'Ellos': la banalidad del mal

David Moreau y Xavier Palud estaban rodando un spot publicitario en un pa¨ªs de Europa del este cuando el ch¨®fer que les conduc¨ªa al trabajo les cont¨® una historia terror¨ªfica. Por lo real. Los cuerpos sin vida de un hombre y una mujer aparecieron en los alrededores de la casa de campo en la que resid¨ªan. D¨ªas m¨¢s tarde, la polic¨ªa detendr¨ªa a los asesinos, desvelando la inquietante banalidad del horror. ?se fue el punto de partida de Ellos (Ils), primer largometraje de Moreau y Palud que el Festival de Sitges ha proyectado en la primera jornada de su secci¨®n oficial. La verosimilitud de la pesadilla que describe es su mejor arma para incomodar a un espectador que deja de ser voyeur para compartir la victimizaci¨®n de sus personajes principales.

"Hemos estudiado mucho el trabajo de algunos directores del cine de terror de los ochenta, especialmente en cuestiones de puesta en escena", se?ala David Moreau, "pero el g¨¦nero experiment¨® un viraje hacia lo realista a partir del ¨¦xito de El proyecto de la Bruja de Blair y hemos querido inscribir nuestro trabajo en esas coordenadas. El terror ha abandonado lo fant¨¢stico para abrazar el realismo, porque lo que nos rodea puede dar mucho miedo".

A la pareja de cineastas se le nota madera de estudiosos del g¨¦nero, pero en Ellos hay algo m¨¢s que cinefilia aplicada: el resultado final es cine de terror puro, pero su final demoledor (que no conviene desvelar) acerca la propuesta al trabajo de autores que, como Michael Haneke, se han convertido en cronistas de nuestra lenta inmersi¨®n en la amoralidad. "Cuando, en Funny games, Haneke coloca la c¨¢mara tras el sof¨¢ donde una mujer sufre tortura, est¨¢ convirtiendo al espectador en culpable, en alguien que quiere ver lo que se le escatima", apunta Moreau, "pero, en nuestra pel¨ªcula, la c¨¢mara est¨¢ siempre al lado de los personajes, s¨®lo al final adopta una mirada objetiva".

"Hemos hecho una pel¨ªcula atea", a?ade Xavier Palud, "si al final de una pel¨ªcula, el mal est¨¢ encarnado en el diablo, al p¨²blico le resulta tranquilizador. En Ellos quien clava el cuchillo no sabe que lo que est¨¢ haciendo es malo, porque no posee las referencias que le permitan entender d¨®nde est¨¢n los l¨ªmites".