El 'Rainbow Warrior' reemerge en la campa?a francesa
Un hermano de S¨¦gol¨¨ne Royal, sospechoso de la voladura del barco ecologista en 1985
La campa?a de las elecciones presidenciales francesas ser¨¢ muy larga, probablemente sucia y a buen seguro alambicada. Al menos eso parece apuntar, a m¨¢s de seis meses de la primera vuelta, la s¨²bita irrupci¨®n en el proceso de primarias del Partido Socialista (PS) de una historia vieja de 21 a?os: la voladura en el puerto neozeland¨¦s de Auckland del Rainbow Warrior, el barco de la organizaci¨®n ecologista Greenpeace, atribuida ahora personalmente al hermano mayor de la candidata socialista S¨¦gol¨¨ne Royal.
Del atentado urdido por los servicios de inteligencia franceses contra la organizaci¨®n ecologista, en el que falleci¨® el fot¨®grafo Fernando Pereira, se conoc¨ªan pr¨¢cticamente todos los detalles. Fue uno de los esc¨¢ndalos m¨¢s sonados del primer mandato del presidente socialista Fran?ois Mitterrand, y aunque provoc¨® la dimisi¨®n de su ministro de Defensa, Charles Hernu, casi nadie duda de que el propio Mitterrand fue quien dio la orden o al menos estaba al corriente de que se planeaba una acci¨®n expeditiva contra la organizaci¨®n ecologista en represalia por su campa?a contra las pruebas nucleares francesas en Muroroa.
Casi nadie duda de que Mitterrand fue quien dio la orden o estaba al corriente
La noche del 9 al 10 de julio de 1985 un comando de los servicios especiales franceses que llevaba semanas en la zona preparando el atentado, coloc¨® una bomba en el casco del Rainbow Warrior, amarrado en el puerto de Auckland. La polic¨ªa neozelandesa tard¨® poco en detener a dos agentes franceses, Alain Mafart y Dominique Prieur, que hab¨ªan participado en la operaci¨®n. Fueron juzgados y condenados a 10 a?os de prisi¨®n. No cumplieron m¨¢s que uno, y despu¨¦s fueron trasladados al atol¨®n de Hao, donde pasaron otros tres. Luego se esfumaron.
Pero no estaban solos. Uno de los jefes del comando no era otro que G¨¦rard Royal, el hermano mayor de S¨¦gol¨¨ne Royal, miembro de los comandos especiales de submarinistas del Ej¨¦rcito franc¨¦s, a quien una filtraci¨®n identific¨® en 1995 como el hombre que conduc¨ªa la lancha neum¨¢tica con la que se prepar¨® el atentado. La novedad lleg¨® este fin de semana, cuando Le Parisien public¨® las declaraciones del hermano peque?o de la pol¨ªtica socialista, Antoine Royal, un empresario que ejerce en Lorena, asegurando que fue G¨¦rard quien puso personalmente la bomba. El misterioso Antoine, el menor de los siete hermanos Royal, explic¨® tambi¨¦n que S¨¦gol¨¨ne se enter¨® por la prensa de la implicaci¨®n de su hermano en el caso.
Algunos medios de comunicaci¨®n anunciaron inmediatamente que la judicatura de Nueva Zelanda se dispon¨ªa a reabrir el caso, insinuando que Gerard Royal podr¨ªa ser juzgado por lo sucedido en 1985. Ayer, las autoridades de Auckland lo negaron. G¨¦rard Royal hace ya casi 15 a?os que dej¨® los servicios especiales con grado de coronel. Algunos medios de comunicaci¨®n indicaban ayer que ahora se dedica al espionaje econ¨®mico. Por otra parte, Nueva Zelanda recibi¨® importantes compensaciones e indemnizaciones de Francia cuando se cerr¨® el asunto en el ¨¢mbito pol¨ªtico.
Lo que s¨ª parece evidente con la irrupci¨®n en la precampa?a electoral de este viejo asunto es que ya desde las primeras escaramuzas no faltar¨¢ munici¨®n en ninguno de los campos. Hasta finales de abril de 2007 falta una eternidad en t¨¦rminos pol¨ªticos. Todav¨ªa no se ha cerrado la lista de aspirantes socialistas a la candidatura -queda la inc¨®gnita de si hoy el ex ministro de cultura Jack Lang se sumar¨¢ a Royal, Laurent Fabius y Dominique Strauss-Khan- y ni siquiera el presidente Jacques Chirac ha desvelado si optar¨¢ o no a un improbable tercer mandato.
Royal, ironiz¨®: "No s¨¦ si es una piel de pl¨¢tano o una simple coincidencia", dijo sobre la pol¨¦mica. Pero el asunto del Rainbow Warrior no s¨®lo afecta a Royal, sino tambi¨¦n a Fabius, que era el primer ministro en el momento del atentado, mientras que Royal no era m¨¢s que consejera de Asuntos Sociales. Para el que fuera l¨ªder del no a la Constituci¨®n europea, ahora candidato del ala izquierda del PS, las revelaciones son una manipulaci¨®n de la derecha contra los socialistas, una muestra de "pol¨ªtica nauseabunda".
Desde la derecha se contempla la pol¨¦mica con una cierta iron¨ªa y se echa m¨¢s le?a al fuego. Bernard Accoyer, presidente del grupo parlamentario de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), cree que forma parte de las luchas entre los candidatos socialistas a la presidencia, lo que defini¨® como "zancadillas" y "pu?aladas".
Greenpeace, finalmente, la parte perjudicada por las maquinaciones del poder mitterrandista, ha sido quien m¨¢s discreta ha estado. Su portavoz apunt¨® que el tema esta zanjado, y que para lo que debe servir esta pol¨¦mica es para que S¨¦gol¨¨ne Royal lo recuerde si llega al poder y al mismo tiempo revise la pol¨ªtica nuclear francesa.
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