C¨®mo gest¨® la izquierda catalana el tripartito
Los socialistas se sobrepusieron hace tres a?os a un mal resultado, de la mano de ERC
Las elecciones del pasado mi¨¦rcoles han dejado la puerta abierta a la reedici¨®n del tripartito, aunque ¨¦sa no sea la ¨²nica alternativa. El panorama poselectoral es hoy muy distinto del de los anteriores comicios. El resultado tambi¨¦n fue amargo para los socialistas catalanes el 16 de noviembre de 2003. Aunque no tan malo como el de anteayer. El PSC era hace tres a?os la fuerza m¨¢s votada, pero CiU manten¨ªa su hegemon¨ªa parlamentaria con cuatro esca?os m¨¢s. Ahora CiU tambi¨¦n ha ganado en votos. Sin embargo, y pese al abatimiento de Pasqual Maragall, el anhelo de poner en marcha un Gobierno de izquierdas, tras 23 a?os de pujolismo, se sobrepuso al des¨¢nimo que se adue?¨® de la calle Nicaragua, sede del partido. ?No hab¨ªa ganado la izquierda? Pues manos a la obra, pensaron entonces los dirigentes socialistas catalanes, liderados por su primer secretario, Jos¨¦ Montilla.
No s¨®lo ERC jug¨® a dos bandas. CiU se ofreci¨® a Carod mientras llamaba a la direcci¨®n del PSOE
Vendi¨® cara su piel Esquerra Republicana (ERC). La formaci¨®n independentista -con Joan Puigcerc¨®s y Ernest Benach al frente de las negociaciones- prepar¨® al detalle reuniones y las claves del acuerdo. Josep Llu¨ªs Carod ya ten¨ªa en mente un Ejecutivo catalanista y de izquierdas, tras el despecho con que CiU trat¨® a ERC en las dos legislaturas precedentes.
Ello no impidi¨® a los republicanos, poseedores -entonces s¨ª- de la ¨²nica llave que abr¨ªa las puertas del Palau de la Generalitat, mantener, tras la celebraci¨®n de los comicios, la equidistancia de la que tanto alardearon durante la campa?a. El resultado de las urnas no s¨®lo no alteraba sus planes de pactar con los socialistas, sino que les brindaba la oportunidad de mejorar la subasta. Todo lo contrario que hoy, ante el temor de ERC de un pacto sociovergente, entre PSC y CiU.
Esquerra no es la ¨²nica formaci¨®n que jug¨® a dos bandas. Pese a que tras el desplante, Converg¨¨ncia i Uni¨® acus¨® a los independentistas de enga?arla en la negociaci¨®n porque de antemano ten¨ªan claro que iban a dar apoyo a Maragall, la federaci¨®n nacionalista tendi¨® tambi¨¦n dos puentes. Mientras Antoni Duran, l¨ªder de Uni¨® y secretario general de la CiU; Pere Macias, secretario general adjunto; y Antoni Vives -entonces secretario del Gobierno catal¨¢n en funciones- se esforzaban en convencer a Esquerra -la federaci¨®n nacionalista lleg¨® a ofrecer a ERC un Gobierno con una 50% de consejeros republicanos-, Jordi Pujol, intentaba hablar con la direcci¨®n socialista, incluso con Felipe Gonz¨¢lez, recuperando la vieja amistad. Pero no logr¨® nada.
Pese a las resistencias de muchos barones del PSOE, m¨¢s favorables a un pacto con CiU, el propio Montilla se encarg¨® de cortar todas las comunicaciones y le pidi¨® a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero que no hubiera intromisiones. Poco m¨¢s o menos como hoy. En paralelo, negociaba, junto a Ernest Maragall, el acuerdo con los delegados de Esquerra, lo que desat¨® las iras convergentes, que a¨²n manten¨ªan esperanzas de lograr un acuerdo. Corr¨ªa finales de noviembre y el pacto del tripartito estaba pr¨®ximo.
El 1 de diciembre, Isidre Fain¨¦ director general de La Caixa, presentaba a Carod ante los empresarios en Madrid: el PP durante toda la campa?a hab¨ªa demonizado a los republicanos. Tres d¨ªas m¨¢s tarde, Puigcerc¨®s y Josep Huguet desayunan en la cima de la torre negra de La Caixa con el propio Fain¨¦ y Antoni Brufau, director general de la entidad y entonces presidente de Gas Natural. Un signo de los nuevos tiempos que traer¨ªa el nuevo Ejecutivo. El puente de la Constituci¨®n es la fecha elegida por el PSC y Esquerra para encerrarse a tejer el acuerdo que culminar¨ªa en el tripartito. Los dos pilares del acuerdo, plasmado en el Pacto del Tinell, fueron hallar la f¨®rmula de consulta general en caso de que las Cortes rechazaran el texto del nuevo Estatuto, y un acuerdo de financiaci¨®n, que fija que los impuestos se recauden a trav¨¦s de una Agencia Tributaria catalana. El 9 de diciembre, las direcciones del PSC y ERC votan un¨¢nimemente el acuerdo.
S¨®lo faltaba cerrar la incorporaci¨®n de ICV. El presidente de Iniciativa, Joan Saura, ser¨ªa el tercer hombre fuerte de Gobierno, con dos consejer¨ªas. Anteayer, fue el ¨²nico que sali¨® reforzado.
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