El poder y la gloria

Compuesta teniendo muy en cuenta que, a la larga, ser¨¢ un producto a ver en televisi¨®n (con primac¨ªa absoluta de los planos cortos, sin grandes escenas de masas, a pesar de su tema, y con un montaje muy funcional), pero al tiempo con momentos de gran belleza pl¨¢stica, Los Borgia es un esforzado drama centrado en la posesi¨®n obsesiva del poder y en la perpetuaci¨®n de la familia por encima de todo.

Narra, con un tono a medio camino entre la did¨¢ctica y el gran gesto melodram¨¢tico, la ascensi¨®n al papado del valenciano Rodrigo Borgia, que pas¨® a la posteridad como Alejandro VI, y del destino entre augusto y siniestro de su prole, desde la pobre Lucrecia, convertida en moneda de cambio sexual de los planes de su padre, hasta C¨¦sar, muerto en una emboscada en su exilio navarro, muerte que marca el final simb¨®lico de la familia.

Y aunque no se trata de un proyecto personal de Antonio Hern¨¢ndez, el sagaz director ha sido capaz de llevar el agua a su molino, gracias a un pu?ado de opciones particularmente inteligentes.

Una es un gran elenco de actores, al frente de los cuales figura un impresionante Llu¨ªs Homar; otra, el recluir la acci¨®n entre cuatro paredes (lujosas, pero paredes al fin), en una progresiva, enloquecida puesta en im¨¢genes de una de las pulsiones m¨¢s da?inas que conoce el ser humano, el poder puro y duro; y otra, en fin, el hacer del filme algo as¨ª como un El padrino vaticano, con su encadenamiento de traiciones, muertes, defenestraciones... un carnaval siniestro que no deja jam¨¢s indiferente.