Un nuevo enfrentamiento diplom¨¢tico desestabiliza el di¨¢logo entre Espa?a y Cuba

Las relaciones entre los Gobiernos de Espa?a y Cuba atraviesan otro momento delicado debido a otro enfrentamiento diplom¨¢tico de consecuencias todav¨ªa dif¨ªciles de valorar. En menos de una semana, el Gobierno cubano ha cancelado dos entrevistas con los m¨¢ximos responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol en respuesta a la reciente reuni¨®n del secretario de Estado, Bernardino Le¨®n, con miembros de la disidencia interna durante la XIV Cumbre del Movimiento de Pa¨ªses No Alineados, que se celebr¨® en La Habana entre los pasados d¨ªas 11 y 16 y a la que Espa?a asisti¨® como invitada.

El 14 de septiembre, a las pocas horas de verse con opositores de diversas tendencias en la embajada espa?ola, el Gobierno de Fidel Castro suspendi¨® un encuentro programado entre Bernardino Le¨®n y el vicecanciller cubano que se encarga de los asuntos multilaterales, Eumelio Caballero. Esta semana cancel¨® otra reuni¨®n, prevista desde hace tiempo, entre el canciller Felipe P¨¦rez Roque y su hom¨®logo espa?ol, Miguel ?ngel Moratinos, durante la inauguraci¨®n del periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, en la que ambos deb¨ªan abordar diversos asuntos bilaterales. Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas confirmaron que ambas entrevistas no llegaron a celebrarse por decisi¨®n de las autoridades cubanas.

Los sistem¨¢ticos contactos con la disidencia de los altos cargos espa?oles que visitan la isla nunca han gustado a La Habana, pero hasta cierto punto eran tolerados como parte de unas reglas del juego no escritas. Habitualmente, no ten¨ªan mayores consecuencias, o por lo menos no tantas como ahora. En esta ocasi¨®n, sin embargo, el enfado cubano ha sido may¨²sculo, sobre todo debido a "las formas".

"Venir a sostener estos encuentros en medio de la Cumbre, o es una provocaci¨®n o una gran torpeza, si es cierto que Espa?a quiere tener canales de di¨¢logo abiertos con Cuba", coment¨® a este diario un diplom¨¢tico cubano. "Si la reuni¨®n hubiera tenido lugar despu¨¦s de la Cumbre, quiz¨¢s no hubiera pasado nada", coment¨® el funcionario cubano, tras afirmar que ninguno de los pa¨ªses invitados a la reuni¨®n de pa¨ªses no alineados -"y eran m¨¢s de 30, incluidos la mayor¨ªa de los de la UE"-, sostuvieron este tipo de contactos, "y menos a tan alto nivel".

Ciertamente, llueve sobre mojado. Un chaparr¨®n as¨ª se ve¨ªa venir desde que se conoci¨® el nombramiento como flamante secretaria de Estado para Iberoam¨¦rica de Trinidad Jim¨¦nez, a quien las autoridades cubanas tienen especial inquina.

B¨²squeda de equilibrios

Las tensiones hispano-cubanas alcanzaron el momento m¨¢s cr¨ªtico con el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar (PP) que, de la mano de Washington y del exilio duro de Miami, hizo de ariete para aislar al r¨¦gimen de Cuba en la Uni¨®n Europea. Con la llegada al poder de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero (PSOE), sin embargo, siguieron los desencuentros diplom¨¢ticos pese al cambio de la pol¨ªtica espa?ola hacia la isla, en ocasiones sometida a vaivenes en su af¨¢n por los equilibrios.

La apuesta estrat¨¦gica del Gobierno espa?ol, que no es otra que abrir un di¨¢logo con Cuba como modo de situarse lo mejor posible de cara a una eventual transici¨®n y tratar de influir en los acontecimientos, ha sido un camino empedrado. Primero, tuvo que desgastarse en Europa para que Bruselas diera marcha atr¨¢s a su pol¨ªtica de sanciones contra el Gobierno de Castro por el encarcelamiento de 75 disidentes, para desbloquear las relaciones con Cuba. Despu¨¦s, convencer al exilio, a la disidencia y a Washington, de que su cambio de estrategia no supon¨ªa "hacerle al juego al castrismo".

Ahora, pese al esfuerzo diplom¨¢tico empe?ado, ni siquiera el di¨¢logo con La Habana est¨¢ asegurado.