Normativa para evitar que los turismos queden abandonados

El m¨¦todo empleado por Jardelino para apoderarse de coche de otros y venderlos s¨®lo es posible desarrollarlo si hay una connivencia previa con el due?o del desguace. Para destruir un veh¨ªculo, las chatarrer¨ªas est¨¢n obligadas por ley a cumplimentar una serie de requisitos. El due?o del coche ha de aportar la documentaci¨®n. Si se la han robado, una declaraci¨®n jurada. Pero no vale ir a la chatarra y dejar all¨ª, sin m¨¢s, el coche para que lo trituren. La normativa que regula este sector fue modificada hace tres a?os. Se cambi¨® porque cada vez se ve¨ªan m¨¢s coches abandonados en la calle. Para darlos de baja en Tr¨¢fico, hab¨ªa que hacer papeleo y muchos conductores optaban por llevar el coche, tras quitarle la matr¨ªcula, a descampados o dejarlos abandonados en la calle.

Hoy, con el permiso de circulaci¨®n y dem¨¢s papeles del coche, es factible llevarlo a un desguace y dejarlo all¨ª sin antes haberlo dado de baja en Tr¨¢fico. El propio desguace, si dispone de la oportuna autorizaci¨®n de la Comunidad de Madrid, est¨¢ facultado para tramitar la baja. Eso s¨ª, tiene un plazo para ello y, adem¨¢s, ha de informar fehacientemente a las autoridades. Tiene la obligaci¨®n de especificar el nombre del due?o del coche, tipo de veh¨ªculo y n¨²mero de bastidor, entre otros detalles. Y. adem¨¢s, ha de demostrar el tratamiento y destino dado a los residuos del veh¨ªculo (aceites, ruedas, hierros...).

Cada seis meses debe informar a la Comunidad del n¨²mero de coches recibidos para ser triturados y explicar el destino de los citados residuos. "Si recibo 100 coches cada seis meses, me obligan a demostrar que se ha dado el tratamiento adecuado a los residuos", se?ala una fuente relacionada con el gremio del desguace de la Comunidad. Tambi¨¦n hay que demostrar el destino del hierro que se extrae de la trituraci¨®n.

Control de los residuos

Todo el hierro que generan los coches tras ser triturados es controlado por la empresa que luego lo funde. Esta empresa, bajo vigilancia de la Comunidad de Madrid, es la que adquiere el hierro de las chatarras. En el caso de los desguaces, contabiliza las toneladas de hierro prensado que le lleva cada uno de ellos. Y esas toneladas de hierro deben coincidir con el n¨²mero de coches que un desguace comunica haber prensado y, consecuentemente, con los litros de aceite declarados.

No todas las chatarrer¨ªas cumplen la normativa ni existe sobre ellas la necesaria fiscalizaci¨®n, afirman fuentes del sector. "Hay desguaces que funcionan sin control y que pueden estar enviando hierro en contenedores a otros pa¨ªses por v¨ªa mar¨ªtima", concluyen estos medios.