "campeones dependientes"
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