Las 'tops' est¨¢n de vuelta

Mientras Linda Evangelista, de 41 a?os, toma el postre en un restaurante madrile?o, sus compa?eros de mesa comentan la total ausencia de modelos en la portada de la edici¨®n estadounidense de la revista Vogue, copada desde hace a?os por actrices. Ella enarca una de sus c¨¦lebres cejas, se vuelve hacia su representante y le espeta: "?Puedes arreglar eso? ?Cons¨ªgueme la pr¨®xima portada!". Todo el mundo se r¨ªe ante la parodia. Pero la canadiense, diosa de las pasarelas en la d¨¦cada de los noventa, no s¨®lo se r¨ªe de la actitud que la hizo famosa. Tiene un as en la manga. En esta noche de junio, embarazada de cinco meses, ella ya sabe que ser¨¢ la portada del n¨²mero de agosto de la revista. El n¨²mero lleg¨® a los quioscos unas semanas despu¨¦s, y en ¨¦l, Linda no estaba sola. La acompa?an, entre otras, Christy Turlington, de 37 a?os; Naomi Campbell, de 36, y la ubicua Kate Moss, de 32. "La venganza de las supermodelos: vuelve 20 a?os despu¨¦s, m¨¢s de moda que nunca y cont¨¢ndolo todo sobre envejecer", rezaba el titular de la portada. "No lo llames un retorno", advert¨ªa, en cambio, la revista W.

Esta cabecera estadounidense tambi¨¦n publicaba un extenso reportaje fotogr¨¢fico, Chicas de portada: supermodelos en toda su gloria, en el que aparec¨ªan Campbell y Turlington, junto a Cindy Crawford (40) o Stephanie Seymour (38). Ya en septiembre, la vanguardista revista brit¨¢nica i-D eleg¨ªa a Claudia Schiffer (36) para su primera plana. Las revistas rescatan a mujeres que podr¨ªan ser las madres de las adolescentes que habitualmente aparecen en sus p¨¢ginas. Mujeres que, en muchos casos, llevan dos d¨¦cadas en una profesi¨®n que venera la juventud. Y tambi¨¦n a ellas acuden las marcas: Chlo¨¦, Yves Saint Laurent, Accessorize, Louis Vuitton o Burberry han contado con alguna de ellas para sus ¨²ltimos anuncios. Maybelline, incluso, ha recontratado a Turlington, que populariz¨® la marca en los a?os noventa. "La gente vuelve a estar pendiente de las supermodelos. Creado por Versace al principio de los a?os noventa, el fen¨®meno de las tops ha vuelto a capturar la atenci¨®n medi¨¢tica por completo", declara Donatella Versace. Por eso, la campa?a publicitaria de este oto?o de la firma italiana rescata la est¨¦tica de las im¨¢genes que Avedon tom¨® para Gianni en aquella ¨¦poca. Y tambi¨¦n a algunas de sus protagonistas, como Kate Moss, Christy Turlington o Carolyn Murphy, que comparten foto con dos de sus mucho menos famosas sucesoras: Daria Werbowy y Angela Lindvall. "Fue fant¨¢stico trabajar con Donatella de nuevo y ver algunas caras que hac¨ªa tiempo que no ve¨ªa", afirma Moss en el comunicado. "Todas hemos crecido y tenemos hijos, as¨ª que disfrutamos de un encantador ambiente familiar en el estudio, con todos nuestros ni?os yendo y viniendo".

Para Vogue, la reaparici¨®n de las modelos que consiguieron trascender el ¨¢mbito de la moda para convertirse en estrellas tan o m¨¢s medi¨¢ticas que actrices o cantantes, supone una reacci¨®n a las p¨¢lidas y anodinas cr¨ªas que en los dos ¨²ltimos a?os han poblado las pasarelas. Una reacci¨®n provocada, en parte, por la ropa de este oto?o. Los dise?adores, en Mil¨¢n, Par¨ªs o Nueva York, han coincidido al presentar colecciones m¨¢s adultas, m¨¢s serias e intensas. Porque m¨¢s all¨¢ de su fama, recuperar a Claudia, Christy, Linda o Naomi (porque no necesitar¨¢n apellidos) significa elegir a madres m¨¢s que a hijas y a mujeres m¨¢s que a ninfas. "Las modelos de esa ¨¦poca fueron una glorificaci¨®n del poder, el sexo y la fuerza. Eran como diosas, ic¨®nicas y atemporales", opina el dise?ador estadounidense Zac Posen, de 25 a?os, en la revista Notes. Veintea?eros como ¨¦l han crecido vi¨¦ndolas en anuncios y en desfiles, pero tambi¨¦n presentando en la MTV, inaugurando un fashion caf¨¦ o en un estreno.

Gracias al Botox (Evangelista lo admite sin problemas, Turlington lo rechaza de plano) y el retoque digital ("que hace maravillas hoy", seg¨²n Moss), estas mujeres no son una representaci¨®n estricta de su generaci¨®n, pero s¨ª est¨¢n algo m¨¢s cerca de la consumidora real. Salvando, obviamente, barreras gen¨¦ticas. "La moda es c¨ªclica. Ellas vuelven porque hay un cansancio de la est¨¦tica infantil. Se busca una mujer m¨¢s real, m¨¢s mayor, con la que la lectora de una revista como Vogue se pueda identificar mejor", explica Yolanda Sacrist¨¢n, directora de la edici¨®n espa?ola de la cabecera. Aunque ¨¦ste no es un debate de a?os. O no solamente. "La edad ya no es un problema", declara el dise?ador Alber Elbaz. Y contin¨²a: "La moda siempre explica una historia sobre lo que somos. Y lo que veo en la calle son mujeres de 40 a?os que aparentan 20 o mujeres de 80 que aparentan 40". "Se han borrado las fronteras de la edad, ya no hay un c¨®digo o patr¨®n est¨¦tico al que debas adaptarte seg¨²n tu edad", coincide Sacrist¨¢n. Desde luego, despu¨¦s de 20 a?os trabajando, el grupo de modelos m¨¢s famoso de la historia no est¨¢ dispuesto a ce?irse al gui¨®n si eso significa retirada.