Dieta blanda contra la lucha callejera

La ¨²ltima comida s¨®lida que ingiri¨® I?aki de Juana Chaos consisti¨® en pipirrana (una t¨ªpica ensalada andaluza hecha fundamentalmente de pepino, tomate y pimiento), pollo empanado y helado. A la ma?ana siguiente, 7 de agosto, el recluso devolvi¨® las bandejas que le introdujeron en su celda los funcionarios de la prisi¨®n de Botafuego (Algeciras, C¨¢diz). De Juana comenzaba una huelga de hambre indefinida para protestar "por el intento de aplicarle la cadena perpetua". El ayuno marcaba un repunte de la kale borroka y un jaque al Gobierno en pleno proceso de fin de la violencia. Tras 63 d¨ªas sin tomar bocado, De Juana est¨¢ ahora en proceso de recuperaci¨®n, en la Unidad de Nutrici¨®n del Hospital 12 de Octubre (Madrid). Le han puesto una dieta blanda de 1.000 calor¨ªas para readaptar su cuerpo a la comida s¨®lida.

El obispo Uriarte pidi¨® por escrito al Gobierno un gesto humanitario con el preso etarra

El deterioro f¨ªsico de I?aki de Juana se hizo evidente el 21 de septiembre, cuando ya hab¨ªa perdido 10 kilos. Le flaqueaban las fuerzas pero segu¨ªa firme en su ayuno. Apenas se levantaba de la cama ni sal¨ªa de su celda para conservar energ¨ªas. En ese momento todav¨ªa se enfrentaba a una petici¨®n del fiscal de 96 a?os de c¨¢rcel por las amenazas terroristas supuestamente contenidas en dos art¨ªculos que hab¨ªa publicado en el diario Gara.

La huelga de hambre, decidida por De Juana al margen del colectivo de presos y de la direcci¨®n de ETA, comenzaba a movilizar a un sector m¨¢s radical de la izquierda abertzale y provocaba un rebrote de la kale borroka. Miles de personas se autoinculpaban de delitos similares a los de De Juana.

El 2 de septiembre, con 15 kilos menos, De Juana era visitado por su familia y por una enigm¨¢tica mujer, que, seg¨²n las fuentes consultadas, ha sido decisiva a la hora de convencer al recluso que depusiera su actitud. De Juana tuvo que ser ingresado en el hospital Punta Europa de Algeciras el 19 de septiembre, una vez que los m¨¦dicos detectaron una alarmante bajada en sus niveles de potasio y que estaba en "riesgo de infarto".

El recluso, que ha cumplido 18 a?os de prisi¨®n por 25 asesinatos (fue condenado por el C¨®digo Penal de 1973 y se hab¨ªa beneficiado de grandes redenciones de pena), se manten¨ªa firme, pese a su debilidad. Los m¨¦dicos recibieron la orden de alimentar forzosamente al recluso. La organizaci¨®n Etxerat asegur¨® que el d¨ªa 20, cuando comenz¨® a alimentarse forzosamente al preso, fue atado de pies y manos ante su negativa a que le suministraran potasio por v¨ªa intravenosa. "Jam¨¢s mi cuerpo ha sufrido una violencia semejante", declar¨® entonces. Su incomodidad, su "humillaci¨®n", seg¨²n sus familiares, le llev¨® a pedirle a los polic¨ªas que le desataran, que no actuar¨ªa contra la labor de los m¨¦dicos.

El 1 de octubre, los medicos le introdujeron una sonda nasog¨¢strica, ya que el estado de De Juana pod¨ªa volverse cr¨ªtico. La sonda le provoc¨® n¨¢useas y dificultades en el habla. El empeoramiento continuaba, por lo que se decidi¨® su traslado al Doce de Octubre, ejecutado el 6 de octubre. Los acontecimientos se aceleran. Miembros de la familia, y la enigm¨¢tica mujer (miembro del Foro Ibaeta) le visitaron el s¨¢bado, 7 de octubre, y el domingo por la ma?ana. Le comunicaron que "parec¨ªa" que el fiscal est¨¢ dispuesto a rebajar de 96 a 6 a?os la pena por las amenazas. Si le condenan, ya ha cumplido 16 meses como preventivo. El obispo de San Sebasti¨¢n, Juan Mar¨ªa Uriarte, hab¨ªa escrito al Gobierno para que tuviera un gesto con De Juana. El d¨ªa 8, el recluso ped¨ªa que le quitasen la sonda nasog¨¢strica. "Dejo la huelga voluntariamente", dijo. Ese d¨ªa escribi¨® una carta en la que acced¨ªa a dejar su protesta ante "las innumerables peticiones de no llegar m¨¢s all¨¢". Al d¨ªa siguiente, comenzaba una dieta blanda (pur¨¦s, pescados a la plancha) de 500 calor¨ªas, para readaptar su aparato digestivo tras 63 d¨ªas sin trabajar. Ayer ya iba por 1.000 calor¨ªas, blandas. Pero la kale borroka, la misma que se hab¨ªa recrudecido con su ayuno, ni cesa ni se ablanda.