El fracaso del 'impuesto religioso'
Con el sistema acordado ayer, la Iglesia cat¨®lica ingresar¨ªa 31 millones m¨¢s este a?o pese a la supresi¨®n de la dotaci¨®n graciosa
Ayer se escenific¨® una vez m¨¢s el fracaso del llamado impuesto religioso, pactado por la Conferencia Episcopal en 1987 con el Ejecutivo de Felipe Gonz¨¢lez como sistema transitorio de financiaci¨®n (para tres a?os). Ha durado 19 a?os, con m¨ªnimas variaciones, y disgust¨® a todos. Se acord¨® entonces que los cat¨®licos adjudicasen a su iglesia el 0,5239% de la cuota del IRPF. El pr¨®ximo ejercicio presupuestario ser¨¢ el 0,70%. Los obispos ped¨ªan -y esperaban- el 0,82%.
La decisi¨®n tomada ayer en Consejo de Ministros se aleja del compromiso aceptado por ambas partes en 1987 de llegar a la autofinanciaci¨®n de esta confesi¨®n religiosa. Tambi¨¦n contradice compromisos expresos de miembros del Gobierno y del partido que lo sustenta, el PSOE, en el sentido de que hab¨ªa que acabar, m¨¢s pronto que tarde, con el actual sistema de asignaci¨®n tributaria directa. No s¨®lo no se suprime, sino que se incrementa con generosidad.
Los obispos dijeron ayer, en nota oficial, que el acuerdo les supon¨ªa la "renuncia a la exenci¨®n del IVA" y la "renuncia al llamado complemento presupuestario". En realidad, el pago del IVA era una exigencia de la Uni¨®n Europea, que llevaba a?os apremiando al Gobierno, incluso con amenaza de sanciones, para que exigiera a esta iglesia la aceptaci¨®n de una norma de obligado cumplimiento para todas las instituciones europeas. Respecto a "la renuncia" del complemento presupuestario, la Iglesia cat¨®lica recibir¨¢ con creces, con este aumento del porcentaje de la cuota, lo que perder¨¢ con la supresi¨®n de dotaci¨®n graciosa. Ayer hizo las cuentas el delegado de Econom¨ªa del arzobispado de Barcelona, Antoni Matabosc: los ingresos pasar¨¢n de los 144 millones de euros que entreg¨® Hacienda al episcopado en 2006 a m¨¢s de 175 millones el pr¨®ximo a?o.
Los obispos se mostraron en 1988 contentos, incluso regocijados, con el acuerdo de financiaci¨®n provisional pactado con el Gobierno socialista. Pronto bebieron del c¨¢liz de la decepci¨®n. Lo que el historiador canadiense William J. Callahan llama "la tradicional taca?er¨ªa del cat¨®lico espa?ol" se escenifica sobre todo en las comunidades m¨¢s ricas, como Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco, donde apenas el 20% de las declaraciones a Hacienda (el 33% media nacional) incluyen la X en la casilla eclesi¨¢stica.
Hacienda est¨¢ ingresando este a?o en una cuenta de la Conferencia Episcopal, en dep¨®sitos mensuales, 144,24 millones de euros. Es la partida principal del presupuesto del m¨¢ximo organismo eclesial, fijado en noviembre de 2005 por la asamblea de obispos en 157,711 millones. Aparte los 144,24 procedentes de las arcas del Estado con el calificativo de "asignaci¨®n tributaria" (el 80% v¨ªa IRPF de los cat¨®licos, el resto como dotaci¨®n graciosa del erario p¨²blico), la jerarqu¨ªa presupuest¨® ese a?o peque?os ingresos, como un "donativo" de 6.000 euros y 12,47 millones a aportar por las di¨®cesis (68, m¨¢s el arzobispado castrense).
Adem¨¢s de esta asignaci¨®n tributaria, el Estado financia cada a?o con "m¨¢s de 3.000 millones" - seg¨²n el propio Ejecutivo; el doble si se hace caso a c¨¢lculos independientes-, gran parte de las actividades de la Iglesia romana en educaci¨®n, sanidad, asistencia social, m¨¢s los salarios del profesorado de catolicismo -15.000 docentes- y los del millar de capellanes hospitalarios, penitenciarios o castrenses. Diferentes administraciones p¨²blicas, sobre todo auton¨®micas, aportan adem¨¢s, cada a?o, decenas de millones de euros para la conservaci¨®n del ingente patrimonio inmobiliario eclesi¨¢stico.
Elevar el actual porcentaje del IRPF al 0,82% de la cuota de cada declarante cat¨®lico era s¨®lo una de las opciones que contemplaba la Iglesia cat¨®lica. Tambi¨¦n el Gobierno hubiera preferido otras f¨®rmulas, en especial las habladas ya en 1987, es decir, aquellas que permitieran la autofinanciaci¨®n de esta confesi¨®n mediante donaciones y desgravaciones fiscales. Ese fue el compromiso. No ha sido posible, pese a lo firmado en Roma el 3 de enero de 1979. Dice el art¨ªculo 2.5 de aquel acuerdo: "La Iglesia cat¨®lica declara su prop¨®sito de lograr por s¨ª misma los recursos suficientes para la atenci¨®n de sus necesidades. Cuando fuera conseguido este prop¨®sito, ambas partes se pondr¨¢n de acuerdo para sustituir los sistemas de colaboraci¨®n financiera por otros campos y formas de colaboraci¨®n econ¨®mica entre la Iglesia cat¨®lica y el Estado".
Amplios sectores del PSOE y muchos constitucionalistas, adem¨¢s del resto de la izquierda, consideran inconstitucional el actual mecanismo de financiaci¨®n directa a una confesi¨®n religiosa. Sobre todo, teniendo en cuenta que las otras religiones con "notorio arraigo" en Espa?a (musulmanes, protestantes y jud¨ªos), se reparten este a?o apenas tres millones de euros previa creaci¨®n de una fundaci¨®n y siempre que no los destinen al pago de salarios de cl¨¦rigos o a actividades de culto.
Creen los obispos que el sistema vigente hasta ayer fracas¨® porque el porcentaje del IRPF fijado en 1987 result¨® ser "claramente insuficiente". No es seguro que el actual 0,70% vaya a satisfacerlos en el futuro pr¨®ximo. Un estudio de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa concluy¨® en abril de 2005 que la Iglesia cat¨®lica es ahora la instituci¨®n m¨¢s desprestigiada entre los j¨®venes. Por su parte, la encuesta del CIS de mayo pasado indic¨® un declive que no para de agudizarse: pese a que el 77,3% de los espa?oles se declaran cat¨®licos, s¨®lo el 15,1%, de ellos va a misa "casi todos los domingos" y apenas el 1,9% lo hace "varias veces a la semana". El 52,5% "casi nunca" acude a una iglesia, y el 11,5% lo hace una vez al mes.
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