Hezbol¨¢ responde a la ofensiva israel¨ª con la mayor lluvia de cohetes de la guerra
Olmert asegura que las infraestructuras de la guerrilla en el sur de L¨ªbano est¨¢n destrozadas
Israel cant¨® victoria en el d¨ªa menos oportuno. Minutos despu¨¦s de que el primer ministro, Ehud Olmert, asegurara que "las infraestructuras de Hezbol¨¢ han sido completamente destrozadas", la milicia islamista libanesa se emple¨® m¨¢s a fondo que nunca desde el inicio de la guerra, hace 23 d¨ªas. La tormenta de cohetes Katiusha alcanz¨® su m¨¢xima virulencia, m¨¢s de 210, y un misil impact¨® a 70 kil¨®metros de la frontera, cerca de la ciudad palestina de Yen¨ªn. Jam¨¢s hab¨ªan llegado tan lejos. Las declaraciones de Olmert parecen m¨¢s bien destinadas a la poblaci¨®n ante un eventual alto el fuego.
Las laderas de los montes que bordean Kiryat Shmona, junto a la frontera libanesa, ard¨ªan ayer por la ma?ana mientras peque?as avionetas trataban de apagar los fuegos. Decenas de cohetes cayeron sobre esta desierta ciudad, la m¨¢s castigada del Estado jud¨ªo, que ha recibido el impacto de m¨¢s de 400 Katiusha desde el 12 de julio. En una base militar muy pr¨®xima, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Dan Halutz, se dispon¨ªa a ofrecer una conferencia de prensa bajo los zambombazos de la artiller¨ªa israel¨ª. "Hemos destrozado buena parte de las infraestructuras de Hezbol¨¢, les puedo asegurar que, aunque no admiten las bajas, hemos matado a unos 300 terroristas. Pero es dif¨ªcil localizar sus lanzaderas de cohetes, y conservan misiles de medio alcance de 200 kil¨®metros. Ser¨¢ imposible eliminar todo su arsenal", afirm¨® Halutz.
El jefe del Ej¨¦rcito se present¨® mucho m¨¢s comedido en sus declaraciones que el primer ministro, que proclam¨® a Reuters con triunfalismo: "Creo que Hezbol¨¢ ha sido desarmado. Su infraestructura ha sido totalmente destrozada. M¨¢s de 700 de sus puestos han sido eliminados". Y a?adi¨®, como si se tratara de un logro, que "toda la poblaci¨®n que es la base de poder de Hezbol¨¢ ha sido desplazada". Inmediatamente despu¨¦s de sus palabras comenzaba la lluvia de cohetes sobre el norte de Israel.
Ninguna ciudad septentrional qued¨® al margen de los ataques. Un hombre muri¨® mientras paseaba en bicicleta en la ciudad de Nahariya y Haifa fue de nuevo golpeada despu¨¦s de cinco d¨ªas de calma tensa. Adem¨¢s, dos cohetes Fajr-5, de fabricaci¨®n iran¨ª, impactaron en las inmediaciones de la ciudad de Afula y en las cercan¨ªas de Yen¨ªn, en la Cisjordania ocupada por Israel, a 70 kil¨®metros de la frontera con L¨ªbano. Por otra parte, en los combates en la frontera, muri¨® otro soldado israel¨ª, lo que elev¨® las bajas del Ej¨¦rcito a 37.
Las sentencias de Olmert parecen destinadas a su opini¨®n p¨²blica, a la que se prepara para un eventual alto el fuego, que se podr¨ªa alcanzar el lunes en el Consejo de Seguridad, proclamando el triunfo sobre la guerrilla chi¨ª. Ya dijo la v¨ªspera que Israel "estaba ganando la guerra". Y el diario Haaretz, en su edici¨®n en hebreo, revelaba un detalle sintom¨¢tico. "?Tienes suficiente tiempo hasta el lunes? Porque ¨¦se es el d¨ªa en que se reunir¨¢ el Consejo de Seguridad de Naciones", escribi¨® Olmert en una nota que pas¨® a Halutz durante un acto oficial el martes. El jefe del Ejecutivo se est¨¢ jugando en buena medida su futuro pol¨ªtico, porque los israel¨ªes hacen pi?a en coyunturas decisivas de su historia, como la actual. Pero ser¨¢n extremadamente exigentes con el Gobierno si la crisis se cierra en falso.
Presi¨®n diplom¨¢tica
La presi¨®n diplom¨¢tica para atajar el conflicto comienza a surtir efecto. Aunque nadie se atreve a lanzar predicciones contundentes sobre la situaci¨®n en el campo de batalla, que f¨¢cilmente puede empantanarse. "Israel continuar¨¢ luchando en el sur de L¨ªbano hasta que una potente fuerza internacional sea desplegada. Entonces seremos capaces de detener el fuego". "Nadie nos detendr¨¢ hasta que consigamos nuestros objetivos. Un alto el fuego est¨¢ fuera de discusi¨®n", coincidi¨® Halutz. Las metas son empujar a Hezbol¨¢ al norte del r¨ªo Litani, a 25 kil¨®metros de la frontera, arrasar sus arsenales y matar a cuantos dirigentes de la guerrilla sea posible. El desarme completo de la milicia chi¨ª, si es que es posible, ser¨¢ harina de un futuro costal.
Para crear esa zona de seguridad que impedir¨ªa la captura de soldados israel¨ªes y dificultar¨ªa el lanzamiento de Katiusha, los uniformados combat¨ªan ayer en varios pueblos a lo largo de toda la frontera. Una sexta brigada se uni¨® a las operaciones, sumando ya 10.000 los militares que pelean en suelo liban¨¦s. Hay prisa por expulsar a los milicianos del sur de L¨ªbano y no hay tiempo que perder. La aviaci¨®n lanz¨® octavillas conminando a toda la poblaci¨®n a huir de la zona "inmediatamente".
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