Virus pict¨®rico

El interminable y ya bald¨ªo debate sobre las sucesivas muertes y resurrecciones de la pintura ha dado pie a innumerables muestras y a todo tipo de opiniones sobre la supervivencia de la que durante siglos fue la t¨¦cnica dominante en el arte. Hay que agradecer al comisario de la exposici¨®n Pintura mutante, Ignacio P¨¦rez-Jofre, que no trate de sumarse a este debate mediante la enumeraci¨®n de una serie de ejemplos de los caminos emprendidos por la pintura en los ¨²ltimos a?os. En esta ocasi¨®n se trata simplemente de reunir las obras de varios artistas espa?oles, nacidos en su mayor¨ªa en la d¨¦cada de los sesenta, que han mostrado inter¨¦s por conservar una cierta intenci¨®n pict¨®rica en sus obras. El objetivo es demostrar que las posibilidades de mutaci¨®n de la pintura son casi infinitas.

Y es que en el fondo puede que la pintura haya acabado por convertirse en una idea que puede prescindir de los l¨ªmites del cuadro y del uso del pincel para ser expresada. Es in¨²til perderse en debates sobre lo que es o no es pintura sencillamente porque todo es opinable y no existe una autoridad superior a la que recurrir para que emita un veredicto. La hegemon¨ªa de la pintura durante tanto tiempo ha acabado por convertirla en un peligroso virus que tiene la propiedad de acabar contaminando todo a lo que se acerca. Su propagaci¨®n acaba por convertirse en inevitable y se caracteriza por manifestarse de formas muy distintas seg¨²n quien sea el artista que lo lleva en su interior.

En esta exposici¨®n encontramos ejemplos de obras que parecen esculturas, instalaciones o fotograf¨ªas, pero que incluyen alg¨²n elemento -material o inmaterial- que les lleva a acercarse a la idea de pintura. Es el caso, por ejemplo, de la santanderina Arancha Goyeneche que apuesta por pintar con luz y construye un paisaje mediante la colocaci¨®n en la pared de capas de pvc, vinilo adhesivo y tubos fluorescentes. Su forma de plasmar la pintura tiene evidentes conexiones con las obras de otros artistas presentes en la muestra como Daniel Verbis o To?o Barreiro. Hay tambi¨¦n una importante presencia de piezas que recogen elementos de los nuevos instrumentos de pintura que han aparecido y se han desarrollado a lo largo del siglo XX (la c¨¢mara fotogr¨¢fica, la televisi¨®n, el cine, el ordenador). Enrique Marty, Sime¨®n S¨¢iz Ruiz, Salvador Cidr¨¢s, Teresa Moro, Teo Soriano o Marina N¨²?ez escogen caminos y t¨¦cnicas muy distintas entre s¨ª pero en todos se reconoce sin profundizar demasiado una actitud o intenci¨®n que les convierte -voluntaria o involuntariamente- en nuevos pintores. Eso s¨ª, casi siempre sin pincel y sin lienzo.