El 'spa' de Miguel ?ngel

Todo est¨¢ vivo aqu¨ª. Cantan las piedras / erguidas en las torres y palacios". Rafael Alberti le dedic¨® estos versos y Pasolini, que compr¨® una torre centinela a las afueras de la ciudad, dec¨ªa que su paisaje es "el m¨¢s bello del mundo". Antes de que llegaran los romanos, hab¨ªa otra capital en Italia: Viterbo. La antigua urbe etrusca es hoy un centro peque?o (unos 60.000 habitantes) y vivaz a 80 kil¨®metros al norte de Roma y a 20 kil¨®metros de Bomarzo.

Acotados por la muralla medieval, en el casco antiguo conviven edificios hist¨®ricos como el g¨®tico palacio de los Papas -donde en 1271 se celebr¨®, durante 33 meses, el c¨®nclave m¨¢s largo de la historia- y exquisitas enotecas; por ejemplo, el wine bar La Torre, regentado por Carlo Zucchetti, uno de los fundadores del sello slow food; o el bar Venezia, una antigua bodega que luce frescos del siglo XV en las paredes. A Viterbo, tradici¨®n vin¨ªcola no le falta. Por lo menos desde el legendario descubrimiento de un vino blanco amable bautizado Est, est, est ("Existe, existe, existe") por Enrique V de Alemania a principios del siglo XII.

Despu¨¦s de una cata conviene dejarse llevar por las callejuelas del centro hist¨®rico y descubrir otras leyendas de la ciudad. Como la narraci¨®n, divulgada por Dante en el Infierno y que hizo c¨¦lebre la iglesia del Ges¨´: entre la penumbra de sus naves g¨®ticas se consum¨® al parecer el asesinato del joven pr¨ªncipe Enrique de Cornualles, nieto del rey de Inglaterra, a mano de su primo Sim¨®n de Monfort, a finales del siglo XIII. Otra historia se centra en la iglesia de Sant'Angelo, cuya fachada medieval conserva seg¨²n la tradici¨®n popular el cuerpo de "la mujer m¨¢s hermosa del mundo", la bella Galliana, apu?alada por un noble con el que se neg¨® a casarse. En la antigua residencia de la doncella, un pintoresco palacete prerrenacentista llamado Casa Poscia, se la recuerda con un balc¨®n siempre cubierto de flores.

Tras visitar alguno de los 15 museos arqueol¨®gicos de la ciudad (con colecciones de arte etrusco, romano y medieval), nada mejor que una parada para mimarse. A un tiro de piedra de la muralla, entre los lagos Bolsena y Vico, se extienden a lo largo de 11 kil¨®metros las instalaciones de las antiguas termas romanas. Hoy conocidas como Terme dei Papi, uno de los balnearios y spa m¨¢s antiguos de Italia. Adem¨¢s de los papas, all¨ª pasaban semanas enteras artistas como Miguel ?ngel, que retrat¨® sus fuentes de agua caliente y piscinas naturales en unos dibujos que hoy se conservan en el Museo Vicar de Lille (Francia).