Un juzgado de violencia imputa por malos tratos a un juez de Sevilla

Rafael Ceres, el juez de Primera Instancia n¨²mero 14 de Sevilla, ha declarado como imputado en el Juzgado de Violencia n¨²mero 1 de Sevilla, tras ser acusado de cometer malos tratos ps¨ªquicos y f¨ªsicos por una funcionaria judicial con la que ha mantenido una relaci¨®n. Jos¨¦ Luis Parody, el abogado del juez, ha negado los hechos. La titular del juzgado de violencia ha prohibido a Ceres que se comunique con la mujer. Ambos trabajan en el mismo edificio.

El juez acusado, Rafael Ceres, se ha limitado a manifestar que el asunto est¨¢ "sub i¨²dice" y que no ten¨ªa "nada que decir". El Juzgado de Violencia n¨²mero 1 de Sevilla le ha prohibido comunicarse con la denunciante, que est¨¢ de baja, aunque ha rechazado dictar una orden de alejamiento porque los episodios de violencia f¨ªsica denunciados han sido "espor¨¢dicos y no graves".

Ceres sigue en su puesto de trabajo. La comisi¨®n permanente del Consejo General del Poder Judicial tiene conocimiento del asunto pero, seg¨²n la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial, la suspensi¨®n cautelar s¨®lo cabe cuando existe auto de procesamiento o de apertura de juicio oral; o bien cuando los hechos que se le imputan a un magistrado tienen relaci¨®n directa con su funci¨®n judicial.

Carmen afirma que decidi¨® romper con el juez en septiembre cuando se convenci¨® de que ¨¦l manten¨ªa una relaci¨®n desde hac¨ªa a?os con otra mujer, que ¨¦l negaba constantemente. "Me propuso entregarme 500 euros al mes para que aguantara hasta que ¨¦l la dejara. Y me pareci¨® infame", cont¨®. Sin embargo, el magistrado manifiesta en su declaraci¨®n que fue ¨¦l quien rompi¨® porque la mujer "le ped¨ªa dinero" y que, tras esa ruptura, Carmen le amenaz¨® con hundirlo profesionalmente.

La denunciante ha presentado en el juzgado unas grabaciones telef¨®nicas y mensajes de texto enviados al m¨®vil en los que ¨¦l la insulta y la veja con expresiones muy soeces. Carmen afirma en la denuncia que tras cada episodio de violencia f¨ªsica o ps¨ªquica "¨¦l me dec¨ªa que me amaba y me quer¨ªa... y yo totalmente subyugada a ¨¦l estaba convencida de que me quer¨ªa". La mujer ha llegado a recibir 50 llamadas diarias a su tel¨¦fono desde que abandon¨® la relaci¨®n. En el atestado policial figuran otros episodios degradantes y agresiones f¨ªsicas como bofetadas y pu?etazos. Antes de denunciar, la funcionaria se asesor¨® en el Instituto Andaluz de la Mujer.