Panorama
Nos vamos de vacaciones con el mundo pendiente de declaraciones como ¨¦sta: "La actual crisis en Oriente Medio forma parte de la larga lucha entre las fuerzas de la libertad y las fuerzas del terror". Son palabras del presidente Bush. O como estas otras del primer ministro israel¨ª Ehud Olmert: "Nos hallamos al comienzo de un proceso pol¨ªtico que finalizar¨¢ con un alto el fuego bajo condiciones totalmente distintas a las que lo precedieron". O con estas de Arnaldo Otegi: "La noticia que espera el proceso (sic) y que espera el pa¨ªs es la constituci¨®n del foro de di¨¢logo multipartito". Y he aqu¨ª las de Joseba Egibar: "Hay que presionar a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero para que se mueva y reconozca el derecho de decisi¨®n de la sociedad vasca". O las de Josu Jon Imaz: "El PNV no est¨¢ dispuesto a que tengamos un di¨¢logo pol¨ªtico tutelado por ETA" (chapeau). Nos vamos, s¨ª, con Fidel Castro cediendo el poder por primera vez en 47 a?os. ?Creen ustedes que el mundo se detendr¨¢ durante un mes en esa foto fija y que nos iremos realmente de vacaciones?
No va a ser f¨¢cil que nos libremos del sobresalto mientras paseamos por el campo, o nos ba?amos en el B¨¢ltico, o contemplamos maravillados la portada de Chartres. S¨ª, bien s¨¦ que el tiempo vacacional es un tiempo distinto, un tiempo sin acontecimientos. Iba a escribir que es un tiempo pozo, no un remanso del r¨ªo que nos lleva, sino su vertido en una ilusi¨®n vac¨ªa, un pozo s¨¦ptico. Pero, en realidad, es un tiempo paralelo, el tiempo verdadero de cada cual, al que se le permite sacar la cabeza en un periodo de licencia. Libre de trabas, de todas las incomodidades que le han impedido mostrar su prelaci¨®n y que lo han ido alimentando a lo largo del a?o, ese tiempo nuestro real y verdadero no suele estar dispuesto a claudicar ni a asomarse al tiempo de la Historia, es decir, al presente, de modo que, vacantes de ¨¦ste, hacemos lo posible para ignorarlo y minimizar sus sacudidas. ?No tendemos a que todas las vacaciones se repitan, por m¨¢s que el viajero piense que todos los a?os ve cosas diferentes? El presente, sin embargo, no se repite nunca. Y lo terrible de su naturaleza reside en que acaba imponiendo sus u?as, su sangre y sus caricias. Aunque no lo hubi¨¦ramos advertido mientras contempl¨¢bamos extasiados un atardecer en Lisboa.
Con o sin nosotros, el otro tiempo, el del presente, seguir¨¢ su curso, y el que nos est¨¢ tocando vivir no parece que vaya a ser de tr¨¢mite. Occidente est¨¢ en guerra, no sabemos exactamente contra qui¨¦n -aunque se trate de una guerra defensiva-, pero lo est¨¢. Entre las declaraciones que les he citado al comienzo del art¨ªculo no todas son de la misma naturaleza, y si he incluido algunas que hacen referencia a nuestra guerrita particular vasca, lo he hecho por lo que me pueda afectar personalmente y porque no creo que se libre del influjo que pueda ejercer la otra guerra, la grande. ?Saldremos de nuestras playas, tan morenos y tan guapos, a un mundo que no podamos reconocer? No, porque, como tambi¨¦n declara el presidente Bush, la tarea ser¨¢ larga. Escuch¨¦mosle: "Durante d¨¦cadas, el statu quo en Oriente Medio permiti¨® el desarrollo de la tiran¨ªa y el terror, y como vimos el 11-S, el statu quo en Oriente Medio produjo la destrucci¨®n y la muerte en Estados Unidos, y eso tiene que cambiar". El cambio se producir¨¢ mediante la implantaci¨®n de la democracia en lugares en los que la tiran¨ªa y el terror poseen profundas ra¨ªces, y la tarea es pragm¨¢tica y asimismo idealista. Esta dura labor de "ayudar a la gente a constatar los beneficios de la democracia, est¨¢ asentando los fundamentos de la paz para las generaciones venideras".
La tarea, en efecto, est¨¢ siendo larga y, al menos de momento, en lugar de alcanzar sus objetivos parece alejarlos. Da la impresi¨®n, adem¨¢s, de que sea una guerra que busca sus objetivos, como si no los tuviera definidos previamente, una guerra m¨®vil, una guerra radar. Se trata de encontrar el cuerpo de ese aroma al que se le denomina terrorismo internacional -que quiz¨¢ carezca de cuerpo y s¨®lo act¨²e de se?uelo- y los sucesivos objetivos acaban siendo objetivos bald¨ªos. Afganist¨¢n y Sadam Hussein han resultado ser objetivos falsos. ?Ser¨¢ Ir¨¢n el aut¨¦ntico? Alg¨²n comentarista ha subrayado que el actual conflicto israel¨ª sit¨²a ya indirectamente a Ir¨¢n como enemigo, y es muy posible que nos hallemos todav¨ªa -pese a las decenas de miles que han muerto ya- en un momento de configuraci¨®n de frentes. No tengo ninguna duda de qui¨¦n va a ganar esta guerra, pero tampoco de que no nos vamos a librar de sus efectos. Feliz bronceado.
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