Madrid tiene fiebre

Cuando Manuela era peque?a e iba al bosque a jugar miraba al cielo y no ve¨ªa el sol, porque la altura de los ¨¢rboles se lo imped¨ªa. Cuando Manuela era peque?a un arroyo llevaba agua hasta el pueblo. Ahora Manuela tiene 84 a?os y no reconoce su pueblo, Villalbilla, situado a 41 kil¨®metros de Madrid por la carretera de Barcelona.

"No hay ni?os en la calle, todos est¨¢n en sus casas jugando a las m¨¢quinas. Los ¨¢rboles los han talado para hacer casas y han puesto otros nuevos que apenas dan sombra. Y el arroyo se ha secado y han construido encima", cuenta. "Dicen que ahora se vive mejor, pero yo creo que no. Nos estamos cargando la naturaleza". Manuela forma parte del consejo de mayores del programa Agenda 21 escolar de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, que trata de concienciar a los m¨¢s peque?os de la necesidad de cuidar el entorno.

Arturo Gonzalo Azpiri, secretario general del Cambio Clim¨¢tico, del Ministerio de Medio Ambiente, corrobora con datos la percepci¨®n de Manuela. El clima est¨¢ cambiado. "Un estudio realizado por la Universidad de Castilla- La Mancha por 400 expertos para el Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa concluye que a finales del siglo XXI la temperatura en Madrid podr¨ªa subir entre cinco y siete grados en verano; y entre tres y cuatro en invierno. Son las cifras m¨¢s altas de todas las previsiones que hay para Europa", explica. Otro estudio realizado por Adena sobre 16 ciudades europeas confirma que Madrid es una de las capitales que experimentan un mayor aumento de las temperaturas.

Las cifras globales de emisiones de CO2 indican que Espa?a es el pa¨ªs industrializado donde m¨¢s han aumentado. Seg¨²n los ecologistas, con esta tendencia no se podr¨¢ cumplir el Protocolo de Kioto, que compromet¨ªa a no superar un 15% las emisiones entre 2008 y 2012, respecto a las cifras de 1990. La media espa?ola estaba en el 50% en 2004, el ¨²ltimo con datos oficiales, pero la de la regi¨®n era del 76,6%. Azpiri a?ade que las estimaciones la fijan ya en el 80%.

El cambio clim¨¢tico se percibe en el aumento de las temperaturas, en las precipitaciones y en los ecosistemas. Sobre estos par¨¢metros las noticias para Madrid no son buenas. Hay un claro ejemplo en Navacerrada. "Desde el a?o 1971 hasta hoy se ha reducido un 41% el n¨²mero de d¨ªas en los que hay nieve y las precipitaciones se han reducido el 27%, a la vez que aumenta la temperatura", se?ala Azpiri. "En la cuenca del Tajo llueve menos y los humedales se resentir¨¢n".

Este cambio en la climatolog¨ªa afecta a las especies animales y vegetales. Raquel Mont¨®n, responsable del Cambio Clim¨¢tico en Greenpeace, alude a la Evaluaci¨®n Preliminar de los Impactos en Espa?a realizado por el Ministerio de Medio Ambiente. "Aquellas especies que encontr¨¢bamos en determinados sitios ahora ya no est¨¢n, porque en su ecosistema est¨¢ cambiando la temperatura, y se van desplazando hacia otro lugar que s¨ª re¨²ne condiciones adecuadas. Por ejemplo, en Pe?alara los enebros y jaras son cada vez m¨¢s abundantes en altitudes donde antes predominaban los pastos".

La conducta de los vertebrados, seg¨²n Greenpeace, tambi¨¦n est¨¢ afectada. En un estudio realizado en La Hiruela, entre 1985 y 2000, se ha observado que

un p¨¢jaro llamado papamoscas cerrojillo se reproduce con mayor dificultad al aumentar la temperatura de los bosques en los que anida. Tambi¨¦n ha sido detectada la disminuci¨®n de la poblaci¨®n de la rana patilarga, conocida como rana ib¨¦rica, una especie considerada de inter¨¦s especial que se encuentra en Pe?alara.

El Gobierno regional asegura que combate el cambio clim¨¢tico, pero no tiene programas concretos. "Nos preocupa frenar las emisiones de CO2 provenientes del tr¨¢fico. ?sa es nuestra asignatura", asegura Mar¨ªa Jes¨²s Villamediana, directora general de Calidad y Evaluaci¨®n Ambiental de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente. "Creo que hay que trabajar en introducir los combustibles limpios. Hay que fomentar el uso del biodi¨¦sel y del hidr¨®geno. Adem¨¢s, contribuimos fomentando el uso de otros transportes", a?ade.

La concejal de Medio Ambiente de la capital, Paz Gonz¨¢lez, apunta que el Ayuntamiento tiene en marcha la Estrategia Local de Calidad del Aire. "Sabemos que el tr¨¢fico es el mayor problema", afirma. "El cambio clim¨¢tico se empieza a cuantificar. En verano notamos que las acacias tiraban la flor para defenderse del calor. Nunca hab¨ªa pasado".