La fr¨¢gil mayor¨ªa de un voto
Errazti conf¨ªa en ganar en la Asamblea Nacional la batalla en favor de la coalici¨®n con el PNV
La ajustada diferencia de un ¨²nico voto (10 a 9) con la que el pasado mi¨¦rcoles triunf¨® en la ejecutiva de EA la opci¨®n favorable a acudir en solitario a las elecciones municipales y forales de 2007 ha dado paso a una nueva pol¨¦mica interna sobre la posibilidad o no de que la medida sea revocada en una pr¨®xima reuni¨®n de su Asamblea Nacional, el m¨¢ximo ¨®rgano entre congresos. El resultado refleja en su fr¨¢gil mayor¨ªa los muchos puntos d¨¦biles del forzado equilibrio interno que vive la formaci¨®n nacionalista, en cuyo sector mayoritario, hasta ahora partidario en bloque de no reeditar la coalici¨®n con el PNV, se acaba de abrir una nueva brecha.
Las diferencias en el sector oficial, que conduc¨ªa con firmeza la presidenta del partido, Bego?a Errazti, respecto a su opci¨®n de cara a los comicios de mayo eran larvadas, ya que le serv¨ªa como aglutinante el hecho de que los cr¨ªticos guipuzcoanos que encabeza I?aki Galdos siempre han defendido la conveniencia del pacto con el PNV. Ello les supuso su marginaci¨®n de los ¨®rganos nacionales del partido.
La presidenta de EA necesita para triunfar en su apuesta los votos de sus adversarios naturales
Perdido ahora el apoyo de la que ha sido su guardia pretoriana, que se ha decantado, con el secretario general, Unai Ziarreta, y el de Organizaci¨®n y portavoz parlamentario, Rafael Larreina, al frente, por la opci¨®n de presentarse en solitario, a Errazti le queda s¨®lo la posibilidad de dar la vuelta al resultado en una Asamblea Nacional que se celebrar¨¢ la pr¨®xima semana. Errazti cuenta, entre otros, con el apoyo del hombre fuerte del partido en el Gobierno vasco, el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga.
La fecha para esa reuni¨®n de la asamblea ser¨¢ confirmada ma?ana en una reuni¨®n de la ejecutiva previa a la celebraci¨®n en Vitoria del vig¨¦simo aniversario de la creaci¨®n del partido. El acto quedar¨¢ marcado simb¨®licamente por esta pol¨¦mica tan ligada a la definici¨®n de su identidad.
Errazti se enfrenta as¨ª a la herc¨²lea tarea de tratar de convencer a m¨¢s de dos tercios de los 150 compromisarios que integran la Asamblea Nacional. Su determinaci¨®n de que podr¨¢ revocar el resultado de la votaci¨®n qued¨® clara en la escueta nota que el partido difundi¨® el jueves, cuando hab¨ªa trascendido el resultado de la votaci¨®n en la ejecutiva. El texto resaltaba que EA acudir¨¢ en solitario a las elecciones "en principio". En su apuesta le ha echado un capote nada casual, el propio fundador del partido, Carlos Garaikoetxea, quien ha destacado que la decisi¨®n de la ejecutiva "no es definitiva".
La iron¨ªa de la situaci¨®n en que se encuentra Errazti es que debe contar para ello con los votos de sus adversarios naturales, los cr¨ªticos guipuzcoanos, a los que durante estos a?os ha marginado con persistencia de todos los cargos de representaci¨®n interna o institucional. As¨ª lo demuestra el hecho de que todos los guipuzcoanos de su ejecutiva -Bego?a Lasagabaster, Onintza Lasa o Mart¨ªn Aranburu, entre otros-, salvo I?aki Galdos, votaran por ir en solitario. Tendr¨¢ tambi¨¦n el apoyo de los navarros, favorables al pacto nacionalista, teniendo en cuenta que se votar¨¢ en la misma reuni¨®n la coalici¨®n Nafarroa Bai, que implica la colaboraci¨®n entre ambos partidos.
La opci¨®n que le queda a Errazti es que la divisi¨®n en su ejecutiva se reproduzca entre los compromisarios de Vizcaya y ?lava, cuyas direcciones ya apoyaron en julio de forma mayoritaria la ruptura de la coalici¨®n. ?ste es el verdadero caballo de batalla de estos d¨ªas en los que la presidenta de EA se juega su futuro, ya que a nadie se le oculta que, sea cual sea el resultado, esta dura batalla deber¨¢ tener serias repercusiones internas.
Las luchas intestinas han sido frecuentes en EA desde que Garaikoetxea dej¨® la presidencia a Errazti. Adem¨¢s de perseguir sistem¨¢ticamente a su sector cr¨ªtico, en el ¨²ltimo congreso qued¨® marginado el entonces secretario general, Gorka Kn?rr. Ahora son los n¨²meros dos y tres del partido, Ziarreta y Larreina, respectivamente, quienes se oponen a su presidenta.
La disyuntiva responde en esta ocasi¨®n, m¨¢s que a una lucha por el poder, a una motivaci¨®n ideol¨®gica, de b¨²squeda de identidad, que conecta con la reubicaci¨®n de EA en el nuevo mapa pol¨ªtico nacionalista tras la desaparici¨®n de la violencia etarra. La militancia de EA debe decidir cu¨¢l es su lugar m¨¢s apropiado, si el pacto con el PNV, hasta ahora motivado por una mezcla de supervivencia propia y oportunidad pol¨ªtica, o mantenerse en solitario para tratar de buscar en adelante una alianza con la izquierda nacionalista, que tambi¨¦n est¨¢ tomando sus posiciones. Se trata de clarificar su propia pol¨ªtica en una etapa en la que ha mantenido un doble juego: institucional junto al PNV y radical en los foros promovidos por la izquierda abertzale.
La libertad de elegir
Con sutileza a la vez que con firmeza, el PNV ha enviado mensajes a su atribulado socio, inmerso en un debate esencial para su futuro cuyo desenlace repercutir¨¢ en la formaci¨®n peenuvista, ya que, lo quieran o no, ambos partidos han sido y son vasos comunicantes.
Josu Jon Imaz transmiti¨® ayer en una entrevista en Europa Press, como ya hab¨ªa hecho el lehendakari el viernes, su "respeto" por la decisi¨®n que adopte EA, y tuvo un gesto de mano tendida: "Buscaremos compartir ¨¢mbitos de colaboraci¨®n con EA, porque es mucho m¨¢s f¨¢cil encontrarse entre partidos que podamos tener muchas cosas en com¨²n que con aquellos m¨¢s alejados", se?al¨® el presidente del PNV.
Ambas formaciones s¨ª se han coaligado con Aralar en Navarra, pero fuera de esta comunidad EA no ha intentado aproximarse a la escisi¨®n de Batasuna, con la que mantiene una pelea por la primogenitura dentro de la coalici¨®n Nafarroa Bai. En Euskadi, el probable aliado de Aralar ser¨¢ EB, con la que ya est¨¢ en conversaciones para compartir listas en mayo.
Descartado cualquier pacto con Batasuna, si finalmente no pacta con el PNV, la formaci¨®n de Errazti tendr¨¢ que aventurarse en solitario para despu¨¦s, con unos resultados ahora impredecibles en la mano, tener la libertad de elegir las alianzas m¨¢s convenientes.
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