Ingl¨¦s para salir de apuros
?Qui¨¦n no ha tenido alguna vez la necesidad de comunicarse en ingl¨¦s? Hoy en d¨ªa, en la era de la diversidad y la globalizaci¨®n, nadie duda de la importancia que ha cobrado este idioma en todos los aspectos de nuestra vida y, particularmente, en el ¨¢mbito profesional. Conseguir un determinado empleo, ascender dentro de nuestra empresa, cerrar un acuerdo comercial, desenvolverse con facilidad en un viaje de negocios o relacionarse con colegas de cualquier parte del planeta pasan, ineludiblemente, por el manejo de esta lengua.
Pero, ?qu¨¦ sucede con las personas que, necesitando el ingl¨¦s en su actividad diaria, no han adquirido la soltura o los conocimientos suficientes? ?Quedan fuera de este mundo globalizado? Para intentar ofrecer una soluci¨®n a este porcentaje, todav¨ªa representativo, de personas que no dominan el ingl¨¦s se ha creado el globish.
El 'globish' pretende ayudar a quienes no han adquirido la soltura o los conocimientos suficientes de ingl¨¦s
El globish es un invento del franc¨¦s Jean-Paul Nerri¨¨re, que fuera vicepresidente de IBM Europa y responsable de Marketing Internacional de IBM USA, que podr¨ªamos definir como un ingl¨¦s b¨¢sico y deslavazado. Es decir, se trata de una f¨®rmula para hacerse entender con otras personas en ingl¨¦s, aunque las nociones que de este idioma tengan uno o ambos interlocutores no sean las deseadas. No en vano, se admiten verbos incorrectos, frases mal construidas, palabras onomatop¨¦yicas, comunicaci¨®n gestual...
Con el globish se ha pretendido, por tanto, crear una herramienta para hombres de negocios o turistas que aproveche los conocimientos de ingl¨¦s que pueda tener el usuario. La clave radica en emplear frases cortas; limitarse a lo que se quiere decir sin utilizar per¨ªfrasis ni met¨¢foras, ni recurrir a explicaciones que no sean imprescindibles, an¨¦cdotas o bromas; hablar con el cuerpo y las manos... aunque esto se complica cuando el interlocutor est¨¢ al otro lado de una l¨ªnea telef¨®nica o la comunicaci¨®n es escrita. Seg¨²n Nerri¨¨re, su m¨¦todo, centrado en la pronunciaci¨®n y que limita el vocabulario a 1.500 palabras, es suficiente para poder comunicarse con gente de cualquier parte del mundo.
En mi opini¨®n, el globish es una v¨ªa para tratar de entender y hacerse entender a un nivel elemental, si no se dispone de otros recursos. Pero si para hablar globish tambi¨¦n es necesario estudiarlo, ?por qu¨¦ no dedicar ese esfuerzo a aprender ingl¨¦s correctamente?
El ingl¨¦s es la lengua m¨¢s utilizada en todo el mundo y seguir¨¢ cobrando auge como veh¨ªculo de comunicaci¨®n. Aunque existen cerca de 6.000 lenguas diferentes, muchas de ellas son minoritarias o han quedado relegadas. Sin embargo, el ingl¨¦s, en su condici¨®n de idioma universal, se ve continuamente revitalizado. ?Podr¨ªa el globish, de ser aceptado globalmente, acabar con ¨¦l?
Ello significar¨ªa renunciar a una riqueza de matices y giros ling¨¹¨ªsticos que su versi¨®n descafeinada no podr¨¢ nunca aportar ni sustituir. Que los gestos dicen mucho nadie lo duda, que apoyan una comunicaci¨®n eficaz es innegable, pero querer reducir una conversaci¨®n a meras se?as es m¨¢s que cuestionable. "Soy madrile?o", utilizando el globish podr¨ªa decirse llevando un pulgar al pecho se?alando as¨ª el "yo" y posteriormente se?alando en un mapa d¨®nde se encuentra la capital de Espa?a. Imaginen esto en una reuni¨®n con colegas internacionales... peca de simple, en mi opini¨®n. En nadie con m¨¢s de 10 a?os est¨¢ bien visto que utilice los dedos para hacer una suma, eso queda claro vi¨¦ndolo aplicado al mundo de las matem¨¢ticas, pues en ingl¨¦s sucede lo mismo, querer tener algo m¨¢s que una conversaci¨®n plana es dif¨ªcilmente posible con el globish.
El cada vez m¨¢s nutrido n¨²mero de multinacionales que emplean el ingl¨¦s en sus comunicaciones internas y externas hacen del ingl¨¦s una apuesta segura y necesaria. Y lo cierto es que todos estamos a tiempo de aprender a expresarnos con propiedad en ingl¨¦s; si queremos mantener y enriquecer esta lengua, utilizarla es la mejor forma de conseguirlo.
Juan Carlos Medina es socio y director general de Pueblo Ingl¨¦s.
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