El 25% de las especies marinas est¨¢ al l¨ªmite de su supervivencia
Las piscifactor¨ªas producen casi la mitad del pescado que se consume en el mundo
El mar no da m¨¢s de s¨ª. La necesidad de prote¨ªnas de la poblaci¨®n mundial ha llevado ya a una cuarta parte de las 600 especies marinas m¨¢s consumidas al l¨ªmite de su supervivencia: un 17% est¨¢n sobreexplotadas, y un 7%, agotadas, seg¨²n el ¨²ltimo informe sobre pesca de la Organizaci¨®n para la Agricultura y la Alimentaci¨®n de las Naciones Unidas (FAO). Los avances tecnol¨®gicos no aumentan el volumen de capturas, que est¨¢ atascado en unos 95 millones de toneladas al a?o desde los noventa. El 43% de los peces que se consumen proceden de la acuicultura.
"Las capturas marinas son todav¨ªa elevadas, pero se han estabilizado, posiblemente de forma definitiva", ha dicho la secretaria del Subcomit¨¦ de Acuicultura de la FAO, Rohana Subasinghe. S¨®lo un 3% de las 600 especies m¨¢s consumidas se encuentra escasamente explotado, en la mayor¨ªa de los casos porque se trata de animales que se han incorporado tarde a la dieta.
El problema es que la demanda sigue en aumento, lo que ha llevado a las flotas pesqueras a buscar nuevos caladeros y a reforzar su capacidad tecnol¨®gica (sistemas de detecci¨®n de bancos, capturas a mayor profundidad). Pero esta sobreexplotaci¨®n ha llevado a muchas de las especies m¨¢s comunes al l¨ªmite.
Rodaballos y doradas
Cada a?o se pescan unos 95 millones de toneladas, de los que el 60% se destina al consumo humano. El resto acaba tambi¨¦n en la cadena alimentaria, bien en forma de harinas de pescado para engordar a las especies de piscifactor¨ªa (atunes, rodaballos, doradas, salm¨®n, mero o besugo, entre las m¨¢s demandadas), en piensos para otros animales, y en abonos. La crisis de las vacas locas, con la prohibici¨®n de usar harinas de animales terrestres, ha aumentado la necesidad de prote¨ªnas de origen marino.
Las granjas marinas aportaron el ¨²ltimo a?o 45 millones de toneladas. Su implantaci¨®n se extiende en todo el mundo, con la excepci¨®n del ?frica subsahariana. En total, se consumen unos 140 millones de toneladas de pescado al a?o, una cifra que se calcula que puede superar los 180 millones dentro de dos d¨¦cadas.
Los pa¨ªses ricos son los de mayor demanda, lo que lleva a sus flotas a explotar los bancos de otros pa¨ªses menos desarrollados. Las importaciones del norte supusieron 33 millones de toneladas, con la paradoja de que muchas veces las capturas provienen de pa¨ªses que tienen problemas para alimentar a su propia poblaci¨®n. Pero para los pa¨ªses exportadores es un recurso indispensable: estas partidas proporcionan un beneficio neto de 20.000 millones de d¨®lares (15.600 millones de euros), una cantidad superior a la de cualquier otro producto alimenticio.
El 30% de la pesca proviene de aguas continentales (r¨ªos, lagos). Aunque s¨®lo es una tercera parte del total, estas capturas son muy importantes porque, en muchos casos, se consiguen utilizando t¨¦cnicas artesanales y tienen como fin el autoconsumo o el comercio a peque?a escala.
Pero esta fuente de prote¨ªnas est¨¢ en peligro por las alteraciones en los cursos de los r¨ªos (presas, canalizaciones), sobreexplotaci¨®n y la contaminaci¨®n de los cauces. Adem¨¢s, la introducci¨®n de especies invasoras empobrece la oferta. Las tres cuartas partes de los pescados de agua dulce proceden ya de piscifactor¨ªas. La proporci¨®n en el mar es mucho menor (alrededor del 13%). La FAO advierte de que la acuicultura puede no ser suficiente, aparte de que tiene inconvenientes. El primero es el medioambiental. Las granjas suponen construcciones que impiden el desarrollo de otras especies. Los ecologistas destacan la destrucci¨®n en Centroam¨¦rica y el sureste asi¨¢tico de los manglares para criar camarones. "Existe una preocupaci¨®n desde el punto de vista medioambiental, pero se trata de una versi¨®n simplista", rebate el jefe del servicio de Recursos de Aguas Continentales y Acuicultura de la FAO, Jiansian Jia.
Adem¨¢s, las granjas requieren una importante inversi¨®n de mantenimiento, y llevan consigo un considerable gasto energ¨¦tico porque hay que asegurar la ventilaci¨®n y circulaci¨®n del agua.
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