En el coraz¨®n del exilio y el dolor
Josef Koudelka, el fot¨®grafo que inmortaliz¨® la invasi¨®n de Praga, presenta un libro antol¨®gico con 158 im¨¢genes
Se define como un observador de la vida. Es de los que creen que si las cosas pudieran ser contadas s¨®lo con palabras, no ser¨ªa necesario cargar todo el d¨ªa con una c¨¢mara. Pero Josef Koudel-ka (Moravia, 1938) sigue con su c¨¢mara al hombro inmortalizando todo aquello que le llama la atenci¨®n y que durante los ¨²ltimos a?os tiene mucho que ver con el paisaje. Ayer, el m¨ªtico fot¨®grafo de la agencia Magnum present¨® en Madrid Koudel-ka (Lunwerg editores), un repaso a toda su obra en 158 im¨¢genes. El teatro, los gitanos, el exilio y el caos son los temas que inspiran su obra.
A sus 68 a?os, Josef Koudel-ka conserva el aspecto de un vital y curioso retratista de la vida y los sucesos diarios. Vestido con una camisa verde olivo y un chaleco negro sobre pantalones deportivos, empez¨® el encuentro con los periodistas asegurando que desde los a?os setenta considera Espa?a como su propio pa¨ªs. "Desde que tuve que dejar Checoslovaquia, empec¨¦ a pasar temporadas todos los a?os en Espa?a. Aqu¨ª descubr¨ª la m¨²sica y el gusto por la vida de los espa?oles. Las playas de Castell¨®n, de Valencia, la Semana Santa sevillana, los toros... no tienen secretos para m¨ª", explica con una mezcla cantarina de castellano e italiano.
"Soy un hombre muy simple y fotograf¨ªo lo que veo. No me hago ning¨²n planteamiento filos¨®fico previo"
La retrospectiva de su obra recogida en el libro recupera una selecci¨®n de im¨¢genes de los gitanos, tal vez su serie m¨¢s conocida y en la que el fot¨®grafo captura conmovedores instantes de la vida cotidiana de ni?os y adultos en Eslovaquia, la Rep¨²blica Checa y Ruman¨ªa. La siguiente tanda de fotograf¨ªas recogen lo que fue la invasi¨®n de Praga en agosto de 1968 junto a las im¨¢genes cargadas de tristeza ya en 1969.
El tema de los exilios copa la parte central del libro: desgarro, sombras, soledad, miseria, desalojos, partidas, escombros y muchas miradas perdidas nutren este apartado inspirado en Francia, Suiza, Italia, Espa?a, Alemania, Sicilia...
Bajo el ep¨ªgrafe de El caos, est¨¢n los paisajes tomados por el fot¨®grafo durante los ¨²ltimos 20 a?os. Se trata de fotograf¨ªas hechas a partir de los ochenta y, en apariencia, muy diferentes a lo que hab¨ªa realizado hasta entonces. Son miradas panor¨¢micas que, sin embargo, hab¨ªa utilizado en sus primeros a?os. ?Qu¨¦ le interesa en esta ¨²ltima parte? En estas escenas de conjunto, se ocupa de la pobreza, de las cat¨¢strofes ecol¨®gicas, del abandono de los cultivos, de los desplazados por las guerras. "Estas im¨¢genes panor¨¢micas", explica el fot¨®grafo, "son como la historia del mundo vista a trav¨¦s de los ojos de la gente, de lo que ella ve".
Asegura que no busca expresamente el dolor. De hecho, explica que lo que busca es la huella que el dolor ha dejado en la gente.
"Soy un hombre muy simple y fotograf¨ªo lo que veo. No me hago ning¨²n planteamiento filos¨®fico previo. Me impresiona el dolor porque yo tambi¨¦n lo siento y por eso lo retrato. Los pobres soldados rusos que iban en los tanques al entrar en Praga tampoco quer¨ªan estar all¨ª, tambi¨¦n sufr¨ªan igual que yo".
Koudelka pone cierta cara de espanto cuando un periodista le pide su opini¨®n sobre las c¨¢maras digitales y el uso de tel¨¦fonos m¨®viles para obtener im¨¢genes. No, por supuesto que no tiene, contesta. "No estoy contra los tiempos, pero soy producto de otra ¨¦poca y utilizo mis c¨¢maras de toda la vida. Mi hija, de 15 a?os, me pidi¨® una de esas c¨¢maras y se la compr¨¦, es de lo m¨¢s cerca que la he visto. No las he utilizado nunca. Son otra cosa".
Tampoco tiene unas reglas claras antes de ponerse a trabajar. "Cada uno tiene sus propios principios morales y fluyen solos cuando escoges el objeto que vas a fotografiar, cuando lo revelas, cuando lo editas. Pero no hay leyes escritas ni normas universales".
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