Problemas de vecindad con Gaud¨ª

SOS Monuments, entidad que vela por el patrimonio hist¨®rico, y la Real Academia Catalana de Bellas Artes se han propuesto recuperar el esplendor original que tuvo la Casa Batll¨®, de Antoni Gaud¨ª, en el paseo de Gr¨¤cia de Barcelona. El pasado jueves anunciaron en la capital catalana que han comenzado a reunir firmas para pedir al Ayuntamiento que expropie las cuatro plantas superiores del edificio contiguo a la casa modernista y restablezca su altura original, para que el popular monumento no se vea desvirtuado por el "volumen excesivo y vulgar" del inmueble vecino. Los propietarios del mismo ven en la Manzana de la Discordia -como popularmente se conoce a la isla de casas donde est¨¢ situado el edificio de Gaud¨ª- un gancho ideal para vender las viviendas que se construyen, pero han dado con una comunidad reivindicativa que quiere que la obra del c¨¦lebre arquitecto modernista brille como el primer d¨ªa.

El edificio est¨¢ en obras porque la inmobiliaria estadounidense Hines construye 16 pisos y tres ¨¢ticos-d¨²plex de lujo. Entre los argumentos de venta usados no falta la sugerente proximidad con la Casa Batll¨®. "?Y si pudieras tener a Gaud¨ª como vecino?" o "Estamos construyendo una joya", son algunos de los reclamos de la inmobiliaria, que ofrece "el privilegio de vivir en una de las mejores manzanas del mundo" a raz¨®n de 12.000 euros el metro cuadrado. Ante las protestas de las asociaciones que trabajan por la defensa del patrimonio, el Ayuntamiento de Barcelona asegur¨® el pasado viernes que la obra cumple con la licencia de rehabilitaci¨®n concedida y que no hay dinero suficiente para costear la expropiaci¨®n que se propone.

El origen del problema se remonta a la d¨¦cada de 1970, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Porcioles, entonces alcalde de Barcelona, autoriz¨® la construcci¨®n de cuatro plantas m¨¢s sobre el n¨²mero 45 del paseo de Gr¨¤cia. Tras la ampliaci¨®n, el edificio qued¨® unos metros por encima de las casas vecinas y los singulares frontones modernistas de la Casa Batll¨® y la Casa Ametller, de Josep Puig i Cadafalch, dejaron de sobresalir con majestuosidad como lo hab¨ªan hecho hasta ese momento. En 2004 comenz¨® la reforma del inmueble y diversas asociaciones se han movilizaron desde hace unas semanas para denunciar la "agresi¨®n visual" que, a su juicio, deval¨²a y empeque?ece la obra de Gaud¨ª.

La actual ordenanza del Eixample no permite la construcci¨®n de edificios tan altos en el barrio, pero ¨¦sta es aplicable s¨®lo a las obras nuevas y no prev¨¦ derribar lo ya construido. Salvador Tarrag¨®, presidente de SOS Monuments, asegura que se han aprovechado las obras para levantar una pared medianera en la azotea del edifico que mide 80 cent¨ªmetros y que corta una chimenea de la Casa Batll¨®. Sin embargo, la concejal de Urbanismo en el Eixample, Assumpta Escarp, afirma que la volumetr¨ªa y altura del inmueble no han variado y que ya se ha mandado rectificar el muro.

Los miembros de SOS Monuments se acogen a que la Generalitat estableci¨® el a?o pasado una delimitaci¨®n de protecci¨®n en torno a la Casa Ametller y Casa Batll¨® -zona que incluye el solar de Hines- para pedir acciones contundentes. No entienden c¨®mo la obra de Gaud¨ª, declarada patrimonio de la humanidad, se mima tan poco y opinan que las distintas administraciones deber¨ªan esforzarse en la conservaci¨®n del patrimonio.